Will estaba sumamente preocupado y esperaba desde hacía días, la aparición pronta de Rick. Caminaba dando vueltas en la sala de la casa de su abuela. Dos muertes ya eran demasiado y también era mucha coincidencia que habían sucedido exactamente los días en que Rick tenía intención de encontrarse con esas mujeres. Por otra parte, no se explicaba cómo podía estar sobrio desde que sospechaba que ese espectro era el asesino. El motivo era porque se sentía responsable de ello, pues él lo había incitado a llevar a cabo su plan, pero de ninguna manera le había aconsejado que las hubiera desaparecido del mapa. Era una locura.
Molesto consigo mismo, se echó en el sillón y cerró los ojos. Debería terminar con eso cuanto antes. Si no le fallaba el cálculo, Rick no tardaría en aparecer. Lo hacía cada tercer día.
—¿Qué pasa? –preguntó Rick, al ver el rostro desencajado de Will.
Will pegó un salto por el susto.
—¿Por qué no tocas a la puerta como una persona normal? ¡Casi me da un paro cardiaco!
Rick rio, pero Will le hizo señas que se callara.
—¿Qué pasa? –Volvió a preguntar Rick, sin borrar su sonrisa.
—¿Qué pasa?... ¿Qué pasa? –Will lo miró duramente— ¡Has matado a dos mujeres! Eso es lo que pasa, Rick.
Rick se quedó mudo y luego frunció el ceño.
—Eso que dices no es verdad. –Refutó él, con voz tranquila.
—¿Ah, si? Entonces explícame cómo diantres las dos mujeres con las que has salido, ¡Están muertas!
El rostro de Rick se contrajo.
—¿Estás bromeando? Porque debo decirte que no me gusta que lo hagas. Mientes, cómo también cuando dijiste que no tenías casa y mira donde estamos.
Will negó con la cabeza.
—Yo no te mentí. ¡Esta no es mi casa! Es de mi abuela que nadie visita porque nadie la aguanta. Mi esposa me dejó en la calle y yo no tengo nada. Pero volvamos a lo tuyo. A ver, explícame, ¿Por qué lo has hecho?
—¡Yo no hice nada! –exclamó Rick.
Entonces Will comenzó a dar pasos en la estancia.
—Esto está mal, muy mal. Debes parar.
El semblante de Rick se ensombreció al ver que Will estaba muy desesperado.
—Yo no las he matado, Will, debes creerme. ¿Por qué piensas que fui yo?
Will se detuvo y lo miró un momento, luego fue hasta la computadora, buscó en la sección de noticias en internet y después llamó a Rick con un gesto. Le mostró las imágenes de las noticias. Rick se quedó perplejo y dio un paso hacia atrás, sin quitarle la mirada de encima al monitor.
—¿Ahora sí recuerdas, amigo? –Preguntó Will, en tono sarcástico.
—Yo... no lo hice. –Murmuró Rick, quedamente.
—Pues te ves bastante afectado. Es normal después del arrepentimiento. –Will lo miró.
Silencio.
—Debes detenerte, Rick. Lo que intentas hacer es imposible. Embarazar a una persona viva para que tenga un hijo tuyo está resultando fatal. ¡Es absurdo!
—No...no. Debe haber algún error.
—¡Murieron en las mismas circunstancias!
—Pero yo...no hice eso.
Rick hizo memoria. Primero había conocido a Jodie y se habían visto dos veces. Pasearon y evitó que ella lo tocara, por obvias razones. Cuando estuvieron a solas, ella estaba dispuesta a ser suya y él también, pero en ese momento ya no supo más de sí mismo y después despertó en el mundo misterioso.
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El Secreto de Viento
FantasyCuando sus ojos se encontraron con ese nuevo paisaje, Rick Powell, profesor de física, nunca se imaginó que se vería inmerso en la más increíble realidad. Su vida entera se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos. ¿Dónde estaba? ¿Qué era esa luz...