Black Beauty (Larina)

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Los tacones hicieron eco en el corredor vacío. Iba algo tarde a su primera clase y eso la tenía molesta. Pero justo ese día su alarma había decidido no despertarla a la hora correcta y no había podido llegar temprano.

Había perdido su oportunidad de hablar con los padres pero eso podía remediarse en la primera reunión que tendría con ellos a final de mes. Lo que le molestaba era tener a sus alumnos esperando por ella y quizás enviarle un mensaje equivocado a los padres de que ella era una irresponsable.

Entró a su salón y los niños estaban bastante callados en realidad, cosa que la hizo sonreír.

-Buenos días clase- todos dirigieron su atención a ella- mi nombre es Elizabeth Grant pero pueden llamarme Lana y sere vuestra profesora- una mano se alzó- Dime cariño?- era una niña realmente adorable con enormes ojos grises

-Si se llama Elizabeth por que le diríamos Lana?- la castaña rió

- Pues mi papá quería ponerme ese nombre pero a mi mamá no le gustó. Aun así me llamó de esa forma a lo largo de los años y la mayoría de las personas en mi vida me llaman así- les dio una cálida sonrisa- Ahora pasaré la lista. Uno por uno iré diciendo sus nombres y ustedes me dirán si están acá-

Se dirigió a su escritorio de madera y saco de su maletín el papel con los nombres de cada uno. Fue mencionándolos y los chicos respondían, hasta que dijo un nombre y no hubo respuesta.

-Alex Somerhalder?- nadie respondía- Alex Somerhalder Lambrini?- de nuevo nada- Bien , parece que Alex no se encuentra. Seguiremos- siguió con el resto de su lista y todos estaban.

Ese primer día no era para dar clases como tal, los chicos solo estarían ahi hasta la hora de almuerzo y después podrían ir a casa. Era un día para conocerse un poco mas. Todo había fluido bien esa mañana. Su clase era muy educada y Lana estaba feliz con ellos.

Cuando la hora del almuerzo llegó todos corrieron hacia la entrada de la escuela donde sus padres los recibieron con abrazos y otros con lagrimas, el primer día de escuela era duro para algunos.

-Profesora Elizabeth Grant, por favor dirigirse a la oficina de la directora- Lana sintió miedo por un momento

Quizás eso tenía que ver con su retraso de la mañana aunque solo estuviera tarde tres minutos. Pero después de todo esto era una academia privada y no una escuela pública así que probablemente se tratara de eso. Sus tacones resonaron un poco mas hasta que llegó a dicha oficina y después de dos toques en la puerta le indicaron que entrara.

Al hacerlo en esta, además de la directora, se encontraba una mujer con un niño en su regazo con el uniforme de la escuela. El chico estaba cabizbajo y Lana se sintió algo mal por el.

-Lana- se dirigió a ella la directora- Esta es la señorita Lambrini y su hijo Alex- Lana reconoció el nombre del chico- no pudieron estar en tu clase de hoy- la castaña asintió

- Me disculpo enormemente profesora- habló su madre- se que ese comportamiento aquí no esta bien visto pero Alex se rehusaba a venir hoy. Estaba muy asustado por su primer día de clases y lo lleve a tomar helado. Se nos hizo realmente tarde, lo siento mucho- Lana asintió

Se levantó de su asiento y se puso de rodillas en el piso frente al niño. Este alzó la cabeza, tenía el cabello negro y unos enormes y hermosos ojos azules que la hicieron sonreír.

- Hola Alex, mi nombre es Lana y seré tu profesora. Tenías miedo de venir hoy?- el chico asintió tímidamente- Pues yo también. Para colmo se me hizo algo tarde y cuando llegué me perdí la parte de ver a los padres y tus compañeros estaban ya sentados. Pero sabes? Ninguno me dijo nada ni se burló de mi. Todos fueron muy amables y tuvimos una mañana muy linda conociéndonos un poco mas-

- Quizás no quieran ser mis amigos- dijo el niño con una voz algo triste que hizo que el corazón de la maestra se derritiera

-Y por que no querrían Alex? Después de todo yo, por ejemplo, llegué tarde y todos quisieron ser mis amigos. Incluso hablamos un poco de ti porque eras el único ausente y estábamos preocupados de que te hubieras enfermado o algo-

-En serio estaban preocupados?- la mujer asintió

-Absolutamente. Estoy segura de que todos amarán verte mañana y saber que estas bien. Si quieres podemos decir que te sentías algo mal esta mañana y omitir totalmente la parte de tu miedo. Te gustaría eso?- el chico asintió rápidamente- Entonces tenemos un trato no te preocupes. Ahora, puedes esperar afuera mientras hablo un poco algunas cosas formales con tu mamá y le doy tu horario de clases?- el niño volvió a asentir y se levantó del regazo de su madre

-Yo lo llevaré a dar un pequeño tour mientras ustedes hablan- dijo la directora tomando a Alex de la mano y saliendo de la oficina

Lana se levantó del suelo y tomó asiento nuevamente

-Su hijo es totalmente adorable y tiene los ojos mas lindos de toda la escuela- su madre rió

-Muchas gracias, espero que entienda así como no pude rehusarme a su petición de ir por helado- Lana asintió con una sonrisa- Me llamo Marina Lambrini. Su padre y yo estamos separados, el me dijo que se presentaría con usted mañana junto a su esposa- la profesora asintió

-Es un gusto Marina. Yo me llamo Elizabeth pero mi papá y la mayoría de las personas me llaman Lana- estrecharon manos- Tendré en cuenta las inseguridades de Alex y me aseguraré de que se sienta a gusto e incluido en clases- la trigueña sonrió

-Muchísimas gracias en serio. Eso me deja mucho mas tranquila-

-El es así siempre? Ustedes pasan tiempo con el?-

-Pues Ian que es su padre lo tiene fines de semanas alternos y un mes de las vacaciones. El es manager de corredores de Formula 1 y Alex ama ir a las pistas con el. Yo soy pintora y dueña de una galería de arte así que trabajo con horarios bien flexibles. Alex ama venir a la galería conmigo y cuando no estamos ahí pues vamos a donde el quiera. Pero si es muy tímido sobre todo ante gente que el no conoce-

-Me imagino que una escuela llena de gente nueva para el fue abrumador- Marina asintió- Pues no se preocupe Señorita Lambrini, yo haré que Alex se sienta integrado y en breve estará haciendo amigos- la mujer sonrió

-Muchas gracias en serio profesora, eso me deja mucho mas tranquila-