6- Blanco y Rojo

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Estaba acostado en una suave cama,podía sentir la brisa en mi rostro, la almohada se sentía muy bien contra mi piel, abrí los ojos y la luz me aturdió por un momento, había unas cortinas blancas ondeado con el viento, un jarrón a lado de la ventana lleno de tulipanes y lirios rojos.

Me levanté de un tirón,
dónde estaba?
lo último que recuerdo es salir de la casa de ese loco corriendo, atravesar un bosque y lo demás estaba muy borroso, no recuerdo caer desmayado o quedarme dormido.

Mire mi brazo roto, estaba enyesado, y un cabestrillo azul estaba sosteniendolo, sentía extraño mi cuello, lleve mis manos a el y lo palpe, tenía vendas cubriendolo, recordé como Román me había asfixiado, seguramente me habia lastimado y dejado marcas moradas.

Como las de mi madre.

mire a mi alrededor, era un hospital, tenía un monitor de signos viales y un tripie con suero a mi lado, conectado a mi brazo derecho, vestía una bata azul, me picaba la nariz por el cloro y el olor que todos los hospitales tenían, estaba muy confundido como es que llegué aquí, mi cabeza estaba confusa y daba vueltas, la puerta se abrió y entro un Doctor mayor,con una tableta en la mano y una enfermera a su lado.
-Me alegro que haya despertado tan pronto, tuvo mucha suerte de que esos hombres lo encontraran y lo trajeran aquí, es muy peligroso acampar en esa parte del bosque en estás fechas, los animales salvajes estan más activos- se hacerco a mi para checar los signos vitales de la pantalla, su nombre estaba bordado en su bata,

Doctor. Oliver Germias Arcan

no entendía lo que estaba diciendo, cuáles hombres, de que estaba hablando.
-Yo no estaba acampando doctor, tiene que llamar a la policía, - mi corazón comenzó a aceleranse y empecé a entrar en pánico
-fui secuestrado por un hombre,me tuvo encerrado por días el fue quien me rompió el brazo, pero pude escapar, corrí al bosque y desperté aquí - el doctor me miró pero no sé inmutó por lo que le dije
-Es normal que en estos casos haya presentado alucinaciones, por la falta de comida y agua, tiene una notable desnutrición, - miro la pantalla que tenía en las manos y empezó a teclear sin prestarme atención, la sangre me hirvio
-FUI SECUESTRADO Y TOTURADO POR DIAS TIENE QUE LLAMAR A LA POLICÍA AHORA, NO FUE UNA ALUCINACIÓN -el doctor detuvo lo que estaba haciendo, levanto su cabeza para mirarme.
-Sera mejor que se calme, o tendré que suministrarle más tranquilizantes, se que está asustado, debió pasar días horribles perdido en el bosque pera ahora ya está bien, está a salvo- mi pecho subía y bajaba con fuerza, es que acaso no entendía lo que le estaba diciendo, necesitaba ayuda, estaba seguro que ese loco volvería por mi.

tome las vendas de mi cuello, las jale y rasgue hasta quitarlas por completo, dolía pero eso no me importo, el doctor giro la cabeza para evitar verme.
-MIREME, MIREME Y DIGAME A LA CARA, QUE LAS MARCAS QUE TENGO EN MI CUELLO, SON UNA ALUCINACIÓN, EL ME TORTURO - rompí en lágrimas estaba frustrado, ¿por qué no me creía ?necesitaba que ese monstruo fuera castigado por lo que me hizo.
El doctor se negaba a verme, tome el tripié que sostenia el suero, lo levate y avente en su dirección, el logro esquivarlo y solo así logré que me mirara a los ojos.

-Enfermefa Lidia, traiga más tranquilizantes por favor- la enfermera asintió y salió de la habitación a toda prisa cerrando la puerta,

cuando estábamos completamente solos el doctor y yo dijo.
-Deverias estar agradecido de que te dejarán vivir, niño - me quedé callado, mirándolo, bajo la voz, como si tuviera miedo que alguien lo escuchará.
-Te dare un consejo, finge que nada paso, vete lo más lejos que puedas de aquí, Los hombres que te trajeron dijeron que te encontraron en las montañas, se que es mentira, pagaron demaciado dinero al dueño del hospital para no hacer preguntas de más, no son personas buenas, fui militar y reconozco la marca del diablo cuando la veo, ellos la tenían en su piel, son parte de él, no vayas a la policía la mayoría son corruptos y no te ayudarán no pierdas tu tiempo, hace tiempo empezaron a desaparecer chicos de tu edad todos con el cabello rubio como tú, - hizo una pausa como si le costará decirme lo siguiente
-mi hijo es uno de los desaparecidos, tiene unos hermosos ojos color chocolate,
no lo viste dónde estabas atrapado ? - sus ojos tenían una pequeña luz de esperanza
Negué con la cabeza,
-El hombre que me secuestro, me tenía encerrado solo- pequeñas lágrimas cayeron por su rostro, me dolió matar la poca esperanza que tenía por encontrar a su hijo.

Con Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora