Es tan fácil finjir cuando no tienes qué. Es tan difícil sentir cuando tienes tanta mierda apretujada en la garganta. Mierda de palabras que no has dicho. De acciones que no te has animado. De ser valiente. De seguir reglas. Todo, es una mierda. Aveces solo desearía que alguien siquiera me escuchara sin juzgarme antes, al saber quien soy. Ser solo un humano, y no una maquina. Poder gritar lo que siento sin tener que dar demasiadas explicaciones. Poder hablar de lo que sea, sin culpa. Bailar desnudo en el río, junto con las personas que quiero. Espera, ¿Acaso quiero a alguien? ¿Acaso se lo que es querer a alguien? Pues claro. Lo que me cuesta es no dudar cuando realmente se que amo. Y a quien amo. Dudar. Una palabra fuerte. Los seres humanos tenemos capacidad porque primero dudamos, curiosos. Dudamos antes de vestirnos. Dudamos antes de cometer alguna locura. Antes de criticar a alguien. Antes de decir te amo. Los seres humanos dudan. Yo solo correspondo a un hilo, que me lleva sin preguntarme donde quiero ir. Un hilo que ya está escrito. Un futuro que parece pasado de tantas veces que me lo han contado.
Estoy sentado en las escaleras del instituto, viendo a la gente pasar. Llevo puesto un buzo gris, bufanda amarilla y saco azul. Doble saco, pues, estamos en Suecia, hace demasiado frío. ¿Cómo será, como se sentirá formar parte de algo por voluntad propia? Dudo. Pero el hilo no me dejará nunca encontrar el tesoro. El tesoro de la verdad.
Personas ríen, entre sí, compartiendo memes, palabras, videos, fotos, recuerdos. Caminan de aquí para allá, juntos. Grupos de chicas, de chicos, de amigos, de mejores amigos, de casi algo, de novios, y de los que con tan solo mirarse a los ojos tienen todo. Yo tenia ese poder con el. Pero, supongo que cuando alguien te traiciona pierdes el uso de la razón. Porque ella viene del corazón, el que siente. El amor parece nunca romperse. Pero, luego, las piezas encajan. El corazón y la razón se unen apropiandose de tu, un individuo que cree que todo está bien. Pero no. Lo más fuerte también tiene partes débiles. Lo más suave también puede guardarse. Pero la química perdida solo se esconde. Nunca dejas de sentir. Solo..... solo te refujias en lo negativo. Y eso no funciona, porque cuando uno está enamorado solo ve lo positivo. Ahí empieza el problema.Al lado mío se encuentran los guardaespaldas, que no se alejan de mi un segundo, después de lo del otro día. Comenzaron a desconfiar de Simon. Al igual que yo.
Estoy con los auriculares puestos, inmóvil. Solo observo. Lo que me perdí. Lo que gané. Lo invisible. Las miradas. Pero donde más me cuesta ver, es en lo que siento. Vacío, lo sé, lo conozco. Soledad, también se me hace familiar. Pero..... falta amor. Esperanza. Libertad. Ah, claro. Eso es lo invisible. Lo que ni en mis sueños podré tener. Paz.
- Príncipe Heredero. - me llama Mallin- Tiene que ir a clase. - me lo repitió dos veces, al ver que no escuchaba. No es por el barullo. Es, fue, y será por la música que cada vez me toca más. Más, y más fondo.
Camino por el pasillo, serio, derecho. Estrecho manos con profesores. Todo lo programado. Já.
- Wille- me llaman los mismos de siempre- ¿Que te pasa que estas tan callado?
Quiero gritar, pero no puedo. Hablar tampoco. Mirarlos, mucho menos. Soy un príncipe, futuro rey. Una máquina. Pero esta vez, y como será durante toda mi vida, nadie lo entiende, pero ellos me llevan mucha más ventaja. Noto como los guardaespaldas se me acercan más. Siento asfixia.
- Déjenlo en paz.
Simon. Está detrás mío. No hemos hablado desde la sala de música. Se intentó acercar, pero no estoy listo. No se si alguna vez me sentire listo para admitir lo que siento. Para perdonarme. Para perdonarlo. Para perdonarnos.
Noto como se acerca a mi. Quiero llorar. Aguanta, Wille, aguanta. Los guardaespaldas, al notar mi palidez, lo alejan. Cada vez mi piel se torna más blanca, siento demasiados mareos.
- Quiero vomitar. - le susurro a Mallin. - Porfavor, no creo que pueda aguantar más.
Ella le avisa a los demás guardaespaldas, me levanto, y ellos van tras mi. Simon ve mi salida. Nos miramos. A lo lejos. Estamos tan lejos. O tan escondidos, talvez. Escondidos en nosotros mismos.
Me encierro en el baño, y largo todo. Lentamente me recuesto en el suelo, para llorar desconsoladamente. Lloro, por no permitirme ser. Por seguir a ese estúpido hilo. Lloro. Porque es lo único que masomenos puedo controlar.
Vuelvo a estar de pie. Limpio todo, me lavo los dientes. Solo quiero estar bien. ¿Es tan difícil? Quiero vivir. No quiero hacer que los demás vivan de mi. Pero de una vez, quiero preorizarme. Aunque todos digan que siempre lo hago. No me conocen. En lo absoluto.
Estoy un rato largo alli, cuando salgo. Ellos me acompañan a la sala, pero no hay nadie. O, casi nadie.
Allí, sentado, mi no se que. Su piel morena, rulos oscuros pero con mucho movimiento, ojos que te culpan. Debo ir. Quiero ir. Estoy enojado. Pero quiero estar fuera de mi mismo por un segundo.Les pido permiso para entrar, y que me esperen afuera. El silencio reina en la sala. Quiero calma. Quiero olvidar ahora. Después veré como consigo sufrir sin desistir.
- ¿Estas bien? - me pregunta.
- No. Estoy lejos de estar bien.- me sincero.
- ¿Quieres hablar? - suspira y mis pensamientos erróneos atacan de nuevo. Preguntas, y como siempre, dudas sin respuestas.
- La verdad, no. Solo quisiera respirar sin decir porque. Sin tener que explicar mis suspiros. Sin tener que ser yo.- voy hacia el, hasta que quedamos juntos.
Le tomo la mano. Sonríe.
- ¿No estas más enojado? - pregunta, ilusionado.
- Si. Estoy enojado, pero no estoy en mi piel. Ahora no. Solo.... quiero estar. Sin ser nadie.
- No te noto bien. Nadie lo hace. - insiste.
- Buen presentimiento. Están en lo correcto.
- ¿Quieres contarme? - se acerca, y lo miro fijo.
- ¿Me permites no ser nadie? Solo tu y yo. Sin pasado. Sin peleas. Sin gritos. Solo nosotros. El mundo no existe. La realidad no existe. O, existe todo, nunca lo deja de hacer, los segundos nunca dejan de pasar. Pero...
- Se nadie. Que eso, en algún momento, nos hace bien a todos.
Y allí, no existimos más. Mis lágrimas pasaron. Y nadie las vio. Nos besamos. Y nadie nos vio. Hablamos, y nadie nos vio.
Era nuestro turno de ser nadie. De solo vernos nosotros. Porque, todos necesitamos dejar de ser en algún momento. Por más corto que sea.
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Young Royals fanfic 4temp
FanfictionContinuación de lo que creo que seria la cuarta temporada. Se que la serie, al igual que a mi, te dejo rota/o. Esto es para vos. Ayuda, me la estoy viendo por sexta vez. Acá, se tratan los problemas de salud mental de Wilie, y seguro más cosas. AV...