Yae Miko, una mujer de familia con mucho lucro y muchas comodidades, sus padres la trataban como reina, y cuidado la tocaban.
Yae se encontraba en su habitación viendo unos papeles que le había encargado su padre para resolver una perdida económica que hubo en la empresa.
-¡Que mierda! Esto es una gran perdida para la empresa, es difícil recuperar más de 10 millones de dólares-. Yae se encontraba estresada por eso, no sé explicaba como ocurrió y su padre no entraba en detalles.
De repente el padre entró a su habitación sin siquiera tocar, este se le veía muy serio y la pelirrosa no entendía el porque su actitud.
-Hija, tenemos que hablar-.
-¿Qué necesitas? Padre-. Yae miro sospechosamente a su padre, este además de estar serio había algo más.
-Hija... Lo siento mucho, yo no quise pero es la mejor decisión-. Dijo afligido su padre.
-¿Qué?-. Fue lo único que salió de la boca de la pelirrosa.
-Tienes que casarte con una de las más grandes familias-.
-No, de ninguna forma padre, ¡tengo 23 años! Estoy muy joven para casarme-. Yae intentaba mantener la calma pero simplemente no podía.
-Lo sé hija, pero tú misma lo viste-. El padre agarró las hojas del escritorio de Yae. -¡Este dinero no sé recupera tan fácil! Entiéndelo por favor, yo no quiero perderte pero tampoco podemos arriesgar tanto-.
-¡Y tú piensa en mi papá! NUNCA he querido casarme y lo sabes, soy la única hija y no me voy a casar con ningún hombre que nunca me querrá y me tendrá de adorno-. Dijo Yae desesperada, quería que su padre cambiara de opinión. -¡Podemos resolverlo pero no me cases con nadie, por favor!-. El padre solo se levantó y abrazo a su hija, pero el momento se vio interrumpido.
-Disculpen-. Llegó una pelimorada con un traje negro con una camisa morada a conjunto de unos guantes, reloj caro, un collar de oro y obviamente zapatos relucientes. -Llevo esperando mucho tiempo y debo de irme-. Dijo firmemente con su cara sería.
-¡Si claro! Permíteme presentarlas-. Se alejó el padre de Yae para tomar su mano y llevarla juntó a la misteriosa mujer que solo miraba a la hija de su socio que estaba con su cabello desordenado y una vestimenta de casa. -Hija mía, te presentó a Ei, Raiden Ei-. Yae solo se presentó cortésmente no más porque estaba su padre.
-Mucho gusto, Yae Miko-.
-El gusto es mío señorita Yae-. Dijo seria Ei.
-Bien, si gusta la acompaño a la salida, esperamos su visita con mucho gusto-. Dijo su padre mientras salía de la habitación de Yae junto a Ei.
Por parte de Yae se derrumbó en el suelo, su padre la comprometió sin siquiera consultarle algo, ahora iba a ser obligada a casarse para recuperarse, su padre se aprovechó que era bisexual solo para comprometerla con ella, aunque le parecía atractiva la pelimorada, no por eso se iba a enamorar de ella.
Tiempo después
Yae se encontraba en la casa de su prometida, pasaron 4 meses desde la noticia y su padre decidió que empezaran a salir para que se conocieran, y la pelirrosa no tuvo mas remedio que aceptar ya que su padre se estaba cansando de su actitud y la reprendió. A veces a Yae le da miedo su propio padre.
Mientras la pelirrosa paseaba por el jardín de la casa, Ei se encontraba entrando a la mansión, no vió por ningún lado a su prometida por lo que pensó que se debió de tardar un poco y fue al jardín, era un día un poco lluvioso pero recordó que tenía que entrar a su mascota.
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¿Esto es amor? [Eimiko]
FanficYae Miko y Raiden Ei, se odiaban e incluso se lo demostraban a la otra. Y para su mala suerte sus tutoras Saiguu y Makoto eran mejores amigas por lo que se tenían que ver seguido, lo que no sabían es que nacerá un nuevo sentimiento entre ellas. ¡Lee...