Hoy era un día como cualquier otro, con la gente en la ciudad haciendo su vida como cualquier otro día, sin embargo lo que ellos no sabían era que bajo sus pies, o mejor dicho en las alcantarillas bajo sus pies actualmente se encontraba una persona desaparecida que estaba siendo buscada por todos.
Quien ahora mismo simplemente abrió sus ojos para darse cuenta de una cosa, que ahora mismo no se encontraba en su dormitorio.
- ¿Dónde estoy? Fue todo lo que pudo preguntar antes de intentar levantarse solo para darse cuenta de que actualmente se encontraba sujetada por cadenas que le impedían moverse, lo cual era especialmente problemático dado que las cadenas tenían grabados algunos cuantos sellos mágicos.
Luego de eso ella comenzó a observar a su alrededor dándose cuenta de que estaba en una habitación con cientos de frascos con algo que realmente no pudo identificar dentro de ellos, no obstante, no fue capaz de centrarse por mucho más tiempo en eso cuando escucho que las cadenas comenzaron a moverse.
Luego de eso simplemente volteo hacia su costado donde pudo ver algo que le helo la sangre, eso claramente ya no era un humano, tenia lo que ella pensó era cabello blanco, pero fuera de eso lo único que pudo distinguir fueron los ojos negros la pupila roja y un gran numero de heridas abiertas, clara señal de que habían torturado a esa pobre alma.
- Sangre real, sangre real ¡por fin la tengo! Fue todo lo que dijo el sujeto que acababa de entrar en su celda.
- Buenos días, ¿eres mi secuestrador? Francamente ella no esperaba que le respondiera, pero el sujeto parecía lo suficientemente demente como para hacerlo, desafortunadamente este estaba demasiado centrado en sus pensamientos o mejor dicho en repetir las mismas seis palabras una y otra vez como para haberla escuchado. – podria hacerte una pregunta, ¿para que quieres mi sangre? Pregunto genuinamente interesada es decir era verdad que era sangre real pero no tenia nada especial en ella.
- Tu... tu sangre, es sangre de demonio, voy a resucitar a un demonio en la modernidad. Fue todo lo que pudo decir el viejo loco a lo que Alexia se quedo sin palabras momentáneamente.
- "que diría el idiota ahora mismo" pensó sin saber porque pensando en lo que Naruto diría en este momento, ¿Quién diría que en una situación como esta ella se preguntaría algo tan tonto como eso?
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- ¡toma esto! Me dijo mi captor mientras me golpeaba el rostro por quizás tercera vez hoy, o bueno lo intento después de todo mi magia era tan poderosa que ni siquiera el supresor de magia más poderoso pudo sellarla por lo que tengo infinito activado y realmente no me han tocado ni una sola vez.
- Viejo llevamos con esto dos horas, no tienen otro método de tortura. Le pregunte con mi mejor cara de Póker a este punto incluso vería el documental de tres horas sobre como comer carne se considera tortura animal.
- Cállate y dinos ¿Qué es lo que hiciste con la princesa?
- Oh por favor, si la hubiera secuestrado yo habría hecho un espectáculo de ello para burlarme de lo estúpidos que son los guardias para dejar que un alumno mediocre secuestrara a su princesa. Le respondí con mi tono más condescendiente posible. El que fueran a golpearme una vez más luego de eso realmente no me molesto mucho ya que en serio pegan como nenas, bueno pegan como nenas y el infinito no me dejara ser golpeado nunca a no ser que seas más fuerte que yo o seas Alexia, realmente tengo que averiguar como hacer que el infinito sea inmune al Waifu Power.
- Ya dijiste eso seis veces. Me dijo el guardia antes de volver a intentar golpearme en la cara.
- Oh por favor, hasta un niño de tres años pega más fuerte que ustedes. le dije con mi mejor cara de Póker, aunque mi sonrisa burlona la arruino un poco.