10 - Inseguridades.

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Era de noche. La mayoría ya se había ido a dormir.

Zoro estaba en su habitación, vigilando desde las ventanas de la misma.
Sanji apenas acabó de limpiar la cocina, fue hacia allí con una botella de vino y una copa.
Por las noches, algunas veces le hacía un poco de compañía mientras vigilaba. Últimamente solía hacerlo bastante seguido de hecho.

— Tienes sed?

Sirvió un poco de vino en la copa, para luego darle la botella al otro. Estaba antojado de un poco de aquella fina bebida, pero a diferencia del peliverde, tomaba sólo algunos sorbos ya que se emborrachaba con mucha facilidad.

— Oh, si. Un poco de alcohol nunca viene mal... Gracias.

Tomó la botella, observando como el otro tenía una copa con un poco del contenido. Así que le extendió la misma, buscando hacer un pequeño brindis. El rubio sonrió un poco, chocando con suavidad su copa con el vidrio de la botella. Luego ambos bebieron un poco del vino.

— Últimamente la Marina no ha molestado mucho... Eso es extraño.

— Tal vez Garp metió mano. Él sabe que Lucy está en el barco ahora... Me pregunto si alguna vez vendrá a conocerla.

— Espero que no. Sino ésta vez matará a Law.

Sanji miró a Zoro, observandolo por un par de segundos. Su rostro, tan masculino y atractivo, se veía aún más hermoso con la luz de la luna.
Inevitablemente, un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas.
Antes no lo había notado, pero desde que inició su relación comenzó a apreciar mejor el atractivo del peliverde, y realmente le parecía demasiado guapo. Entendía porqué algunas veces llamaba la atención de las mujeres, a pesar de su pésima actitud, su mal carácter y completo desinterés en ellas.

Se acercó un poco más al otro, apoyando su cabeza en su hombro. Fue por impulso, de alguna forma buscaba un poco de su atención.
Zoro dejó de vigilar, para también mirarlo por un momento, pues pocas veces buscaba algún contacto físico por su propia cuenta.
Aunque debería admitir que le gustaba que el otro comience a acercarse más a él.

— Estás bien?

— Si... Sólo... Quería hacer esto... Te molesta?

— En lo absoluto... Puedes hasta sentarte en mis piernas, si así lo deseas.

Comentó dibujando una sonrisa coqueta en sus labios, dándole un trago a su botella.
Sanji se sonrojó aún más, imaginándose sentado sobre el regazo del otro. Aquello hasta llegó a ser un poco excitante; sintió que la temperatura de su cuerpo subió.
Zoro lo observó de reojo, soltando una risita divertida al ver su rostro sonrojado.

— En qué mierda andas pensando? Cocinero pervertido.

El rubio sacudió su cabeza, tomando un sorbo más de su copa para luego dejarla en una mesita que había allí.
Zoro lo miro por un momento, luego le dió otro trago a su botella, para rodear con su brazo la cintura del otro y pegarlo a su cuerpo. Eso provocó que Sanji se sobresalte un poco, pues no se lo esperaba.

— O-oye...

— Te molesta que haga esto?

El rubio se quedó callado, negando al final con su cabeza. Así que se quedaron así por un par de minutos, en silencio y bebiendo vino.
Ambos sentían que sus corazones estaban un poco acelerados; a ambos les gustaba tener ese tipo de contacto aunque no lo dijeran abiertamente.

Zoro se quedó pensativo, analizando un poco sus propias palabras. También se imaginó al rubio sentado sobre sus piernas.
Él tampoco pudo evitar malpensar un poco aquello; de hecho, fue más lejos que Sanji. Imaginó una escena bastante sexual con el otro, y eso lo hizo tener varias dudas en su cabeza.

La familia pirata | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora