El destino de dos mujeres está inevitablemente entrelazado; pero lo que las unirá será una desgracia.
Roseanne Park tiene una enfermedad cardíaca y necesita un trasplante con urgencia. Su vida cambiará radicalmente tras su operación, especialmente...
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Jisoo pov
Un silencio a veces cómodo, y a veces vergonzoso había caído entre nosotras. Estaba preparando el café, mientras con el rabillo de mi ojo intentaba observar los movimientos de Rosé.
Ella parecía verdaderamente incómoda, y casi estaba arrepentida de haberle invitado un café. Quería pasar más tiempo con ella, pero no me gustaba verla tan desorientada.
Pensé que las cosas entre las dos habían mejorado, sin embargo me había dado cuenta que ella todavía estaba un poco avergonzada. Sabía perfectamente que su incomodidad estaba relacionada con lo que había estado a punto de ocurrir hace unos diez minutos, que por desgracia había sido interrumpido.
No estaba en mis planes besarla tan pronto, pero nos habíamos encontrado en aquella situación inesperada, y yo habría terminado besándola, si solo mi hijo no nos hubiese llegado.
Había decidido seguir el consejo de Lisa y de Nayeon. Me había cansado de pensar constantemente en lo que sentía por Rosé, quería averiguarlo yo misma, y las sensaciones que sentía cuando la tenía cerca, seguían abrumándome el corazón.
No sé lo que era, pero teníamos algo especial, y las dos lo sabíamos y lo sentíamos. Ella también sentía lo mismo que yo, ella probablemente estaba asustada y confundida, pero sabía perfectamente que si yo hubiese llegado a sus labios, ella me habría devuelto el beso sin dudarlo. Veía el deseo en sus ojos, y si sólo hubiera sido más atrevida, la habría besado en este mismo momento, mientras ella seguía mirando a su alrededor en un intento de escapar de mis miradas.
Sin embargo, no lo habría hecho. Ya estaba corriendo demasiado. La conocía desde hace poco tiempo, demasiado poco tiempo para sentir esta avalancha de emociones cada vez que se trataba de ella. No quería forzar las cosas entre nosotras, quería que las cosas fueran naturales, y que vinieran por sí mismas. Sabía que entonces, tarde o temprano, pasaría algo que ninguna de los dos podría, ni querrá, evitar.
Ya había intentado escapar de estos sentimientos, pero no había servido de nada: cuanto más intentaba ignorarlos, más crecían dentro de mí.
"Tu hijo es muy tierno, es un niño muy hermoso"
"Gracias, espero que te haya recibido bien"
"Sí, claro. Él fue muy amable y educado, no entiendo como pueda ser tu hijo"
Ella parecía más relajada hablando de mi hijo, y yo había reído de su broma, ya que yo no había sido muy educada cuando la eché de mi empresa.
"De hecho, ese es el intento. No quiero que él sea grosero con una chica linda y bonita, como lo hice yo"
"Mh, ¿así que estás diciendo que soy linda y bonita?"
"Sólo estoy admitiendo que fui grosera, pero si quieres, también puedo confirmarte que eres muy hermosa"
