El destino de dos mujeres está inevitablemente entrelazado; pero lo que las unirá será una desgracia.
Roseanne Park tiene una enfermedad cardíaca y necesita un trasplante con urgencia. Su vida cambiará radicalmente tras su operación, especialmente...
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Jisoo pov
En cuanto me dijo que se habría quedado, no pude controlar mi cuerpo, en donde había empezado a difundirse una sensación de adrenalina que golpeó directamente mi corazón, que empezó a latir con fuerza.
No pude resistir el magnetismo de su mirada, y con un un movimiento instintivo, me empujé hacia sus labios, y los capturé en un beso lleno de amor y de pasión, protagonizado por lenguas y dientes.
La apreté más cerca de mi cuerpo, para poder sentirla mejor y llenarme con su aroma maravilloso, fusionándonos. Moví mi boca hasta su cuello, donde comencé a dejar un rastro de besos húmedos y dulces, motivada por sus jadeos para continuar con más intensidad.
Roseanne me enloquecía y sus manos presionaban mi nuca para acercarme aún más an ella. Inclinó su cuello hacia la derecha, dejándome más espacio para besar cada centímetro de su piel, mientras sus labios se dedicaban a dejar tiernos besos en mi cabello y en mi sien.
"Mh..."
Las sensaciones que estaba experimentando estaban extremadamente amplificadas.
Mi corazón latía rápidamente en mi pecho, y un calor comenzó a extenderse por todo mi cuerpo, encendiéndome. Los jadeos de Rosé aumentaban cada vez más esa sensación, y me hacían perder el control. Hasta que, en un momento de gran frenesí, me agaché para agarrar sus piernas y envolverlas alrededor de mis caderas, levantándola en mis brazos.
La sostuve sujetándola de las piernas, mientras ella envolvía sus brazos alrededor de mi cuello, juntando nuestros labios en un beso voraz y al mismo tiempo suave.
La dulzura de sus labios era un sabor del que no podía prescindir.
"Vamos arriba"
La cargué en brazos hasta mi habitación, intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a mi hijo. Fue difícil limitarme a rozarla con mis labios; sin embargo, valía la pena para lo que vendría.
Rosé apretó sus piernas con fuerza alrededor de mis caderas, chocando y frotándose contra mi pelvis. Intenté contener mis gemidos para no hacer ningún ruido, pero la avalancha de sensaciones en mi interior amenazaban con hacerme explotar.
Necesitaba detenerla un momento.
"Ahh, espera un momento"
"Ya he esperado demasiado..."
Ella susurró estas palabras contra mi oído, besándolo suavemente y luego chupándolo con mucha delicadeza. Las sensaciones que me proporcionaba eran indescriptibles.
Nunca había experimentado cosas tan fuertes.
Rápidamente entré a mi habitación, y tras haber cerrado la puerta lentamente con el pie, comencé a besar sus labios nuevamente, continuando a caminar hacia mi cama. Inmediatamente la recosté ahí, posicionándome encima de ella, teniendo cuidado de no aplastarla con mi peso.
