𝗟𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗮 𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗮, 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲 tras mensaje. El teléfono de Madeley estaba a punto de explotar por tantas notificaciones que le llegaban a su teléfono. La joven sabía perfectamente de quienes se trataba pero aún así decidía agarrar su teléfono y dejaron a un lado para poder seguir con los últimos ensayos de la película.
Faltaban tan solo cuatro semanas para que se finalice las filmaciones de la película y Made quería disfrutarlas sin estar amargandose por las cosas que seguramente tendrían que decir sus padres.
Ese último mes había sido realmente perfecto, todos los días después de grabaciones los chicos se tomaban un descanso y salían a recorrer nuevos lugares de Nueva Zelanda junto a los mayores, siempre salían y disfrutaban al cien las salidas.
Madeley había creado un gran vínculo con todos los chicos en especial, con Malachi. El joven desde que arreglaron aquel inconveniente comenzó a cambiar demasiado (y para bien) siempre que podía ambos pasaban tiempo juntos, o se escapaban para recorrer las calles de Nueva Zelanda. Era realmente hermoso( por no decir perfecto ) el amor que tenían era único y genuino.
