[7] ¿Baby shower número 2?

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Harry acababa de salir del elevador hasta lo más alto del edificio donde vivían Victoria y Carlos.

La verdad desde que los había visto hace unos días no quería volver a verlos por un tiempo, pero solo había venido porque Carlos le había mandado un mensaje y pedido ayuda, eso era decir mucho para el madrileño cuando se trataba de él.

Estaba a punto de tocar la puerta cuando está se abrió dejando ver a un Carlos nervioso frente a él.

—Carlos —Antes de que pudiera decir algo más, el madrileño lo jaló a dentro y cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido.

—Necesito que la saques de la casa por al menos tres horas y la traigas a las 4 pm en punto. Además, de que te asegures de que no coma tanto y no se canse.

El piloto se aseguraba de que su mujer no saliera de la habitación hasta haberle dado todas las instrucciones al productor. No quería hacerlo, pero no tenía otra opción.

—¿Quieres que saque a pasear a tu novia? ¿Qué sigue? ¿Hacer que aprenda trucos? ¿Qué traiga el periódico y se haga el muertito cuando te vea? —Si Carlos pudiera ahorcarlo lo haría sin problemas.

Respiró profundamente para calmarse e ignoró el horrible humor de Harry, sabía que Victoria era igual y que hacía chistes de ese tipo, la diferencia era que Victoria le gustaba, Harry ni siquiera le caía bien.

—¿Puedes hacerlo o no?

—Claro que puedo. Además, esa mujer me debe una cena y por lo que escuché hace unos días haré que ella pague.

Carlos iba a decirle algo más cuando la cantante salió de su estudio con una sonrisa en el rostro y para sorpresa de Harry, ropa de maternidad que no escondían su cuerpo.

—¡Harry! ¿Qué te trae por acá?

—No le digas que yo te llamé —Carlos susurró de forma que solo Harry escuchara y él obedeció.

Vic estaba descalza con un overol y una simple playera, además de una pañoleta sobre su cabello.

—Pensé que podríamos ir a comer, después de todo me debes una comida, ya sabes, por la otra vez.

La cantante rió bajito, pues recordaba como el pobre de Harry tuvo que estar presente en su pelea y asintió.

—¿Vienes? —Esa pregunta era para Carlos.

—No, la verdad me quiero quedar un rato. Tomaré una siesta —Victoria sonrió sabiendo que Carlos odiaba las siestas, pero prefería hacer cualquier otra cosa que estar con Harry más tiempo del necesario.

Así que fue a ponerse zapatos y agarrar su bolsa, y mientras Harry y Victoria salían a distraerse, Carlos mandó un mensaje que decía: Mamá gallina ha salido del nido.

Poco a poco, todo mundo fue llegando. El primero en hacerlo fue Lando listo con unas cajas llenas de decoraciones. A los minutos, Charles y Pierre llegaron y por último Yuki con bolsas llenas de ingredientes para cocinar.

—Ok, tenemos hasta las 4 antes de que ella llegue así que si quieren sorprenderla, tendremos que trabajar a toda velocidad.

—¡Yo me encargo de la comida! —Yuki no esperó respuesta y fue directo a la gran cocina de la pareja.

—¡Yuki, recuerda que le da asco el chocolate! —Carlos le gritó al japonés mientras recibía un grito de que entendía.

—¿En serio? —Charles preguntó incrédulo haciendo que el madrileño le confirmara la información.

—Le da asco el chocolate y todo lo relacionado, no puede ni siquiera olfatearlo.

El resto de los pilotos abrieron los ojos por la sorpresa.

Guía para ser padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora