20. Destino

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Nota: un beso desde mi oscuro rincón del mundo...

P.O.V Alex Danvers

El rostro de Lena se encontraba mas pálido de lo normal, sus facciones eran de dolor extremo, con la angustia corriendo por sus ojos como pequeñas tormentas eléctricas, solo bastaba verla para saber que está demasiado rota, demasiado triste, por un instante me permití ver mas allá de lo que conocía de ella y quizás así entenderla un poco más, no me mal entiendan mi pequeña hermana se encontraba en una mesa de operaciones, también estaba experimentado el dolor mas agudo que una persona puede sentir, pero a mi lado estaba Sam, siendo un soporte vital, en cambio el de ella había muerto y revivido más de un par de veces en escasos intervalos de tiempo.

El amor es una fuerza irracional que nos eleva, pero la pérdida del mismo nos condena a la destrucción. Lena estaba en llamas, me acerque a ella, se encontraba frente a Kate solicitando ver a mi padre, imagino que para matarlo, pero no podía permitir eso, no por mi padre, el había firmado sus sentencia de muerte en el momento en el que jalo el gatillo, pero no sería la mujer que Kara amaba quien cumpliría una labor tan mezquina.

La abrace, como si sostuviera el enorme peso que llevaba sobre sus hombros, sabía que cada respiración era una batalla que recrudecía con cada segundo que no sabíamos nada, era como intentar arrancar el aire de un mundo hostil e indiferente. El eco trémulo de sus sollozos me golpeo y por fin me permití llorar junto a ella, éramos simples atisbos de luz frente a la vastedad del cosmos.

- Si existe alguien capaz de burlar a la muerte, esa es Kara – tome su rostro en mis manos para mirarla fijamente – la sola idea de estar sin ti la vuelve loca, así que tenle fe.

- El debe morir – dijo con la ira descolocando sus facciones – no le permitiré vivir después de lo que ha hecho.

- El morirá, pero no por tu mano, tu Lena Luthor eres el sol que alimenta el alma de mi hermana, nunca dejare que tus manos se manchen de sangre, así eso implique que lo haga yo misma – le sonreí

- ¿Como voy a seguir viviendo si algo le ocurre?

No había manera correcta de responder a esa pregunta, pero necesitaba creer que no llegaríamos a eso, a pesar de que ahora mismo nuestra percepción del mundo estuviera distorsionada y todo se encontrara en blanco y negro, era la futilidad de vida bailando entre nosotras...

- No puedo responder a eso Lena, pero te puedo responder con la única certeza que posee mi corazón, Kara esta luchando así que por favor no te rindas.

El pasillo que daba al ala medica de nuestro de nuestro edificio se encontraba lleno, tanto italianos como irlandeses no se movían de sus lugares, Kara se había ganado el respeto y el efecto de estos hombres demasiado duros, a pesar de sus heridas no se marchaban. Estábamos equipados con la mejor tecnología médica y Kara estaba en manos del doctor James Olsen, el mejor cirujano cardiotorácico de la ciudad, El y su equipo estaban con ella en este momento.

- ¿Dónde está Rubí? – la pregunta de Lena me tomo inadvertida.

- Campamento de niñas exploradoras – respondí sin mas

- Es mejor así.

Kate se acerco a nosotras, la culpa y el remordimiento estaba por todo su rostro, pero la verdad es que nadie la culpaba de nada, Padre era el único responsable...

- Lo siento, no pude mantenerla a salvo – sus ojos cristalizados eran una verdadera sorpresa, nunca había visto llorar a Kate.

- No es tu culpa tonta, ni siquiera Kara vio venir eso – mis palabras eran sinceras.

- Ella sabía que algo estaba mal, me dijo que tenía miedo, ella nunca tiene miedo – rompió en llanto y me acerque para abrazarla, entendía su tristeza, pero yo no dudaba de la fortaleza de mi hermana.

Mas allá de la razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora