[6] ¡Es oficial!

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Desde su gran pelea, habían pasado dos días, lo que significaba que Carlos estaría con ella otros cinco días más antes de que tuviera que partir para Las Vegas.

—¿Tienes planes para el jueves? —Carlos entró a la habitación donde Vic se dedicaba a decorar para cuando naciera el bebé.

El madrileño ya se había acostumbrado a que cada vez que entraba, las cosas eran diferentes, al parecer Victoria no podía encontrar algo que la convenciera. Según los libros de maternidad, se le llamaba anidar y había sido una característica de Victoria desde que se había enterado del bebé. 

La cantante se dedicaba a limpiar cada cuarto de la casa a fondo, mover muebles (aunque Carlos le decía que no lo hiciera), cambiaba las decoraciones. Si por ella fuera, hubiera pintado el departamento. 

Todo para que cuando el pequeño llegara, fuera perfecto. 

—Mmm no creo. Mañana saldré con Addison a desayunar, pero fuera de eso. No, nada ¿por? —Victoria seguía empujando un buró sin siquiera voltearlo a ver.   

—Un amigo me está invitando a verlo jugar tenis y pensé que podríamos ir, a menos que no quieras y yo voy solo.

La cantante volteó a verlo por primera vez desde que había entrado y entrecerró sus ojos al hacerlo, como si le estuviera ocultando algo.

—¿No quieres que vaya?

El piloto alzó sus manos demostrando que no escondía nada y se rió.

—No dije eso. Pero con eso de que no te gusta salir a lugares tan públicos, solo lo comenté —Carlos se sentó en la mecedora de la esquina con una sonrisa divertida en su cara —Es un partido importante para él y habrá mucha prensa. Si vas, buscarán tomar tu foto, como si no supieras que aman hacerlo

Victoria sonrió engreída, seguía amando ser adorada por todos. 

—Siempre puedo usar un suéter enorme —El madrileño asintió comenzando a mecerse —¿Cómo se llama tu amigo?

—Matteo, Matteo Berrettini.

—Uh, me gusta ese nombre. Mateo.

La rubia acarició su vientre mientras veía a lo lejos imaginándose un futuro cercano.

—¿Carlos Mateo? —Victoria negó divertida ante la pregunta de su marido.

El nombre del bebé era un tema que no habían discutido desde la pelea.

—No me gusta que tengan dos nombres —Carlos soltó una risita —¿Si sabes que no me molesta que le quieras poner Carlos? Lo que me molestó fue que lo asumieras sin preguntarme.

—Error mío. Lo siento, preciosa.

Con la reciente pelea se respiraba un ambiente de calma y el piloto no quería arruinar esos momentos con ella.

—Vale. En ese caso creo que puedo ir.

—Perfecto, invitaré a Patrick y Lucía.

La cantante asintió y continuó con sus tareas mientras Carlos salía de ahí dándole un poco de espacio.

Al siguiente día, Victoria se levantó, se puso su ropa de siempre y salió hacia el auto de Wes en la ciudad. Lo había contratado para su madre durante su estadía, pues Addison era un peligro al volante.

—¡Tori! —La mujer sonrió al verla subirse.

—Hola mamá. ¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿cómo amaneciste? —El chofer comenzó a manejar a donde ya le habían dicho mientras las mujeres se ponían al corriente con su vida.

Guía para ser padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora