·Darling· - Ticci Toby

Capitulo 2

(...)

-Estás loco!-Le grito Sam mientras trataba de pegarle- -Callate maldita zorra!-Le gritó Toby mientras le rompía la blusa- -Que sea la última vez que me hagas eso!-Dijo mientras comenzaba a besarle el cuello, Sam pataleaba cada vez más fuerte-

Miedo, palabra que resonaba en mi cabeza en ese momento. Temor de él, de todos aquí, en especial de los 3 compañeros de "Trabajo" de Toby, uno peor que otro.

-Déjame ya! Tobias!-Grito Sam antes de que fuera callada por un pañuelo con un tipo de droga que la durmió-

(...)

Ni siquira me sobresalté, me dio igual, ya 2 meses con los mismos sueños de mierda que por alguna razón siempre terminaba con Toby haciéndome algo malo. Era martes, su jefe le dio día libre al ver lo hecha mierda que estaba por los sueños.

No se molestaba en bañarse, ¿Para quién se arreglaría? Para nadie, solo se sento y prendió la tele, "2 cadáveres fueron encontrados en lo profundo del bosque, ambos descuartizados y con disparos en todo su cuerpo a parte de tener la cara deformada por lo que fueron unos garrotazos" Rutina, habían asesinatos todo el tiempo, desapariciones, investigaciones, la ciudad era un desastre, por lo que a menudo pensaba en mudarme, había encontrado una casa a un buen precio en otra ciudad muy lejano de esta mierda.

Estaba decidido, me mudaría la semana que viene, hablé con el dueño y estuvo de acuerdo. Al fin saldría de toda esta mierda, estaba segura de que nunca volvería de nuevo.

(...)

-¿Hola?-Habló mi jefe por teléfono- -Oh, Sam eres tú, ¿Que se te ofrece?- -Nada, quería informarle que renunció, me mudaré de ciudad-Dije con cierta emoción- -Oh... Que mal, Sam, eras nuestra mejor empleada-Dijo desanimado- -Sí, lo siento... Bueno, adiós, le deseo mucha suerte-Corte la llamada-

Sonreí inconscientemente, estaba tab feliz hasta que un ruido se escuchó en la cocina.

-¿Quién anda ahí?-Pregunté asustada-

Toby pov

-¿Quién anda ahí?-Esa hermosa voz la reconocía de algún lado-

Me escondí detrás de un mueble esperando a que entrará para matarla, hasta qué... ¿Sam? No, no podía ser. Definitivamente me había afectado el hambre, rápidamente salí de mi escondite y la ví, tan hermosa, delícada, timida. Esa era mi Sam. Mía y solo mía... Sin perder tiempo me abalanze encima de ella, quería olerla, sentirla, besarla, soltó un grito, un hermoso grito que fue música para mis oídos.

Sin ningún cuidado la noqueé y la lleve al sofá,  olía tan bien, me moría por sentirla. Con desesperación rompí toda su ropa, bésandole el cuello como si tuviera un hambre infernal, sin perder tiempo rompi su roma interior, sintiendo el bulto ya creciente en mi boxer. Sin siquiera prepararla entre en ella, tan apretado, hermoso, se sintió como si estuviera en el puto cielo, me moví desesperadamente. En poco tiempo me viné, tampoco me importaba siquiera ponerle otra ropa, simplemente la cergué y me la lleve, no sin antes llevar un par de prendas de ella para que no este semi-desnuda.