BAD BLOODㅣMarkHyuck-NoMinㅣ

Te quiero

JaeMin fue arrojado sin ningún cuidado a una habitación completamente vacía, pero muy conocida para él. Pronto se puso de pie y se sacudió suavemente para quitar el resto de polvo de su pelaje. No lo esperaba, pero aquellos estúpidos guardias lo habían encerrado en la que era su antigua habitación, la que compartió con DongHyuck antes de todo este espectáculo.

Se sentó cómodamente en una de las esquinas del lugar, tan tranquilo como si su situación no fuera desesperante. Tal vez debido al repentino arrebato de ira sumado a su inmenso dolor, su mente respondía eliminando cualquier pensamiento y emoción que pudiese inquietarlo.

Su mente no desaprovechó el momento, y tras largos instantes en los que el omega solo veía a la nada, muchos escenarios se formaron en su mente de la nada. Una creciente ansiedad lo envolvió al pensar en lo que pasaría con su vida una vez saliera de la manada. La idea de salir de la manda seguía tan clara como el agua, pero no tenía como hacerlo. Un millón de pensamientos se arremolinaron en su cabeza antes de sacar un plan piloto.

Primero sería imprescindible cortar el lazo que los unía como familia, así, ninguno de los miembros de la manada lo encontrarían. Eso tendría un doble beneficio, primero, su olor sufriría una transformación radical, debido a la desvinculación, y segundo, su olor tendría grandes probabilidades de tornarse agrio, lo cual sería una ventaja si es que deseaba que ni el mismo Lee JeNo lo encontrara.

Por supuesto, como había beneficios, también tendría que sufrir por una etapa muy dolorosa en la cual se volvería extremadamente vulnerable. Debía tener mucho cuidado, no deseaba atraer alfas exiliados que no tenían ningún escrúpulo en marcar omegas sin manada. Eso lo llevaba al siguiente punto, fuera de la manda del Este, por el camino que lo llevaría a alguna aldea cercana a una de las cuatro grandes manadas, existían un sinfín de bandidos que siendo humanos tenían negocios con lobos en su mayoría alfas y betas que traficaban con omegas.

Ser un omega era una completa mierda desde el nacimiento. Pero eso era secundario, lo único que le preocupaba era salir con vida. JaeMin se convenció a si mismo durante las horas siguientes que escapar era su mejor opción, que mientras se mantuviera alejado del lugar, ya no tendría que importarle si en este horrible lugar las personas morían o vivían. Porque él si deseaba vivir y no podía permitirse seguir muriendo en vida atrapado como un animal a la espera de ser sacrificado.

Algo conocido apretó el pecho del omega, quien solo pudo suspirar fuertemente para intentar quitar el sentimiento de tristeza y melancolía. Prefería no pensar en sus hermanos o en JungWoo, no quería pensar en su pequeño sobrino al cual no conocería, y mucho menos en lo que significaba abandonar el lugar que consideraba seguro. Eso era lo segundo en su plan, debía olvidarse de todo y todos aquí si deseaba huir.

Recién se percató de su cabeza caída cuando vio sus patas blancas apretadas una al lado de otra. Y sintiendo que una repentina oleada de tristeza lo embargaba como siempre, elevó la mirada de sus patas delanteras solo para encontrase con la habitación casi completamente vacía, excepto por los pocos muebles que estaban cubiertos por sábanas blancas. Era la misma habitación que tuvo casi por dos décadas, pero estaba completamente oscura, como si quisiera recordarle que tan solo se sentía. Y lo estaba consiguiendo, su interior era como aquella habitación desde donde se llevaron las cosas y personas que le daban vida, dejando atrás aquello inerte y sin sentimientos. Solo, abandonado, triste, deplorable, todos los adjetivos relacionados con la soledad y la tristeza parecían relacionados con su vida.

Se apoyó sobre sus patas delanteras buscando una manera de descansar su cansado cuerpo sintiendo inmensamente pesada la carga sobre sus hombros. Terminó convirtiéndose en un ovillo de pelos, mientras aguantaba las ganas de llorar tensando fuertemente todo su cuerpecito. De la nada, todo el valor, toda la resistencia que falsamente había obtenido se desvaneció como un suspiro.