Huida & Comienzo (Harco)

San Mungo

Harry.

Caminaba rápido por los pasillos de san Mungo, todos me miraban asombrados a este paso todo mundo mágico debe estar enterado de la derrota de Voldemort.

- Severus, ¿donde está? - pregunté al verlo.

- El está bien, solo están curando las heridas. - Dijo.

Sentí que volvía a respirar.

- Pueden pasar a verlo. - Dijo una enfermera.

Los dos la seguimos nerviosos, entramos a una habitación, ahí estaba mi hermoso rubio, mirando por la ventana.

- amor, ¿cómo estás? - dije tomando su mano.

El me miró con lágrimas en los ojos.

- Harry, el trato de matarme mi propio padre. - susurró débilmente.

- Tranquilo amor. - susurré dulcemente.

- Draco. - hablo Severus.

- Padrino, gracias por protegerme. - susurró.

Severus se acerco y abrazo a Draco con cariño, acarició su cabello dulcemente.

- Siempre. - Dijo

Draco le sonrió, poco después cayó en la incidencia.
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Me encontraba en el Ministerio hablando con el ministro.

- 13 Slytherin nos apoyaron en la Batalla, algunos de los padres también se unieron a nosotros, pero otros decidieron pelear en contra de sus hijos, Lucius Malfoy intento acabar con la vida de mi prometido Draco.

Aquí me encontraba peleando y defendiendo a los Slytherin que estaban en el lado de la luz.

- Si me entere de eso, la señora Malfoy hoy recibirá el beso del Dementor, el joven Malfoy si gusta puede despedirse.- hablo el Ministerio.

- El aun se encuentra en san Mungo pero hablaré con el, fue un gusto haber con ustedes. - dije despidiéndome.

Me dirigí a san Mungo, hablaría con draco sobre su madre, Narcissa cometió muchos error pero no deja de ser la madre de draco.

- Hola, ¿cómo sigues? - pregunté entrando a la habitacion.

- Harry, ya les dije que estoy mejor, me quiero ir de aquí. - hizo berrinche.

- Tranquilo hoy sales de aquí. - anime

- Gracias a merlín. - susurré.

- Draco, tengo que decirte algo. - me sente a su lado.

- ¿Que pasa?. - pregunto preocupado.

-Tu madre. - dije, draco me miró serio.

- ¿Sigue viva? - pregunto.

- Hoy en la tarde recibirá el beso del Dementor. - confesé.

Draco no dijo nada se perdió en sus pensamientos.

- Te puedes despedir de ella si gustas. - susurré.

- No, ambos sabemos que solo recibiré insultos de ella. - Dijo desanimado.

- Lo siento. - dije

- Harry nada de esto es tu culpa, al fin soy libre de ellos. - Dijo con una sonrisa triste.

- Dumbledore dice que podemos regresar a terminar nuestra última año. - cambié de tema.

- Si, me gustaría terminar. - Dijo

- Piensan que en 3 o 4 meses estará reconstruida nuevamente. - Dije

- Sirius me visito hace un rato, Dijo que podía vivir con él. - Dijo alegre.

- Si, podemos vivir con el hasta que la casa que era de mis padres este lista para mudarnos ahí. - dije animado.

- Te refieres a los dos, ¿quieres que vivamos juntos? - pregunto sorprendido.

- Si, se que es muy rápido y que aun somos muy jóvenes, 17 años no es mucho, pero estoy seguro de que quiero estar contigo. - confesé.

- Me gusta la idea, pero yo tendré que dar el punto de vista tu tienes un gusto horrible, si será mi casa tiene que estar a mi clase. - exigió.

- Esta bien, pero no exageres con el verde y por favor algo de rojo. - Dije rendido.

- El tapete de la entrada puede ser rojo. - Dijo descaradamente.

- Draco. - me queje.

- Esta bien, veré que se puede hacer. - dijo.

- Gracias. - sonreí.
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Esa misma tarde fue dado de alta, fuimos a Hogwarts donde se haría el homenaje a los caídos, los Weasley estaban desechos por la pérdida de percy Weasley, fue uno de los momentos más difíciles de mi vida.