6: Simon

114 5 3
                                    

Estoy con Sara y Felice, esperando a que llegue el momento del discurso. Han pasado varias horas, y mi novio no me ha escrito, lo cual me parece no tan raro, teniendo en cuenta todo lo que hay que preparar ante una situación así.

- Simon, ¿Wille está bien? - me pregunta Felice. - Lo noto, extraño, es decir, entiendo su entusiasmo por tener una vida normal, pero, lo veo mal. No sabría explicarlo. Es como si, en su intento de desprenderse del pasado, está olvidando quien es. Si le pasa algo, te pido porfavor que me lo digas. - finaliza, sentándose en el sillón.

- No te puedo decir, aunque quiera, es algo muy privado, y estoy descubriendo cosas de él que.... me duelen. - contesto, con la voz un poco quebrada.

- Me preocupa lo que me dices, la verdad. ¿Tan mal se encuentra? - insiste.

- Está enfrentando muchas crisis consigo mismo, y, si, muy mal. Wille no está bien, y lo peor es que solo me tiene a mi. - me freno- Porfavor no le digas que te conté esto, ya que le prometí que seria secreto.

Felice asiente. Nos quedamos un rato más así, hasta que lo vemos. Tiene mi ropa puesta, lo cual me parece raro verlo así, pero es un gesto muy tierno.

- Realmente te ama, hermanito. - sonríe Sara, golpeando suave mi hombro. - Nunca pensé verlo vestido así. Parece pequeño, y eso que es muy alto. - ríe, hasta que la cayo con un almohadón.

Algo no está bien en el, y, por más que tiene maquillaje, el hinchazón de sus ojos se nota mucho. Definitivamente estuvo llorando mucho.

《Buenos días, a todos y a todas. Les habla su príncipe, Wihlem, para aclarar ciertos rumores. 》

- ¿Porque tiembla tanto? - ríe mi hermana, molestando.
- ¡Cállate! - le contesto, subiendo el volumen.

《Estoy en pareja, con Simon, mi novio. Hace dos años vivo junto a él, pero vine aquí en zona de paz, para pasar un rato junto mi querida, y adorada familia. 》

Un periodista le pregunta cosas, a lo que el responde, con firmeza, seriedad, y seguridad, lo cual me aleja un poco las preocupaciones. Pasa una hora, y el discurso termina. El ambiente durante toda la trasmisión, estuvo muy tenso, incluso, no cruzó miradas con sus padres. Noto a Felice atenta al teléfono, yo también, todos lo estamos, pero no hay señales de Wille.
Los minutos corren, hasta que llega la hora del almuerzo. Pedimos pasta en su lugar de comida favorito, haciendo que nazca una charla desencabezada.

- ¿Quien hace más cosas de la casa? - pregunta mi hermana- No te enojes, pero no me imagino a tu novio cocinando sin quemar algo. Mucho menos lavando, ni barriendo, ni ninguna de esas cosas.

Suelto una carcajada por eso.
- A decir verdad, parece un niño todo el día. - rio- Tengo que ayudarlo en casi todo, ya que varias veces casi nos quedamos sin casa. Con eso te digo todo. - las chicas casi se atragantan de la risa, y yo por poco escupo la comida. - Si les dijera, es como un golden retriver humanizado. Muy apegado, quiere mimos todo el tiempo, te escucha en tus problemas, te hace reír, le gusta bailar, cantar, y muchas cosas más.

- No lo tenia así, la verdad, lo veía como un gato naranja. - sorprendida, Felice.
- Todo lo contrario. - recuerdo, con alegría.

Hablamos más, hasta que mi teléfono suena.

- ¡Es el! - grito de la emoción- A ver, todas pónganse aquí, para sorprenderlo. - propongo mientras las demás se acomodan, hasta que atiendo el teléfono, en una videollamada.

- ¡Sorpresa! - gritamos todos al unísono, pero nos alarmamos cuando lo vemos repleto de lagrimas, llorando sin parar.

Está refugiado en las cobijas, llorando como un niño desconsolado, con muecas, sin poder frenar.

- Perdón, hola- intenta recomponerse lo más rápido que le salga, aunque no lo logra- ¿Puedo hablar con Simon, porfavor? - pregunta, pero Felice me quita el teléfono, alarmada.

- ¡¿Que te pasó, estás bien?! Cuéntame Wille, no te puedo ver así, nunca te vi así. - grita.

- Necesito hablar con Simon, porfavor, perdóname, pero es con el único que me siento listo para compartir en este momento. - aclara, como puede.

Al instante me lo pasa, y me coloco auriculares, sin moverme del lugar, para no dejar de lado a las visitas.

- Me siento terrible. - revela, olfateando y llevándose a la cara, mi buzo, húmedo por las lagrimas- Recién vomité por un largo tiempo, fatal. Discutí con mi madre, con Farima, con los periodistas. Nadie me acepta, por mas que intente ocultarlo, me duele. Me dijo monstruo, mi propia madre. Critican todo lo que pueden de mi nuevo yo, para luego hacer de cuenta que somos la mejor familia del mundo. ¡No lo soporto, ni lo podré soportar más, estoy solo! ¡Te necesito más que nunca. aquí todos creen que soy un puto robot! Aquí no soy un humano. - llora desconsoladamente, como nunca, se tira sobre la almohada, intentando aficciarse, por lo que lo calmo- ¿Sabes lo difícil que es saber que eres raro, que eres el único al que los derechos no cuentan?

Estoy tan concentrado en escucharlo, que sin darme cuenta se desconectan los auriculares.

- Aveces siento que ya viví lo suficiente, que todo esto es una señal del destino para que me acabe, es lindo sentir que alguna vez tendrás paz, a muchos les pasa, pero, ni en mis pensamientos puedo descansar. Si yo me muero, todo un país se torna abajo. Quisiera ser normal, Sim. Quisiera ser un puto viviente normal, y no un títere que solo se usa de plan B, dando discursos como si tuviera la vida perfecta. - sigue hablando, muy quebrado, no me molesta, pero aunque le intente decir que frene, porque los auriculares de mierda se han desconectado, sigue- Mi ansiedad me consume, ya no soy yo, son solo pedazos de ella, formando mi silueta. Mierda. Mierda, mierda, mierda. Mi madre- se queja, y se comienza a escuchar una discusión- ¡Déjame en paz, por una vez en la vida! - las chicas se asustan. - ¡Me siento para la mierda, tengo ataques de pánico, de ansiedad, inseguridades, y a ti lo único que te importa, lo único que vienes a reclamarme, es que hice algo que no querías! ¿¡Estoy hablando con mi novio, a quien si amo, y si me ama, vete a la puta mierda, de acuerdo?! - cierra la puerta de un portazo- Te amo, Simon, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, no me dejes porfavor. ¡AGHHHHH! - grita, yendo al baño. - Voy a vomitar. Te llamo luego, mi amor. Te llamo luego......

Se corta la llamada. Todos estamos boquiabiertos, impactados por la situación.

- Ese.... ese no era Wille- se niega Felice.
- Si, era el. Lo vieron gritar, llorar. El odia que lo vean debil. Y, así como les dije como nos divertíamos, esta es su verdad. Está hundido. No tiene a nadie, excepto a mí. - les explico.

- Nunca lo había visto tan destrozado. Ansiedad, pánico, inseguridades, ¿que es eso? ¿porque siente eso? - continúa su mejor amiga.

- Créanme, si podría entenderlo del todo, y si el me dejara, les contaría. Por ahora, solo queda estar. El necesita que estemos, como ya vieron. Estaremos, ¿Verdad?

- Si. - afirma Felice.
- Si. - afirma Sara.
- Por supuesto- concreto yo.

Wihlem, vas a estar bien.
Wihlem, estaremos bien.

Young Royals fanfic 4tempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora