LA CASTAÑA ESTABA SENTADA En el sillón de su camerino, hace un semana había empezado las grabaciones y desde que comenzaron aquellas grabaciones la joven comenzó a estresarse aún más de lo que ya estaba. Necesitaba despejar su mente y olvidarse de algunas cosas.
Hace una semana fue aquella cita, hace una semana que las cosas entre Madeley y Malachi habían ido cayendo poco a poco, desde el día que Malachi fue hablar con ella todo se fue al carajo, ella se había ilusionado con sentimientos que no eran correspondidos, ella se había involucrado en algo que ella misma habia confundido.
Estaba totalmente desanimada en ese sentido, pensó que si podría llegar a tener algo con aquel peli-rojo, pero cuando tuvieron aquella charla sintió que todo lo que había trabajado con la psicóloga no sirvió.
Madeley estaba muy ida, aquella joven estaba siendo demasiado precionada por sus padres quienes le seguían exigiéndo cosas y más cosa que Madeley seguía cumpliendo sin rechistar. Y además de eso, todo lo que habia sucedido en su anterior relación había sido expuesto en todas las redes sociales, ya todos estaba enterado de aquella relación tóxica y eso la abrumada aún más.
Esa semana se había negado a salir a cualquier lado con los chicos ya que su madre la había llamando regañandola por el hecho de que se había sacado un siete que clases de francés, aquello fue una discusión que solo la madre de Madeley le gritaba y la joven del otro lado del teléfono ahogaba sus llantos, desde aquella llamada Madeley se sentía aún más precionada.
Toda aquella semana había sido una gran montaña rusa para aquella joven, de estar super bien a estar super mal, estresada y agotada.
Un suspiro cansado salió de los labios de la joven al ver que por quinta vez en el medio día su madre la llamaba, la joven decidió apagar el teléfono y tirarlo lejos de ella.
