Extra- Agua

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Las almohadas eran cómodas, y las sábanas de ceda muy suaves, una brisa de aire fresco recorrió mi cuerpo hasta que el frío entro en mis huesos.

Abrí los ojos desorientado.

Estaba recostado en la cama, mire el balcón abierto las cortinas ondeaban con el aire, estaba oscuro afuera, mi cabeza dolía lleve mis manos para masajear un poco, ahora solo tenia una camisa a medio desabotonar encima y mi ropa interior por eso estaba muriendome de frio mire a mi alrededor buscándolo.

Estaba solo

No había ni rastro de su cuerpo, me levanté de inmediato, jalé las sabanas de ceda no había nadie a mi lado, mi corazón de agrio, me levanté lleno de ira y miedo.

Todo fue un sueño

Jale mi cabello con fuerza, él estaba aquí el me beso, el me tocó pude sentir su respiración yo sé que fue real, mire a todos lados buscándolo, pero fue inútil, él no estaba aquí, los vidrios rotos y los pétalos de las rosas seguían en el mismo lugar.

Mi respiración se aceleró mis ojos picaban por las lágrimas retenidas, parpadee varias veces.

Escuché un pequeño ruido proveniente del baño, fui corriendo de inmediato los cristales rotos se clavaban de mis pies descalzos, pero yo no sentía dolor, traté de abrir la puerta, pero estaba cerrada con seguro.

- ¿Roman estás ahí? - golpee la madera con fuerza, pero no obtuve respuesta, forceje para tratar abrirla, pero no cedía.
- ¡Ábreme! - golpee más fuerte, mi corazón se aceleró.

Y si le había pasado algo y por eso no podía abrirme, mi cabeza comenzó a crear múltiples escenarios donde Román estaba muerto ahí adentro, se pudo haber ahogado en la bañera o golpeado la cabeza al resbalarse, la ansiedad me consumió.

-Estas bien!? - golpee la puerta más fuerte una y otra vez, Pero no recibía respuesta, no espere más, corrí a la cama me arrodille y tome la escopeta que estaba escondida debajo.

Puse una bala y recargué.

Regrese a la puerta apunte y disparé, el sonido me aturdió un momento miles de pedazos de madera salieron volando en todas direcciones, patee con fuerza la madera que quedaba hasta que se abrió, me puse alerta mire en todas direcciones el vapor de agua cubría el bañó como si fuera una ligera neblina, el ruido del agua cayendo en la regadera me hizo apresurar el paso, atravesé toda la habitación pase de largo la bañera y la ropa tirada en el suelo, llegué al final donde estaban las puertas de cristal empanadas por el agua, baje el arma podía ver el contorno de su cuerpo desnudo.

Solté la escopeta.

Tome la agarradera de la puerta de cristal no espere más y la abrí, ahí estaba él con los ojos cerrados dejando que el agua resbalara por su cuerpo cubierto de tatuajes ocultos por la espuma del jabón, me lancé sobre él, rodee su cintura y lo abrace, el agua me cubrió a mi también recargue mi rostro en su pecho estaba caliente y duro.

Su respiración de aceleró.

Sentí como la ropa se pegaba a mi piel por el agua, apreté mi agarre en su cuerpo quería sentir que esto estaba pasando que no era un sueño.

-No vuelvas a dejarme solo en la cama- tomo mi rostro y lo levanto para que lo viera a la cara, su cabello estaba hacia atrás como cuando lo conocí, siempre se veía muy guapo,
-No quise despertarte necesitabas descansar- deslice mis manos por su cuerpo, subí lento hasta que rodee su cuello me puse de puntillas para poder alcanzarlo.
-Lo único que necesito, eres tú- tomo mi cintura y pego nuestros cuerpos, mi corazón latía con fuerza igual que el de él entre abrí los labios, el agua era tibia se resbalaba con facilidad entre nuestros cuerpos, él estaba completamente desnudo podía sentir el calor que irradiaba su cuerpo, empezó a caminar conmigo en brazos obligándome a retroceder, hasta que mi espalda chocó con el frío de la pared de cristal.

Amo TemerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora