capítulo 5

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Anika.

De verdad que odio a Verónica, no la mato por mi tío, pero eso no va a durar mucho, en cualquier momento le voy a pegar una de mis balas en el cráneo. No puedo más.

Todos los chicos me ven y sonríen.

—Yo te ayudo— dice Eli con una sonrisa gigante.

Como adoro a mi rubia de verdad.

—Claro que quieres matarla, si se quiera meter con tu hombre— le dice Ares a su hermana y esta lo ve con ganas de matarlo.

Adrik se ríe y cuando posa sus ojos en Eli, estos le
brillan, sonrió y él se da cuenta por lo que se pone serio y mira a otro lugar. Papá vuelve a entrar en la cocina y parece que lo piso un camión, mamá viene detrás de él.

—Bueno, es hora de calmarse.

Cuando digo eso, mi madre pone sus ojos en mí y pensé que me mataría, pero, en cambio, se acerca y me abraza.

—Principessa, te extrañé.

-—Yo también, madre.

Verónica entra a la cocina y todos posan sus ojos en ella con ganas de matarla, excepto mi padre que ni la mira, este tiene sus ojos puestos en mi madre, Verónica se dirige hacia Damián y siento que mi sangre hierve.

Mamá se da cuenta y suelta una risita y yo la miro con cara de pocos amigos, Verónica se pega otra vez a Damián y este la aleja de él, ella chilla.

Damián se acerca a nosotras y saluda a mamá.

Verónica nos ve con odio y papá se da cuenta.

—Vuelves a ver a mi mujer y a mi hija de esa manera y se me va a olvidar que eres hija de mi hermano y te sacaré los ojos— dice papá con voz gruesa y esos ojos fríos que dan miedo.

Verónica tiembla y juro que se va a desmayar porque se puso pálida.

Eli suelta una risita y Verónica la mira mal.

—De que te burlas perra— dice de mala manera.

Iba a insultarla cuando Adrik se acerca y la agarra fuertemente del brazo, Verónica le hace ojitos a mi hermano, pero esté solo la ve con asco.

—La vuelves a llamar perra y te pego un tiro en la cabeza— dice Adrik furioso— la única perra aquí eres tú.

Adrik llama a los de seguridad y la manda a sacar, Verónica se va chillando y diciendo que le dirá a su padre, como si eso la va a salvar de morirse un día de estos.

Tengo una gran sonrisa en el rostro, Eli no quita los ojos de mi hermano y mamá suelta una risita igual que yo.

—Vaya, otro par de enamorados— dice mamá.

—Cuál otro par, ellos son los únicos luego de papá y tú claramente.

Adrik sale de la cocina susurrando cosas que nadie entiende.

—Bueno, ahora mejor hablemos de otra cosa— dice mamá y posa sus ojos en mí.

Ya sé a qué se refiere, lo que sucedió en el bar.

—Mamá, ya eso está resuelto, además me acabo de enterar de que el psicópata de Damián mando a bombardear Alemania.

Mamá posa sus ojos en este y lo ve con una sonrisa.

—Damián siempre tan delicado.

Papá se ríen junto a mamá y Damián solo tiene sus ojos puestos en mí.

—Les quería decir que mañana en la noche vienen los Rinaldi a cenar— dice mamá— Como ya estás aquí, Damián deberías quedarte.

Veo a mamá y esta solo tiene una sonrisa plasmada en la cara.

Oscuro Deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora