Cap. 11: Jennie al rescate.

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-¡Maldita sea!

Zuri, quien estaba tratando de bajar un tarro con galletas, pegó un brinco por el repentino grito de su hermana, haciendo que casi se cayese del banco en el que estaba.

-¿Qué bicho te picó ahora?

-¿Y mamá?-Ignoró la pregunta.

-En la iglesia.

-¡Ah, necesito...! ¿En la iglesia?-Confundida, miró a la menor. ¿Escuchó bien?

Zuri se encogió de hombros.

-No me preguntes, no me quiso decir porqué fue.-Y salió de la cocina, con el tarro con galletas en sus manos, dejando a una confundida y exaltada rubia sola.

Rosé tomó su teléfono al sentirlo vibrar en el bolsillo trasero y contestó la llamada:

-¿Qué pasa, Lis?

-Veo a tu mamá aquí en la iglesia, ¿es enserio o ya estoy alucinando?

-¿Tanta novedad es? No te mentiré, también me sorprendí.-Se quitó la mochila y la dejó en un sofá, fue al patio trasero a laver el suéter de Tony, mientras aún conversaba con Lisa.-Por cierto, ¿qué haces por allá?

-De camino me encontré con mi abuela y decidí acompañarla. Aunque, aprovechando esta llamada, ¿me cuentas eso del festival de música?

-Créeme que ni yo sé.-Contestó, mientras lavaba el suéter, ya que tenía el teléfono en altavoz.-Tengo la idea de que mi mamá me inscribió.

-¿Tú crees?

-¡Es que es obvio! El proyecto de ciencias, ¿lo recuerdas?.-Escuchó la afirmación desde la otra línea.-Bueno,  dijo que si no hacía algo para subir mi nota, ella lo haría. Ni tiempo me dio para buscar una solución, pero, ¿sabes que me enoja más? Que ella, sabiendo lo mucho que odio participar en eventos como ese, ¡va y me inscribe en uno! ¡Sin mi consentimiento! ¡¿Puedes creerlo?!

-... ¿Terminaste?-Rosé hizo un sonido de afirmación.-¿Por qué siento que no solo estás enojada por eso?

-Viste lo que pasó en el almuerzo, ¿no?

-Sí, pero... No creo que haya sido para tanto, ¿no crees?-Verbalizó cuidadosamente, teniendo en cuenta cómo puede reaccionar Rosé, en especial escuchándose tan alterada.

-No es la primera vez que paso vergüenza por ese trío, pero, ¿ella?, ¿qué tenía que ver? Ni siquiera la conozco.-Se recostó en el lavadero, recordando ese momento, no tenía la menor idea de porqué ella hizo eso, además de la pequeña pelea que tuvieron aquella vez, no había más razones para que tuviera que hacerle  lo que hizo.

-Tengo entendido que fue Winter quien la empujó para que la bebida se derramara en tí.-Justificó Lisa.

-Pero me dijo animal.

-¿Te ofende que te diga así?-Se burló.-Te han dicho cosas peores.

-Sí, pero que me lo diga una desconocida ofende más.-Ambas rieron, la platica estaba haciendo que Rosé ya no se sintiera tan mal por lo ocurrido.-Aún así, sigo un poco enojada por lo del festival.

-¿Solo un poco?

-Bueno, mucho. Mi mamá sabe el hecho de que no me gusta estar en eventos así, ¡pero no le importó! Se pasó por los huevos mi opinión.

-No hables así de tu madre, Rosé.-Mandó Lisa, con voz medianamente autoritaria. No es de gustarle que ofendan a sus mayores, en especial cuando no han echo algo malo.-Ella solo buscó la forma más fácil de que aumentes tu porcentaje.

Algo Llamado "Amor".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora