Suay

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Luego de un viaje tedioso en motocicleta, donde Pooh claramente dudaba de las capacidades del mayor para conducir, ambos llegaron al restaurante donde comerían. A Pooh se le hacía raramente elegante para tratarse de un desayuno.

—Pensé que me llevarías a comer gachas o algo así —murmura pooh, entrando al lugar con clara confusión.

—Realmente quiero que comas bien, luces delgado y triste dulzura. —Pavel corrió la silla para que pooh se pudiera sentar, luciendo ridículo para el menor.

—Hablas demasiado.

Ambos quedaron en silencio durante un momento. Pooh tomo el menú con cautela, pidiendo cualquier cosa que se viera medianamente rica, mientras tanto, Pavel lo observaba con cautela parecía no querer despegar sus ojos del menor.

—¿Por qué luces asustado? ¿Te incomoda estar aquí? —Pavel preguntó con suavidad.

—No suelo estar en este tipo de ambiente a menos de que esté trabajando, no creo que tus intenciones sean ser mi amigo. —Pooh sonrió incómodo, mirando fijamente a los ojos del mayor.

Pavel apoyó la mejilla en su mano sobre la mesa, decidiendo por unos segundos qué palabras debería usar.

—No busco sexo a menos de que así lo quieras. Encontrarte de nuevo ha sido una agradable causalidad y no pienso desaprovecharla. A menos de que me digas que me aleje, no lo haré dulzura.—Mordió su mejilla interior, tratando de lucir lo más convincente posible. No quería que Pooh tuviera una mala imagen de él.

Pooh asintió lentamente, tratando de sonreír y no verse tan serio.

—Umm... Como sea. No vuelvas a invitarme a este tipo de lugares sin decirme antes, me siento fuera de lugar. —Pooh observó su ropa, tan simple e informal que contrastaba totalmente con el lugar.

—Te ves lindo de todas formas.

Pavel sonrió, él también pidió lo que quería para desayunar y luego de tener una breve conversación con el mesero, volvió su atención a Pooh.

—¿Puedo preguntarte algo? —Pavel parecía curioso.

—Ya preguntaste.—pooh lo miro, subiendo su mentón, mostrando curiosidad.

—¿Cómo es que vives con Sailub? ¿No deberías estar con tus padres? Aún eres muy pequeño.

El silencio en la mesa claramente incrementó, al igual que la curiosidad en los ojos de Pavel.

—Ya te lo dije antes, vivo con P'sailub porque Bangkok ya no es un lugar seguro para mí —pooh trató de responder lo mejor posible mientras sobaba sus piernas suavemente.

—¿Y tus padres?

—Ambos murieron. —Pooh se quiso morder la lengua cuando vio la expresión de sorpresa de Pavel. En realidad, su padre no estaba muerto, pero recordarlo le generaba un malestar tal que prefería verlo como algo ajeno a sí.

—Oh... Lo siento, no debí preguntar.

El menor sonrió un poco, en realidad se le hacía un poco divertida la reacción de las personas cuando se les decía abruptamente que alguien había muerto. Todos lucían ridículamente culpables, como si evocar a esa persona les generara algún tipo de remordimiento.

—No te preocupes, P', pasó hace varios años.

Pooh le dio una sonrisa cálida, en realidad Pavel le daba risa, no necesariamente de la mala. Pavel logró entender un poco más el porqué Pooh trabajaba en lo que trabajaba.