La familia pirata | Lawlu

7 - Nieve.

— Torao~, tengo frío~.

— Ven aquí.

Estaban navegando en una zona de clima invernal. Todos estaban completamente abrigados, pero era tan helada la temperatura que ni aún así alcanzaba.

Law abrió su abrigo y atrajo al menor hacia su cuerpo, quien al instante se acurrucó allí con Lucy entre sus brazos. Ella tenía un abrigo de lana y una manta bastante gruesa para protegerse del frío. En ese momento se encontraba dormida.

— Mmm... Estás calentito.

Cerró sus ojos, refregando su mejilla en su pecho desnudo con una pequeña sonrisa de satisfacción en su rostro.
El mayor acarició su espalda, ayudándolo a entrar un poco en calor.
Luffy era más friolento que Law, pues el segundo había crecido en el North Blue, donde el clima era invernal como ese.

— Lo sé. Rara vez tengo frío. Estoy acostumbrado a él.

Ellos estaban dentro de la cocina, pero algunos estaban afuera para ayudar con las velas y lo que sea necesario. El viento era demasiado fuerte y causaba algunos estragos.

— Ah~ que frío, joder.

Sanji se echó de su aliento en sus manos, para intentar calentarlas un poco. Aunque tenía guantes puestos, el frío seguía siendo igual de insoportable.
De rejo vió a su novio, quien estaba de brazos cruzados y con su abrigo completamente abierto, sentado frente al mástil.

— Qué haces así?! No tienes frío?!

— Todo es cuestión de percepción.

El rubio lo miró con una ceja levantada, negando luego con su cabeza. Se frotó sus manos en sus brazos mientras se abrazaba a sí mismo, tratando de entrar en calor.
Zoro notó que Sanji estaba temblando del frío, así que lo tomó de la muñeca para arrastrarlo hacia él. Luego hizo que se recueste sobre su desnudo pecho, rodeándolo con sus brazos.

— Así está mejor?

Sanji se quedó completamente tieso, llevando su mirada a ver el gran pecho delante de sus ojos. Luego miró al peliverde, quien le regaló una sonrisa un poco coqueta.
Su rostro se sonrojó de golpe, además de que un hilo de sangre cayó por su nariz. Rápidamente trató de alejarse y zafarse de su agarre.

— T-tu idiota! Qué crees qué haces?! Sueltame!

— Quédate quieto! No tenías frío?!

— S-si! P-pero... J-joder...

Sanji mordió su labio inferior, tratando de decidir si se alejaba de él o se quedaba justo como estaban.
Miró una vez más sus pectorales, luego tragó duro; ahí descubrió que era demasiado débil ante el pecho del peliverde.
Rápidamente hundió su cabeza allí, introduciendo sus brazos en el abrigo de Zoro y aferrándose a su cálido cuerpo.

— Ves? No era para tanto. Hasta parece que te gusta.

Zoro negó con su cabeza, aún con una sonrisa en sus labios. Sanji levantó su mirada un poco avergonzado, chasqueando su lengua mientras un poco más de sangre caía de su nariz.

— N-no vayas a creer que... M-me gusta tu pecho y... M-me parece muy sexy , m-maldito Marimo de mierda.

El peliverde levantó una ceja, mirándolo a los ojos mientras soltaba una pequeña risita divertida.

— Mi pecho te parece sexy?

— N-no! S-solo... C-cállate.

Volvió a hundir su cabeza allí.
Tenía un ligero aroma a sake, pero su aroma natural era único; le gustaba. Sanji a partir de ese momento se volvió adicto a su pecho.
El peliverde decidió dejarlo en paz, centrandose en vigilar a su alrededor. Sin Haki de Observación, era difícil ver algo entre la nieve.