Young Royals fanfic 4temp

9: Simon

Otra mañana, sin despertar con Wille a mi lado. Hace semanas que se ha ido, y casi no se de el, es decir, hablamos por mensaje, pero no siento que trasmita la misma vibra alegre de siempre. Espero que se encuentre bien, pero dudo de eso. Contesta cortante, y sus palabras en texto ya no suenan como el. A ver, comprendo que son semanas intensas y eso, pero temo a que le hayan hecho algo. Como si le hubieran quitado, su expresión, su motivación por la libertad, como si le hayan intercambiado el ama de Wihlem, con la de príncipe heredero. Quiero verlo, y sentir que me equivoco, pero por alguna rara razón, presiento que tengo razón, que no está bien, han vuelto a jugar con el.
Estoy en Hillerska, hablando en secreto con el grupo de, Felice, Sara y yo. Al parecer, no soy al único que le preocupa Wille. Es como si..... El se hubiera quitado del diccionario con la lista de todas las personas del mundo, como si..... lo hubieran quitado de la existencia humana.
Acaba de terminar la clase de filosofía, estoy sentado en las piedras, cuando se me acercan unos chicos, los cuales, ya puedo percibir que no traerán buena energía. Intento huir, pero me detienen.

- Oye, socialista. - me llaman por ese apodo que tanto detesto- ¿Que le hiciste al príncipe? No aparece hace días, y no niegues que no es tu culpa.

- ¡Para, porfavor! - grito, para no llorar y quitar lo poco alegre que hay dentro de mi hoy. - El solo quiere ser feliz, ¿sabes? - se rien- Personas como ustedes se lo impiden, nos lo impiden, porque, aunque yo no lo demuestre, a mi también me duele no tener un novio normal. Se lo oculto, pero estoy comenzando a tomarme sus insultos a pecho. Estoy cansado, de finjir que todo está bien, cuando desde que volvió a asumir, el mundo se ha vuelto una mierda. ¿Que le ha pasado? Te lo explico. La coloración, le ha dado ataques de ansiedad, sufre mucho, llora siempre, y no tiene a nadie. - intento retractarme, cuando escucho el sonido de una grabación terminar, demasiado tarde. - ¡Desearía que mi novio no fuera un maldito príncipe! Espero, de todo corazón, que ustedes cambien, porque, estoy tan podrido de lo que me dicen, que podría terminar con el para estar en paz. - finalizo, y varias grabaciones terminan.

Mierda. ¿Que acabo se hacer? Y si..... ¿Y si publican el video, y si, Wille lo ve? Dije cosas horribles, revele su secreto más íntimo, el que prometí guardar. Necesitaba estar en paz, descargar todo, aunque probablemente fue demasiado.
Todos los que me acosaban se fueron, y ahora, Felice y mi hermana están conmigo, conteniendome y retandome a la vez.

- Soy lo peor, metí la pata. - lloro- Lo arruiné, y seguro arruiné lo nuestro también. Pero, ¡solo me quería defender!

Un silencio incómodo llena hasta lo más profundo de mi destrozada alma.

- Simon, entiendo que estés mal, no te culpo, la verdad- comienza Felice- Pero lo que hiciste lo podrá arruinar, ante todo el país. Y, si el ve el video, no creo que se lo tome bien. Es decir, sabes lo que le ha costado mostrarse así, todo lo que ha pasado, pero....

- Te pasaste, hermano, eso es verdad. Aunque, también es cierto que tienes derecho a decir lo que sientes. Espero todo quede bien entre ustedes. - contiene, Sara.

El teléfono vibra. Wille me llama. Al principio tiemblo, con miedo a que el video, los videos, hayan llegado a él. Luego, contesto.

Tiene puesto un traje azul, con una bufanda roja. Su pelo volvió al rubio oscuro, y lo tiene bastante más largo.

- Buenas tardes, Sim. - saluda, mientras sonríe sin dientes- ¿Cómo estás?

- Hola... ¿Wille? - me sorprendo notablemente. - Que elegante que estas. Y, cambiado.

Ríe. Otra vez, no mostrando los dientes.

- Es lo que debe usar un príncipe, la ropa correcta. Aprendí, que esto no es un juego, que el deber del trono es algo importante. Me hicieron dar cuenta que no era apropiado todas aquellas actitudes. El cabello no tan corto, ayuda a profundizar la seriedad y la imagen que quieren que dé. La verdad, me estoy dando cuenta de muchas cosas, aprendiendo, sobre todo. - finaliza, dejándome, no solo a mi, preocupado. Las chicas me miran, como si varias piezas no encajaron en el rompecabezas.

- Suenas como Jan Olof- intento sonar cómico, pero mi estado de alerta no me deja.

- Es que tengo que sonar así. Comer adecuado, ser firme, educado, no meterme en problemas y ser como ellos quieren que sea. Así, Suecia tendrá un rey asegurado. Ja. - termina, en seco.

Se que ni esta bien. Le han lavado la cabeza, a tal punto que no lo reconozco. Ese Wille alegre, extrovertido, desprocupado, es todo lo contrario a lo que acabo de escuchar.

- ¿Y lo que tu quieres? - pregunto, de acuerdo con las chicas.

Hace una pausa.

- Solo tengo que ser perfecto. Lo que yo quiero son solo sueños, y aquellos son solo eso, sueños. Suecia está sobre mi. Eso el lo único importante. Al menos para mí. - finaliza, forzando una sonrisa claramente fingida.

No lo reconozco, y estoy seguro de que el tampoco lo hace. Le han retorcido el cerebro, a tal punto de olvidarse porque luchó tanto tiempo.

- No suenas a Wille. - suelto.
- Es verdad. Sueno a Principe Herdero Wihlem. Eso es bueno, ¿no?
- Conmigo puedes ser Wille, por si no lo sabias. - insisto.
- Ya se. Pero, esto es lo único que puedo hacer, sino quiero ser brusco. - su sonrisa se esfuma- Me tengo que ir. Te amo, y te quiero ver, estar en cada, los dos, besarte. Te necesito. Necesito que sigas guardando el secreto. Adiós, Sim. Eres lo único por lo cual no me muero. Eres lo único por lo cual no me he...... - la llamada se corta, dejándome con intriga.

Esto es peligroso. Y si.... ¿Wille ha estado pensando en la muerte? Y si..... ¿El video se filtra? ¿Que pasara con nosotros? ¿Con Wihlem? Tengo miedo, pero, me duele. Me duele pensar que quizás haya arruinado todo.