2.- Confrontación

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Tras el encuentro con el ave de plumaje rojizo, Blu emprendió el vuelo de regreso, reflexionando una vez más sobre qué camino debía tomar, si debía simplemente ignorar el desdén de los demás y de su propia familia.

Al arribar, Blu encontró a Perla sumida en sus pensamientos, contemplando el paisaje.

— La vista desde aquí es realmente hermosa, es un espectáculo maravilloso — expresó Perla, sin apartar la mirada de la extensa selva.

Blu se aproximó a ella y, sin intercambiar miradas, ambos compartieron la contemplación del paisaje. — Sí, es verdad, es un lugar encantador. Debió ser magnífico crecer aquí y ser testigo de todo esto — comentó.

— Lo fue, y aún desearía permanecer, ¿sabes? — dijo Perla, sin voltear a ver a Blu.

Blu la observó y vio en sus ojos la nostalgia y el afecto; comprendió que ella sentía que pertenecía a ese lugar y que anhelaba quedarse. No deseaba abandonar lo que alguna vez fue su hogar, y Blu lo entendía perfectamente. Sin embargo, sabía que él no quería estar allí, no quería arruinar la experiencia para él y sus hijos. Aunque las opciones eran limitadas, Blu estaba dispuesto a discutirlo.

— Perla, creo que ni tú ni yo llegaremos a un acuerdo, pero aún así, deseo conversarlo contigo — dijo Blu, con una actitud pasiva y serena.

— Blu, ya conoces mi postura sobre dejar este lugar. Durante años creí que estaba sola, que era la última de mi especie. Ahora que sé que no es así y que mi familia sigue aquí, no puedo simplemente dejarlos — respondió Perla, con un tono ligeramente defensivo.

— Pensé que yo y tus hijos éramos tu familia

— replicó Blu, visiblemente molesto.

Perla lo miró y se dio cuenta de que sus palabras habían tenido el efecto contrario al deseado.

— No es lo que quise decir. Ustedes también son mi familia, pero ellos son con quienes crecí — intentó Perla corregir su comentario.

Blu dejó de prestar atención; escuchar eso había sido doloroso. El mero hecho de que ni él ni sus hijos hubieran cruzado su mente fue un golpe devastador. Así que decidió ser franco.

— Perla, desde que llegué, solo he recibido insultos de tu familia y de los demás. Me hubiera gustado adaptarme a vivir aquí contigo y con los niños, pero si eso implica humillaciones, temo que no podré quedarme — afirmó Blu, con firmeza aunque con cierto temor por la respuesta.

Perla, con una expresión de sorpresa y aún molesta, preguntó: — ¿Estás insinuando que piensas dejarme e irte solo?

— ¿Irme solo? Perla, fuiste tú quien decidió por mí y por nosotros que nos quedaríamos aquí. Fuiste tú quien ocultó la idea original de venir. No soy el antagonista de esta historia; simplemente eres egoísta. Me llamas egoísta cuando la egoísta eres tú — dijo Blu.

Perla, desconcertada por la percepción de Blu sobre ella, se limitó a observarlo y escucharlo. Sin embargo, todos tienen un límite, y parecía que el de ella había llegado a su fin.

— ¡Si hubiera sabido que había más como nosotros, no te habría elegido! — exclamó Perla, con enojo y luego con un gesto de arrepentimiento.

Blu, sorprendido y triste, la miró. — Entonces, al final tenía razón. Nunca fui tu primera opción, sino la única. Espero que seas feliz aquí con tus hijos. A ellos no les importo, así que al menos sé una buena madre, ya que como pareja no lo has sido ni lo serás — dijo.

Perla se dio cuenta de su error y trató de detener a Blu. — E-Espera, Blu, n-no es lo que quería decir...

— Si algo he aprendido de los humanos es que cuando hablan con enojo es cuando más verdad dicen. Así que sé que tu corazón mintió y tu mente habló con sinceridad — dijo Blu, molesto pero calmado, alejándose de Perla para emprender el vuelo.

— ¡Blu, espera! ¿A dónde vas? — Perla se acercó rápidamente a Blu, intentando detenerlo.

— Regreso a mi hogar, tú quédate en el tuyo. Aunque siempre tendrás un lugar en Río, tu casa... porque hogar solo es aquí para ti. Adiós, Perla. Suerte. —

— Blu, yo... — Perla no pudo decir más mientras veía a un molesto y dolido Blu alejarse volando.

Mientras tanto, Blu volaba entre la maleza de la densa jungla, rodeado de flora y numerosos árboles, en busca de encontrar a Coco para compartir la noticia, ya que no podía hablar con nadie más sobre sus sentimientos.

De repente, una ave roja de grandes alas se divisaba a lo lejos, sobrevolando los altos árboles y disfrutando del vuelo, incluso se podía escuchar un suave tarareo, digno de un ballet. Blu levantó la mirada para verla y elevó el vuelo para encontrarse con ella en su trayecto.

— ¿Interrumpí algo?... — dijo Blu algo apenado.

Coco detuvo su tarareo al escuchar la presencia de Blu, giró para verlo y lo recibió con una sonrisa, respondiendo alegremente:

— Para nada. ¿Estás bien? Pareces algo decaído. Nada salió como esperabas, ¿verdad? — habló con confianza.

— Eh... bueno... sí, algo así. Pero creo que lo que hice es mejor para nosotros. Quizás con un poco de tiempo se arregle — dijo Blu preocupado, mirando hacia atrás.

Coco notó su desmotivación y poco a poco bajó a un río cercano, se paró en una de las rocas sobre el agua.

— No debes sentirte mal por lo que hiciste. Simplemente buscas lo mejor para ustedes, y sobre todo para tu salud — dijo con una mirada y sonrisa tranquilizadoras.

Blu se detuvo y la miró. Al ver el apoyo de Coco, se sintió más aliviado, aunque preocupado por sus hijos. Después de todo, también eran sus hijos.

— ¿Tú crees que estarán bien? — preguntó Blu algo desconcertado.

— Por supuesto. Al final, aquí está la familia de ella, ¿verdad? Jamás tratarían mal a alguien de su familia, aunque no fue el caso contigo, tristemente — giró para ver el atardecer.

Ambos observaron cómo el sol se ocultaba lentamente en el horizonte. Sin decir una palabra, Blu finalmente sintió una paz que no había experimentado desde que llegó a ese lugar. Sabía que tenía a alguien en quien confiar. Coco era esa amiga en la que siempre se podía contar.

Y así, Blu decidió emprender el vuelo de regreso a Río, junto a Coco. Una nueva aventura estaba por comenzar, ya que todos aquellos momentos difíciles parecían haber llegado a su fin, al menos por ahora.

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Hola a todos, soy yo de nuevo, disculpen lo cortos que pueden llegar a ser los capítulos, pero haré lo posible para hacerlos mas largos, de mínimo 1000 palabras.

Aún así espero lo hayan disfrutado, los siguientes exploraremos mas la relación de Coco y Blu.

Si la autora del OC llega a ver esto espero no me haya problema con haber usado tu OC pero la vdd estaba muy linda y aprovechando el hipe y la ausencia de fanfics de está película me carcomía por dentro, gracias por todo de todas formas ❤️

Volando A Tu Lado || Rio2 FANFIC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora