18. Éxtasis

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Nota: este cap es diferente de los otros, me refiero a su esencia, tan crudo y tan sublime al mismo tiempo, lo titule Éxtasis porque eso fue lo que sentí cuando escribí la ultima palabra, espero lo disfruten, un abrazo desde mi loco y acelerado rincón del mundo...

P.O.V Kara Danvers

Caminaba una y otra alrededor de la mesa, un mapa de National City se reproducía en una pantalla que abarcaba toda la pared de mi oficina, el maldito Aleksander había lastimado Lena, si antes pesaba sobre su cabeza una sentencia de muerte ahora lo iba a torturar hasta que suplicara una bala en su hueca cabeza. Brainiac estaba enfocado en su labor de descubrir donde estaba el último bastión del bastardo. Hoy sería el día donde por fin sesgaría su vida para siempre. Un muy motivado Mon-el no tardo mucho en cooperar luego de pasar unas cuantas noches en la habitación de Imra, esa mujer podía hacer caer a un imperio si se lo proponía.

- Debes estar escondido en alguna madriguera de ratas – dijo Kate desde la esquina de la mesa con los pies sobre la misma y jugueteando con su cuchillo.

- No sé donde este, pero lo acabo de joder en grande – lo voz de Brainiac desbordaba emoción

La puerta de la oficina se abrió dejando entrar a una somnolienta y hermosa Lena Luthor. Mi pulso se acelero, su cabello despeinado caía desordenado sobre su rostro y una brillante sonrisa se dibujaba en sus labios, solo vestía una de mis franelas desgastadas y unos demasiado cortos shorts de deporte, esta mujer era espectacular sin importar lo que usara.

- ¿A quién acabamos de joder? – preguntó el amor de mi vida desperezándose.

- Umm – Brainiac dudo si decirlo o no, ya que no tenía la certeza de cuanto sabia Lena al respecto, asentí en señal de aprobación – a Kuznetsov, el sucio gusano acaba de donar ciento veinticinco millones al hospital general de National City.

Ella sonrió con malicia y palmeo el hombro de Brainiac con satisfacción. Yo sí que conocía los alcances de esta mujer cuando quería ser mala, pero como diablos esta característica la volvía más irresistible.

- ¡Tengo hambre! – dijo y se mordió los labios – no, de hecho estoy famélica.

- Puedo pedir que te traigan algo de comer – comente tan inocente que la ice estallar en risas.

- Kara cielo, anoche dejaste una tarea inconclusa – me miro con la ceja levantada – quizás después me apetezca algo de comer que no seas tú.

Kate y Mon-El comenzaron a vitorear, el color rojo tiño mi rostro por completo y una tos nerviosa se apodero de mi, los labios de Lena estaban ligeramente abiertos mientras me miraba divertida. Ella se acerco a mí suavemente y comenzó a acariciar mi espalda brindándome calma y confort, me abrazo y sus pechos presionaron contra los míos. Poco a poco me calme, ella aprovecho para susurrar algo en mi oído – ¡no te recordaba tímida cariño!

- Eres cruel Luthor – ella era perfectamente consciente de lo que causaba en mi y disfrutaba llevarme al límite.

- ¿vienes? – preguntó separándose de mí y extendiendo la mano.

- ¡Enséñale quien manda Danvers! – grito Kate en señal de apoyo.

Yo estaba completamente perdida, iría con ella hasta el fin del mundo, tome su mano y la seguí, por el pasillo que llevaba a mi habitación, la manera en la que sus caderas se contoneaban era deliciosa, la nalguee y ella volteo para sonreír.

- ¡Jugando rudo Danvers! – la mire con saña y nalguee de el otro lado de sus trasero.

- ¿Acaso hay otra forma de jugar? – esta vez yo tendría el control y la pequeña Luthor caería en mi torbellino de placer y amor.

Mas allá de la razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora