Cuando todo se viene abajo y no sabes si tomar aire servirá de algo para poder transitar la tempestad, ahí, en ese momento, se encuentra un acongojado capitán.
Completamente imposibilitado de tanto llanto, escondido en el pecho y entre los brazos del gigantesco castaño a medida que éste lo arrulla como si fuera un indefenso niño que necesita cuidado. Ya que en ningún momento afloja la toma de sus brazos provocando que el rubio pueda sentir sus intranquilos latidos tratando de acoplarse a los tranquilos del castaño.
Porque cuanto más los escucha, se repleta de una inmensa calma que lo inunda. Y solo ahí, en ese momento, eleva su cabeza con el único fin de salir victorioso ante cualquier situación que lo quiera exponer y consumir por la vergüenza.
No quiere miradas desdeñosas, o tener que observar obsecuentes acciones generadas por la lástima. A él, con solo tener el castaño cerca le alcanza, porque de nada sirve tratar de cambiar lo que su cabeza impone como si fuera una maldita máquina.
—¿Mejor bonito?
Enfoca y se encuentra con los renegridos ojos de Jung Kook y su implacable entereza.
Y se enoja... Se enoja porque no le entra en la cabeza cómo puede ser que a Jung Kook le importe una mierda que él, haya llorado como nena.
Pero a pesar del mal humor que crece como lava ardiente en su interior, observa todo alrededor. En este lugar, están solo ellos dos, y a lo lejos, sus compañeros de equipo arrasando con lo que sea que le hayan puesto en la mesa.
Pero luego, lo transportan de regreso unos cálidos dedos que acarician su mejilla con extremada ternura... Ternura innecesaria si le suma un extra a todo la situación de mierda y su condenada cabeza.
—Jimin ¿tienes hambre? Puedo ir y traerte alimento, digo, por si no quieres ir hasta donde están ellos —preocupado, Jung Kook lo observa —. Por favor... Solo di algo.
En ese momento, un creciente nudo en la garganta del rubio se combina con la palpable preocupación que emana desde la boca del castaño. Pero cuando -de nuevo- lo observa para decir algo que ponga freno a toda esta pantomima, se derrite por la forma en que los dedos de Jung Kook le acomodan un rebelde mechón que se le escapa.
Entonces, confundido y aturdido, cuestiona con el ceño fruncido: —¿Por qué? ¿Por qué sigues aquí? —dejando sin decir el "conmigo" que toma forma en su cabeza.
Y Jung Kook, viciado en ese rostro y esos labios, devuelve lo que su pecho clama por gritar a los cuatro vientos: —Me gustas... Sé que es difícil de entender para ti pero, no puedo evitarlo... Me gustas aunque no me aceptes nunca, es así. Y por eso, me preocupo por ti.
Los danzantes dedos continúan una suave caricia sobre la barbilla y la mejilla, formando una bella y discreta melodía que no permite que alguno se atreva a perder de vista la mirada del contrario, llenando el ambiente de diversas sensaciones y algún que otro interrogante.
¿Cómo puede ser que se sientan tan queridos por el simple hecho de gustarse?
En la cabeza de uno, retumban los latidos de su pecho diciéndole que aún no es el momento... Tiempo al tiempo, es lo que bendecirá este momento.
Y en la cabeza del contrario, las sensaciones que florecen por la cálida caricia que recibe, liberan cada rincón apesumbrado. Cada intento de boicotear sus pensamientos. Dando paso a una valía que creyó -alguna vez- pérdida y por la cual, sabe que no sería capaz si no fuera porque aquel ser, le transmite tanta paz.
—Gracias, gracias por estar aún conociendo mi carácter de mierda... Cómo te habrás dado cuenta, no estoy acostumbrado a todo esto.
—Lo importante es que sepas que estoy aquí... Aquí para ti... Jimin, ¿antes te había sucedido algo parecido? —cuestiona haciendo lo que nunca creyó en la vida, agachando su cabeza a causa de la vergüenza —. Yo... Realmente lo siento, lo siento demasiado.
Finaliza con un deje de tristeza porque sabe bien que fue él, quien presionó a que el rubio hiciera algo. Situación que desencadenó el terror de lo que su compañero de cuarto tiene guardado por años.
—¡Shh! No digas eso, mis locuras son solo mías... Aunque ya me di cuenta que solo, no voy a poder manejarlo. Aún así, no quiero que tomes responsabilidad alguna por mí. Si algo pasó entre nosotros fue porque yo accedí. ¡Maldición! Ahora me avergüenza que hayas visto mi lado traumadito porque a aquellos idiotas, me los paso por las bolas. Ven, vamos a comer antes que nos nos dejen nada, si es que nos dejaron algo.
De un salto, el capitán se incorpora sacudiendo su ropa, ya que se encontraban tirados sobre un rincón del piso del local de comidas. De inmediato, el punta lo acompaña y se eleva sonriendo ante la cara de enfado que coloca su compañero de cuarto, seguramente, ensayando alguna frase para mandarlos a la mierda si es que los otros se animan a decirle algo.
Pero antes de que se acerquen al resto, Jung Kook le susurra: —Nada está mal en ti Jimin, quiero que lo sepas. Y aunque no te guste, nuevamente, te pido disculpas.
—Ya deja de ser tan sentimental idiota, que si no apuramos el paso comerás snacks de la expendedora de abajo.
A las risas, se reúnen con el resto del equipo, grupo que solo los observan y cada uno sigue con lo suyo, haciendo como si nada hubiera pasado y dejando pasar cada uno de los ácidos comentarios del rubio.
A los pocos segundos, una sensación de observación se incrementa en el castaño provocando que busque con su mirada la causal de su molestia, cruzando así miradas con Tae y su sonrisa se oreja a oreja.
Pero al instante, la seriedad que inunda el rostro del mismo lo impresiona, relajando su semblante cuando puede leer un "gracias" desde sus labios y dirigido a su persona.
Y sin poder evitarlo, se gira y sonríe cuando observa a su compañero de cuarto interactuar con otros y completamente relajado, como si nada le hubiera pasado y como si nada en el mundo pudiera hacerle daño.
Logrando que haga algo por segunda vez en el día, y está vez, algo que nunca se lo hubiera imaginado... Temblar por el maldito temor de salir dañado.
Diosss, cuantas emociones juntas.
¿Quién dijo que amar era algo fácil de realizar?
Para amar, debes de ser muy valiente...Gracias por leer, comentar y votar♥️
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"Remate al corazón" (Kookmin)
FanfictionUna creciente rivalidad que atraviesa diversas situaciones dejando al descubierto que, tarde o temprano, lo que deba ser, será. Una lucha de poderes que conlleva a una sola cuestión: descubrir que más allá de lo superficial, florece algún otro tipo...