Life Always Has Two Sides

.Capítulo 13.

       -Tía... 

       -¿Qué pasa Sallieri?

       -¿Podemos hablar? 

       -Por supuesto. ¿De qué quieres que hablemos? 

Entonces, Sallieri comenzó a contarle la historia. Shelly la miraba con atención. Accedió a que saliera, pero primero, necesitaba hablar con el muchacho. 

 "Jason, claro que puedes pasar por mí. Pero primero, mi tía quiere hablar contigo. Pasa a las 4:30 de la tarde. Te espero con ansias" 

                                                                                                                                                                                            -SallieriXx 

Vio la hora en su móvil. Eran pasadas de las 9, aún no tenía sueño, así que comenzó a leer el libro de EREBOS; le llamaba bastante la atención, su portada era roja, como sí estuviera desgastada, y en el centro había un ojo (derecho), en la contraportada además de haber otro ojo (izquierdo), ponía:

  ''Erebos en un juego. 

 Te recompensa, 

Habla contigo, 

 Te amenaza, 

Te observa, 

Te castiga. 

Erebos tiene un objetivo: 

Quiere matar." 

La autora era Úrsula Poznanski, que por lo leído, había sido ganadora de un premio.Al continuar con su lectura, encontró una frase que llamaba mucho su atención: 

"Con cada día que pasa mi realidad vale menos. Es intensa y sin órden, es imprevisible y ardua.¿Qué puede hacer la realidad? Dar hambre, sed, insatisfacción. Provocar dolor, transmitir enfermedades, obedecer leyes ridículas. Pero, ante todo, es finita. Siempre lleva a la muerte. Lo que cuenta y da fuerza son otras cosas: las ideas, las pasiones e incluso la locura. Todo lo que se eleva por encima de la razón. Yo le retiro mi aprobación a la realidad. Yo le niego mi colaboración. Yo me entrego a las tentaciones de los que aspiran a algo que está más allá de este mundo y me lanzo con todo el corazón a la infinitud de lo irreal." 

<<Hostia... Éste libro sí que es para mí>> Dijo para sí misma. Siguió leyendo hasta que se cansó. Eran las 00:00. Buena hora para dormirse. Y así, cayó en un profundo e inevitable sueño.A la mañana siguiente, despertó muy animada (algo que casi nunca pasaba) a pesar de todo lo que le había pasado los dos últimos días. Creía que ya había encontrado a alguien bueno. Alguien que la sacaría de esta repetitiva realidad. Repetitiva porque era siempre lo mismo, tal vez una cosa o dos habían cambiado: Despertar, tomar la ducha, desayunar, ir a la escuela, sufrir abuso escolar, trabajar, soportar la clase de matemáticas diaria (lo peor), salir, huir de Jeff, comer, leer, sufrir en su nuevo hogar, cenar, dormir. Y así con más verbos en infinitivo (ar, er, ir). Pero, hoy tendría otra "cita" con Jason. Una distracción de todo eso. 

Comenzó su día con pan francés preparado por el Tío Thomas, recogió sus cosas y se fue a la escuela. <<¿Qué decir de la escuela sí siempre es igual? Nos enseñan cosas que algunos no nos sirve aprender, o diganme: ¿De qué me sirve saber cuánto vale X sí voy a ser cineasta?>> Revisó sí no estaba Jeff. Salvada. No estaba. Tal vez Jason si le había dado un susto de los buenos. O al menos por el momento. 

Era la 1:30 PM y se sentía muy entusiasmada con su "cita". A la vez se preguntaba de qué quería hablar la Tía Shelly con el pedazo de cuero, corrijo, Jason. Siguió su camino diario, sonriente, saludando a las ancianas que alimentaban a las palomas en el parque (Qué gliché).Al llegar a casa, la esperaba un Coctél de Gámbas. Lo disfrutó, agradeció la comida y se fue a su habitación. Se moría porque llegara la hora acordada con Jason, <<¿Y sí no viene? ¿Qué tal sí todo es un engaño? Ay Dios... Él a simple vista, no se nota sí sea alguien de quién sospechar. Es bueno. Lo puedo notar en la forma en que me mira.>> 

3:30 PM, Hora de un refrescante baño. Sacando cuentas supuso que sí le alcanzaría el tiempo.Shampoo, acondicionador, jabón y crema exfoliante. Salió con dos toallas, una envuelta en el cuerpo y otra en el cabello. Abrió la puerta del baño en la planta alta, y comenzó a escuchar voces, masculina y femenina. Al sacar su cabeza para ver quién era, notó que era Jason y la Tía Shelly, <<¡Demonios! ¿Qué hora será?>>. No escuchaba bien de lo que hablaban, y mientras estaban distraídos en la conversación, salió corriendo hacía su habitación (que quedaba al otro extremo del pasillo). 

<<Mierda. Mierda. Mierda.>>

  Llegó a su habitación y azotó la puerta. Algo que hizo que los que estaban abajo se distrajeran de la conversación. Mientras tanto, Sallieri empezó a hurgar en su nuevo armario para ver sí traía el vestido negro con flores. Decidió usar las botas tipo militar, medias negras y un listón negro en el cabello. Se puso perfume, y salió.