—Miren lo que encontré en la oficina de papá —Mateo salió a la sala donde sus hermanos estaban viendo una película.
Los dos pequeños rubios voltearon a verlo. Estaban siendo cuidados por una mujer que se encargaba de las tareas domésticas de la casa y que en ese momento estaba al otro lado de ella, pero la señora no se preocupaba mucho por los niños porque la mayoría del tiempo se comportaban muy bien. Sus padres habían salido desde hace un rato y no les habían dicho a donde.
Mateo se acercó a sus hermanos y en sus manos traía una foto de sus padres recién impresa, todo porque a los padres se les había ocurrido armar un álbum de fotos para la familia. Aunque, fue la idea de Carlos principalmente.
Era una de las miles de fotos que los fotógrafos del paddock les tomaban al entrar, Carlos la había robado del internet y la había impreso en papel fotográfico.
—Es chistoso verlos vestidos casi de la misma forma —Carlitos le quitó la foto a su hermano y comenzó a verla con claridad.
En ese momento, el mayor tenía 10 años, Mateo tenía 8 y Lucy tenía 4.
—Mamá es bonita —Lucy estiró su dedito y señaló a Victoria. Los dos hermanos asintieron.
—Papá tiene la misma mirada de Carlitos cuando le preguntan por la escuela —Mateo fue ahora quien se burló de su padre y de su hermano.
Lucy no entendió muy bien el chiste, pero al ver a Mateo reírse lo acompañó logrando que el mayor les diera una mala mirada.
—Regresa la foto a donde estaba —El rubio le entregó la hoja a su hermano y ordenó como buen hermano mayor.
—Vale —Mateo asintió comenzando a salir de la sala, pero regresó para preguntarle algo a Carlitos —¿Me prestas tus plumones? Ya sabes esos que tienen pintura.
Carlitos, quien estaba distraído con la televisión le dijo que sí y continuó viendo su película.
Después de un rato, Mateo no regresó con ellos, y Carlitos odiaba cuando su hermano tomaba sus cosas porque nunca sabía cuidarlas, así que se comenzó a preocupar.
Volteó a ver el jardín, el cual era el lugar favorito de Mateo, y pudo ver a sus gatos echados en el pasto, pero no había rastro de su hermano.
—Lucy, busca a Mateo y me dices que está haciendo —Carlitos le indicó a su hermanita y ella obedeció. Todavía no estaba en posición para negarse a las órdenes de los mayores.
La pequeña se bajó con dificultad del sillón y fue a los lugares de la casa que sabía que a Mateo le gustaban. La rubia lo encontró en su propio cuarto y al acercarse vio que estaba dibujando.
—Hola Lucy —El castaño sonrió al ver a su hermana, por un momento pensó que sería Carlitos y que iba a regañarlo al ver lo que estaba haciendo.
—¿Qué haces?
—Dibujo —Mateo no dejó su actividad, sólo tenía poco tiempo antes de que Carlitos o sus padres llegaran.
Lucy sabía que tenía que ir a decirle a su hermano lo que Mateo estaba haciendo, pero la verdad es que eso no le divertía, por eso, mejor se acercó a su hermano y siguió viendo como el castaño terminaba de colorear unas alas de mariposa en el cuerpo de su madre.
—¿Puedo dibujar algo? —Mateo sonrió porque si los dos participaban, el regaño sería menor.
—Claro que sí, ¿qué color quieres?
—Amarilo —La pequeña lo pronunció mal, pero él entendió, así que le pasó uno de los plumones de Carlitos.
Eran ese tipo de plumones que tenían pintura acrílica dentro, por eso podían pintar la foto sin problema alguno.
ESTÁS LEYENDO
Guía para ser padres
FanfictionAcompañen al matrimonio Sainz Ellis en su nueva aventura, la de ser padres.