5 - Esposos y amantes.

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Advertencia: Éste capítulo tiene contenido sexual explícito. Quedan avisados.

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La tripulación era totalmente consciente de que el capitán del barco y su esposo necesitaban privacidad. Así que se pusieron manos a la obra.

Escogieron la habitación que utilizaban de almacén y la ordenaron un poco. Era bastante grande, así que la dividieron en dos.
Franky se encargó de construir una pared divisoria de madera y luego abrir un hueco para poner otra puerta.
Había quedado una habitación pequeña pero lo suficientemente grande como para que Law, Luffy y Lucy pudieran dormir con tranquilidad.
Había espacio suficiente para la cuna, un futon matrimonial y un pequeño armario para su ropa.

— Y? Qué les parece? La hice con un dooonn.

— Me encanta! Gracias, Franky!

— Está perfecta, muchas gracias por la consideración.

Law le agradeció al carpintero del barco junto con el menor, aunque también lo había ayudado. Después de todo, no tenía mucho para hacer en su nueva vida en el Sunny. Solamente cuidaba de su hija y leía libros de medicina o historia; también hacía ejercicio, aunque aún tenía heridas que se estaban sanando. Debía ser cuidadoso para que no volvieran a abrirse.

— Supperrr! Me alegra que les guste. Descansen.

— Buenas noches!

Ya había anochecido, así que el matrimonio terminó de acomodarse y ordenar sus cosas allí.
Antes de dormir, Luffy se sentó en el suelo y sobre el futon, para amamantar a su hija.

— Duermete niña, duermete ya, que si no viene Mingo y te matará~.

— No le cantes eso, idiota.

— Shishishi, pero le gusta. Mira, se está quedando dormida.

Ambos observaron como su hija comenzó a dormirse, soltando poco a poco el pezón del menor. Ya no tenía tanta leche como antes, así que de vez en cuando, le daban leche de suplemento con un biberón para que se acostumbre. Aunque Lucy aún prefería que Luffy la amamante.

— Ya se durmió.

Se levantó con cuidado de no despertarla, recostandola en su cuna y arropandola un poco para que no tuviera frío. Por la noche, en medio del mar, podía llegar a estar un poco fresco.

Law ya se había recostado en el futon; leía un libro con una vela encendida a su lado para ver bien. Luffy se arrodilló en el suelo y gateo hacia él, tomando el libro y bajándolo lentamente para que pudieran verse a los ojos.

— Hacia tanto tiempo que no dormíamos juntos... Ahora quiero tu atención en mí, no en un estúpido libro.

El tatuado fijó sus ojos grises en su esposo, levantando una ceja y dibujando una gran sonrisa en sus labios. Cerró el libro, no sin antes señalizar hasta dónde había leído, para dejarlo a un lado.

— Bien, tienes toda mi atención, Mugiwara-ya...

El menor mordió su labio inferior, gateando un poco más hasta subirse a su cuerpo y sentarse sobre su pelvis.
Las manos del tatuado recorrieron lentamente los muslos del menor hasta llegar a sus caderas y luego posarlas en su cintura. Esos pequeños toques ya habían encendido el cuerpo de Luffy.

— Mmm... Torao...

— Shhh, vas a despertar a la bebé.

Lo regañó el otro entre susurros, pero con un tono divertido y esa sonrisa sensual en sus labios que lo enloquecía. El menor relamio sus labios, quitándose su clásica camisa roja para dejarla caer detrás suyo.

La familia pirata | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora