Esta historia específicamente, se tratará de una relación toxica con Bakugo. Espero les guste.
Me ahogaba, así lo sentía yo.
Nuestra misión es resguardar el mundo, ser un pilar inminente, para eso nos preparamos, para eso tenemos una trayectoria, para eso decidimos convertirnos en los grandes héroes que somos en este instante, sin embargo, yo me ahogaba.
Me ahogaba en confusión, en amor, en desamor, en que las cosas que noestaban saliendo como las planee, y el hecho de que mi corazón estuviese destrozado, en mil pedazos, deshecho como solo podría estarlo él.
Un héroe es fuerte, es letal, con un sentido de justicia y fuerza, de fortaleza superior a cualquier persona, entonces, ¿Por qué yo sufría por una trivialidad como el amor? No lo sé, solo sabía que me ahogaba, en un poso del que no era capaz de salir por mi cuenta. Atrapada en este bucle dañino, ¿Y por qué? Porque estaba enamorada, sin duda era por eso. Y cada persona que estaba junto a mí podría catalogarme de tonta, sin embargo, ¿Qué entienden ellos de amor? De dar todo por una persona, de entregarle tu alma y no poder dormir sin saber que él está bien. No poder ser feliz sin tener una sonrisa cada día, de hablar por teléfono y escuchar su voz, que incluso resquebrajando tu corazón se siente tan bien.
¿Qué saben? ¿Qué saben todos de amor? Nadie podría entender que con el solo hecho de tocar su piel mi corazón se reconstruía. Nadie podría entender que mi mundo giraba a su alrededor, y que no importaba cuantas veces me destruyera, yo me levantaba para que volviera a hacerlo, romperme como más le plazca, y ser ese sostén que impediría que se cayese si es que es necesario. Quien entendería que la falta de atención, el silencio en discuciones, la indiferencia, la discordia, el desamor, el desacuerdo, la falta de mirada hacia un futuro juntos y el hecho de tener ideales totalmente diferentes no importaban cuando me dedicaba una simple sonrisa de lado, un simple gracias, un asentimiento con la cabeza. Quien entendería que eso lo valía todo, y que irónicamente me sacrificaría a mí y a todo el mundo solo para verle sonreír una vez más.
Quien entendería mi amor loco, mi amor ciego. Todo era su forma de ser, porque yo lo conocía, yo conocía cada una de sus caras y facetas, y las aceptaba todas, y todas las amaba sin rechistar ni un poco. Daba igual su apariencia, porque si estuviese en otro cuerpo, le seguiría escogiendo una y mil veces tan solo porque yo sabía cada secreto. Conocía lo peor de él y aún así lo amaba, solo por el hecho de ser él.
Y joder, cada noche rogaba por una llamada. "Por favor, quiero llamarte esta noche, quiero oír tu voz" Rogaba, sentada junto al enchufe electricidad, porque mi celular ya no tenía bateria, calándome los huesos del frío. No importaba nada con tal de saber de ti.
No éramos nada. Más bien, no teníamos un título. Alguna vez lo tuvimos, pero fue hace mucho tiempo, cuando ambos éramos apenas unos críos ilusionados con la vida, cuando te dije que deseaba tener una familia contigo. Quizás eso fue lo que te ahuyentó de mí, sé muy bien que estás comprometido con tu carrera, y no hay espacio para mí, pero por siempre estaría siguiendote, hasta que se abriera una brecha lo suficientemente grande para yo entrar en ella.
Recuerdo cuando terminaste nuestra relación. Un simple mensaje. Realmente me esperaba más despues de un año junto a ti, pero solo fue un simple mensaje, breve y sin sabor. Y ese día te insulté, te insulté hasta que mis lágrimas ya no me dejaron hablar de la angustia, y el nudo de mi garganta era tan grande que no me permitía respirar. Luego me arrepentí tanto de hacerlo, de haberte dicho tantas cosas, y que tú hubieses dicho que tenía razón, que lo mierda que eras nadie lo compensaba, y que porqué diablos te amaba si eras así. Es que tú tampoco lo comprendes, ¿Verdad? Quizás yo fui la cegada en esa enorme burbuja rosa, que vi todo perfecto y con brillantina a cada momento.