"¡Abre tus ojos! Quiero que observes que soy yo, quién te está besando..."
Frase que sucumbe con la escasa estabilidad emocional que trataba de controlar el capitán, dejándose llevar por cada una de las emociones que recorren su sistema y entregándose valeroso a la inminente colisión de sus acalorados rostros.
Maravilloso momento en donde la boca del castaño ataca sin dudarlo cada recoveco de la boca del contrario. Y en donde el contrario, abriendo con fuerza sus ojos, se traga el deseo que emana como lava ardiente desde los ojos del de enfrente.
Deseo que funciona como un imán para su propia apetencia sexual, dejándolo expuesto cuando nota la sonrisa ladeada del punta a medida que aprieta su cadera, uniendo sus emocionadas pelvis en una continua danza de placeres que los invita a pecar.
—Me fascina sentirte —suelta Jung Kook con la voz entrecortada y empañada en el afán del momento.
Y Jimin, solo puede jadear ante la tamaña necesidad de seguir sintiendo más de todo esto que lo rebasa desde adentro.
—¡Maldita sea capitán! Si no me frena me volveré aún más intenso —susurra lo último entre cortado a causa del delirio que le genera saberse causal de los jadeos del armador mientras besa su barbilla e incrementa el vaivén de sus caderas.
Pero, lamentablemente, escuchan el clásico sonido de pisadas y risas que se asoman haciéndolos separarse y mirarse por encima de la neblina sexual que ambos cuerpos generan.
Y carraspeando como si no hubiera sido tragado por el huracán arrollador de sus deseos, el castaño se dirige hacia un lavado más alejado para enjuagar hasta sus pecaminosos pensamientos que exigen salir a flote con variados ejercicios de piernas a medida que lo montan de diversas maneras.
Por otro lado, Jimin intenta recobrar la cordura sin poder moverse del lugar, sobrepasado de impresiones al recordar la firme toma de sus dedos y todo lo que un hombre le genera, quemándole la piel ante el recuerdo de sentirse el promotor de semejante fuego.
Al rato entran Tae y Hobi realizando diferentes ademanes con sus manos en la zona íntima del contrario que sobrepasan cierto grado de amistad en ese par, frenando en seco en cuanto observan al rubio bastante perplejo y con su mirada desenfocada.
—Jimin, ¿te encuentras bien? —cuestiona Tae al encontrar a su amigo, humedecido y enrojecido en su totalidad, pensando que una posible enfermedad le estuviera aconteciendo.
Un poco más alejado de ellos, Jung Kook continua con la mojada de nuca. Resguardando como un tesoro cada erótica sensación que pudo captar y tratando de ocultar así, las evidencias que lo dejarían expuesto ante el resto de sus compañeros.
Pero cuando da la vuelta para retirarse del lugar es agarrado del codo por su capitán, agarre que implica algo más que preguntar. Pero cuando las palabras salen desde la boca del rubio, ni siquiera lo puede escuchar por estar comiéndose el deseo que le provoca esa pecaminosa boca... Sexi imágen de aquel que lo dejó duro como roca.
—Jung Kook... ¡Jung Kook! —grita Tae señalando su frente como pedido de auxilio ante un hombre que está perdido en otro limbo.
—Sí, perdón, ¿me decía? —suelta el punta hacia su capitán que lo observa como si fuera una condenada paleta lista para degustar.
—¿Pero qué demonios sucede aquí? Acaso... ¿Ustedes estaban peleando? —suelta el punta suplente a medida que el opuesto lo retira a la fuerza hacia los baños.
—¡No te entrometas! —libera firme y decidido el armador hacia su amigo sin dejar de observar hacia aquel castaño que tiene la habilidad de dejarlo revuelto como sonajero.
—Deberíamos regresar...
Anuncia Jung Kook acercándose los pocos centímetros que parecen escasear ante la tamaña necesidad de contacto no unilateral.
—Deberíamos....
Responde, entre susurros, aquel rubio que desespera por más aún sin ser totalmente consciente de ello.
Y cuando el castaño roza con sus dedos el lateral de aquel estremecido en su creciente necesidad, la tensión es tal, que siente morir si no prueba esa adictiva boca nuevamente.
Así es que, entregados al delirio que causa el incipiente conocimiento del efecto que tienen en las sensaciones del de enfrente, se dejan llevar por una milésima de segundo que nada ni nadie puede ser capaz de frenar.
Sorbiendo a cada instante el magnífico sabor de sus labios a medida que sus lenguas provocan una reacción en cadena: el inicio de una deliciosa y duradera batalla entre ellas.
Desbordado de todo lo que le genera dejarse profanar la boca por un semejante, el capitán intenta frenar cada avance en materia de manoseo directo a su entrepierna, sintiéndose incorrecto aunque disfrute de pasear sus manos por todo el contorno del contrario.
Y ante como se presenta la quimérica situación, el punta obedece a raja tabla cada limitación a la que se lo somete con tal de seguir sorbiendo de su adictivo sabor. Frenando solo cuando sienten un ligero carraspeo que proviene desde algún rincón de sus desorbitadas mentes.
—Y yo que creía que peleaban... Era pelea, ¡pero de espadas! A ver si se separan que el entrenador nos llama. Y Jimin, devuélvele la boca.
Suelta saliendo a las risas a medida que abraza a Jung Kook, pidiéndole que por favor lo aguante a su "hermano", porque es un completo mal humorado.
Luego de terminar los entrenamientos y ducharse por separado, Jung Kook cree que su compañero de cuarto lo está esquivando. Y pensando en frío ante lo sucedido con anterioridad en el baño, no sería descabellado pensar que se sintió apabullado o por el contrario, totalmente asqueado.
Y de solo pensarlo, al castaño se le hace un nudo en su garganta. Maldiciendo por dentro por dejarse llevar aunque haya leído en los ojos del Jimin, que tenía el "ok" para avanzar. Pero luego recuerda sus pecaminosos labios entre abiertos y mojados más ese bonito rostro todo sonrojado, moviendo su cabeza en una clara invitación a lo que deba ser, será, que se contenta.
De esta manera, limpio y cambiado, sale rumbo al gimnasio donde deberá trabajar bastante piernas y brazos si quiere descargar la energía que quedó acumulativa. Y pensando en como será de ahora en más, la convivencia con su rubio rezongón luego de haber dado el primer paso.
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"Remate al corazón" (Kookmin)
FanfictionUna creciente rivalidad que atraviesa diversas situaciones dejando al descubierto que, tarde o temprano, lo que deba ser, será. Una lucha de poderes que conlleva a una sola cuestión: descubrir que más allá de lo superficial, florece algún otro tipo...