Advertencia: contenido semi lésbico. Si no te gusta :v
La boca se le secó y sus ojos se abrieron en grande cuando vieron la escena que tenía en frente, estupefacta, sorprendida, impactada. Pensaba que sus ojos la engañaban de manera cruel, porque era difícil entender algo de esta magnitud.
- ¿Cómo...? - Susurró.
- No lo sé, fui a buscar soba y después me di cuenta que ya estaba así. - Respondió con simpleza.
Cerró los ojos con fuerza, y se llevó los dedos a los párpados, intentado procesar lo que tenía en frente.
Si tan solo hace un par de horas habían salido de clases, y estaba totalmente normal, con su expresión neutra, y ahora, aquel policromo era distinto en todo sentido. Él no era él, ahora era... Ella... Demonios, ni siquiera era solo ella, era la chica más linda que había visto nunca, y eso que tenía gran competencia entre las chicas de la UA.
- ¿Ya sabe Aizawa sensei de esto...? - Titubeó, frotando sus ojos.
- Si. Creen que podría tratarse de un Quirk. Recovery girl me hizo una revisión, y dicen que mañana tendrán resultados. - Informó. Incluso su voz era más suave y melodiosa ahora.
La castaña asintió, descruzando las piernas. Sus pies tocaron el piso de su habitación, y se encaminó hacia su closet, buscando algo de ropa para el bicolor.
Le costaba procesar esto, pero debía ayudarle como fuese. Seguramente a Todoroki le molestaba que el uniforme de la UA le quedara tan grande, y que el pantalón se le cayera una y otra vez a pesar del cinturón, sobre todo porque ahora, su cuerpo era de una chica.
- Bien... Supongo que puedes usar alguna de mis camisetas y algún pantalón... Mañana puedo prestarte uno de mis uniformes... - Decía, mientras buscaba en su armario algo que pudiera quedarle bien al chico.
El chico se quedó sentado en la silla del escritorio, mirando los movimientos de la castaña sin decir nada. De vez en cuando observaba sus manos, más delgadas y finas de lo que eran antes.
Por otra parte, la castaña sacó 3 camisetas distintas, al igual que algunos pantalones, aunque dudaba un poco que le quedara perfecto, puesto que, aún siendo una chica, el heterocromático seguía siendo más alto, quizás unos 15 centímetros o más. También, con algo de dudas, tomó uno de sus sujetadores. Todo fue a parar a la cama, y ahora la morena se aproximaba a "la chica".
- Bien... Necesito que te quites el uniforme y te pruebes esa ropa...
Lo pensó unos segundos, para luego asentir y ponerse de pie. Un pequeño tirón y el pantalón cayó al piso sin mucho esfuerzo, con todo y cinturón. Se retiró el saco del uniforme y la corbata. Sus bonitas manos desabotonaron la camisa con tranquilidad, todo bajo la espectante mirada de la más baja, que se sintió totalmente avergonzada al tener a "la chica" desnuda frente a ella.
No es que nunca hubiera visto a una mujer desnuda. Le tocaba a ver a diario así a sus compañeras en los vestidores, y no provocaban absolutamente nada ya por la costumbre, pero debía de admitirlo. Se sentía algo intimidada por la apariencia femenina de Todoroki, porque era realmente perfecta.
Y cuando se giró, tuvo una mejor vista. No sentía ningún tipo de atracción hacia las mujeres, pero si vergüenza... Vergüenza porque él era un chico, y de todas formas su cuerpo era mucho más hermoso. Poseía cadera ancha y estrecha cintura, sus piernas eran largas, tersas y blancas, sin ninguna imperfección. Sus pechos se veían bastante redondos y firmes, y ni hablar de su maldito trasero... Incluso su rostro era más atractivo... Ninguna marca de estrías o semejante...
Todoroki Shoto parecía una modelo salida de revista, con apariencia perfectamente bella.
La mirada de la más baja no pasó desapercibida para él, pero intentó no pensar demasiado, comenzando a tomar las prendas que la muchacha había dejado sobre la cama. Sus manos fueron a parar al sujetador con curiosidad, y un sentimiento le pegó cuando recordó que solo hace unos días se lo había retirado a la joven a un costado de su nueva anatomía. Sonrió para sus adentros.
