Nana (Part. 2)

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- ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! - Los gemidos del omega resonaron por toda la habitación deleitando los agudos oídos del mayor - ¡JeNo! ¡M-más profundo! - articuló con la mente nublada del placer debido a los colmillos del mayor clavados en su delicado cuello -

- Eres tan lascivo - susurró JeNo en el oído del menor, causándole un escalofrío y que un gemido agudo saliera de sus labios - me encantas -

El vampiro sintió su pene palpitar en el interior cálido y húmedo, y las ganas de perforarle el estómago al omega se volvieron casi bestiales.

JeNo tuvo que olvidar por esos minutos que era el rey de los vampiros, y simplemente sujetó con fuerza el cabello del menor y estampó el rostro lloroso en el montón de sábanas que se arremolinaban al rededor del suave cuerpo del omega. Se acomodó mejor entre las piernas abiertas y golpeó con fuerza, observando con deleite como su gran trozo de carne entraba y salía del tierno agujero, al tiempo que el codicioso anillo se abría para recibirlo, como si quisiera devorarlo.

Durante estos días de puro sexo, había descubierto que le encantaba ver como el pequeño agujero de JaeMin se abría ansioso por recibir su pene palpitante, que su pequeña espalda se tensara cuando soltaba un sollozo de placer, que su trasero rebotara una y otra vez en su pelvis, que fuera fácil sujetar sus brazos con fuerza para que el flexible cuerpo de JaeMin se doblara hacia atrás y así clavar sus delgados colmillos en el suave y apetitoso cuello.

Si, le encantaba tenerlo en cuatro en frente suyo, para jugar un poco con la resistencia del omega cuando intentaba ahogarlo en el colchón, solo para que JaeMin rogara para que soltase su nuca.

Allí empezaba lo que más adoraba del sexo con el menor, cuando JaeMin se alejaba de su pene que chorreaba de pura lujuria, solo para posicionar su espalda en el colchón y abrir sus delgadas piernas a más no poder, a continuación, las pequeñas manos tomarían el duro trozo de carne y estas llevarían con lentitud la punta hasta la ansiosa entrada. Una vez allí, JaeMin tenía la mala costumbre de buscar con su tierna mirada los ojos carmesí, cuando los encontraba, se aseguraba de que el vampiro observara con total atención todas las expresiones que hacía antes de que todo el tronco se introdujera en su apretada entrada.

Después, no sabría como describir cuando la primera embestida hacía que el rostro de JaeMin se deformara de puro placer, y hacía que JeNo pierda la cabeza al escuchar los suaves gemidos.

Con el pasar de los minutos, sentiría que el límite del interior del omega se transformaba en una masa suave, hasta que esta le permitía atravesar esa barrera. JeNo estaba en su límite cuando lo que suponía era el útero del omega, lo absorbía ansioso de recibir unas cuantas gotas de su semilla.

- ¡ah! - JaeMin solía dejar salir un gemido ahogado cuando su útero era atacado - p-perfórame el e-estómago, q-quiero que te imprimas en mi interior - susurró el omega cuando sintió la punta abrirse paso en lo más profundo de sus entrañas -

El vampiro se apoyó sobre sus brazos, buscando introducirse aún más profundo en el omega si eso era posible. La estimulación desde el interior y los gemidos ahogados por el placer del omega, lo llevaron a correrse por tercera vez en esa noche.

JaeMin mantuvo la boca abierta y los ojos casi blancos, mientras toda la semilla del vampiro se vaciaba en su interior, eso volvía loco al mayor, quien sin poder aguantar mucho más se movía lentamente, buscando su liberación completa.

Y cuando sentía que todo había terminado, se aseguraba de que el omega volviera sus cinco sentidos con un pequeño descanso, durante el cual se recostaba a su lado solo para lamer y chupar la suave piel a su alcance.

BAD BLOODㅣMarkHyuck-NoMinㅣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora