BAD BLOODㅣMarkHyuck-NoMinㅣ

Sentimientos

- no lo sé...

Las tímidas palabras salieron de los delgados labios, con el único objetivo de evitar el enfado del mayor. Sin embargo, aunque su respuesta fue notablemente superficial, JeNo no parecía molesto, y lo único que cambió fue la atmósfera deplorable que parecía querer devorarlo.

- lo imaginé - dijo apenas audible - no soy igual que tu - sujetó con fuerza la mano del omega sobre su pecho - no podría perdonarme ser tan patético y débil como tú, llorando simplemente por verme en tu ventana -

JaeMin mantenía la mirada en sus rodillas, no le importaba que ese hombre lo denigrara de esa manera, la semilla del miedo ya estaba sembrada en su corazón y no tenía más opción que aceptar esas palabras. JeNo frunció el ceño, enojándose al ver como el menor no dejaba de soltar pesadas lágrimas. Le dijo lo anterior con la intención de que dejara de llorar, pero parecía que a este omega no le importaba verse estúpido frente a otros.

- ¡JaeMin! - llamó su atención, sobresaltando al menor - ¡deja de llorar maldita sea! - elevó la voz sin importarle que algún guardia lo escuchara -

El omega apenas empuñó su única mano libre, sin saber cómo detener su llanto. Estaba asustado, y eso le impedía pensar en si quiera buscar una salida a su deplorable situación. JeNo alejó la mano del menor de su pecho, y sujetó el camisón de JaeMin con tanta fuerza que este cerró los ojos sintiendo que recibiría un fuerte golpe en la frente. Sin embargo, no sintió ningún dolor, solo un pequeño cosquilleo en su nariz al rozarse levemente con la nariz de JeNo. Unos segundos después sintió el cálido aliento chocando con sus labios juntos en una línea. JaeMin soltó el aire retenido junto a un sollozo en seco.

- JaeMin... - soltó como un suspiro necesitado - deja de llorar... por favor - JeNo apretó los ojos impaciente por su pedido - que me rompe el corazón verte derramar cada gota saliendo de tus ojos -

El menor dejó de llorar inmediatamente, era algo casi imposible, pero las palabras del mayor parecían un raro tipo de anestesia que lograron calmarlo a pesar del terrible temor que sentía. El menor alzó la vista encontrándose con los ojos inyectados en sangre del mayor, y contrario a todo pronóstico, mantuvo sus preciosos ojos observando fijamente el rostro del vampiro. Buscaba un atisbo de burla, sin embargo, el vampiro solo mostraba desesperación. ¿Acaso había aparecido en su habitación solo porque no deseaba verlo llorar? JaeMin tuvo que mantener su mirada sobre los ojos del mayor encontrando solo rastros de lágrimas sinceras. No podía equivocarse con algo así, no deseaba hacerse falsas esperanzas, pero por primera vez podía ver un poco de preocupación genuina en el vampiro.

El mayor no era ajeno a la situación, los ojos marrones envueltos por una espesa capa de pestañas, la pequeña nariz y los delgados labios, lograron descolocarlo. JeNo sintió un extraño revoloteo en su estómago, no estaba seguro, pero recordaba borrosamente haber sentido ese sentimiento único que comenzaba a gustarle. JaeMin, definitivamente se veía mucho mejor con sus grandes ojos detallándolo a tal punto que pareciera que deseaba descubrir la verdad en su alma.

Ese pequeño pensamiento lo llevó a sentir, el impulso de juntar ambas bocas. Acunó el rostro del menor entre sus grandes manos y pensó ¿A que sabían los labios del menor cuando no lloraba? JeNo se atrevió a soñar aún más... ¿Qué sabor tendrían los labios del omega después de verlo sonreír?

El mayor chocó sus labios con los del menor, pensando que esa deberías ser su próxima meta, lograr que le menor sonría para él. Pero en el preciso instante que sentía por fin lo suaves y esponjosos de los labios ajenos, JaeMin solo giró su rostro y sujetó las manos del mayor buscando soltarse.