Naruto - Nación del Nuevo Viento ✔️

6 - El secreto de la arena ~ Hogar, dulce hogar (parte 1/2)

Aunque ser la guardia personal del daimyo sonaba terriblemente importante y emocionante, en los meses transcurridos desde su ascenso a chunin y su reasignación, Temari había descubierto que el trabajo en sí distaba mucho de ser lo que parecía.

Si hubiera sabido que iba a ser tan frustrante, me lo habría pensado dos veces antes de aceptar", refunfuñó Temari mentalmente. Habría aceptado igualmente, por supuesto. Lo necesitamos... pero no habría malgastado mi entusiasmo en ello".

Tras examinar la sala -aún de forma minuciosa y profesional- y no encontrar ninguna amenaza, Temari se permitió mirar hacia la veranda abierta que había a un lado de la gran sala de audiencias. Más allá se extendía un claro lago verde azulado, salpicado de pájaros blancos y enmarcado por lejanas colinas neblinosas. Al menos la vista es bonita", pensó. El País de los Pájaros es realmente hermoso".

Las puertas de malla del otro extremo de la sala se abrieron y el séquito de los daimyo del país empezó a entrar. Temari los comparó mentalmente con los perfiles que le habían proporcionado, actualizados tras la reciente misión allí. 'El estratega Komei, el ayudante Chishima y, por supuesto, la daimyo Lady Toki...'

Al igual que su país, Toki era toda tranquilidad y belleza mientras se deslizaba hacia la sala de reuniones y ofrecía al daimyo del Viento una sonrisa cortés. "Es un honor conoceros y contar con vuestra presencia en nuestro humilde país", dijo Toki, asintiendo a modo de saludo.

"No, no", insistió el daimyo del Viento, haciendo un gesto con su abanico plegado. "El honor es nuestro, por visitar un lugar tan hermoso y pacífico". Hizo una pausa, golpeándose la barbilla con el abanico. "Aunque hemos oído que últimamente no ha sido tan pacífico".

Ese entrometido manipulador", pensó Temari sin mucho cariño. Es exactamente ese tipo de estúpido e inútil juego de poder lo que está poniendo a Arena Oculta en una situación tan horrible".

"Sí, nos enfrentamos a una dura prueba", aceptó Toki plácidamente. "Una dura prueba" era una forma de describir la pérdida de tu padre y de tu hermano, su posterior travestismo para ocupar su lugar y, finalmente, hacerse pasar por un espíritu vengativo para arrasar tu propia capital.

El daimyo del Viento se burló. "Es terrible que te traicione tu propio shinobi. Pero tal es el resultado de una ambición desmedida".

"La ambición mal dirigida puede ser algo terrible", objetó Toki. "Sin embargo, fuimos bendecidos con una resolución limpia, todo gracias a los shinobi de Arena Oculta".

"¿Ah?", exclamó el daimyo del Viento, alzando sus oscuras cejas.

La sonrisa de Toki se volvió más cálida, más real que cualquier expresión que Temari hubiera visto en ella hasta el momento. "Sí, ojalá los de la Tierra de los Pájaros pudiéramos reclamar guerreros tan leales y nobles. La Tierra del Viento está realmente bendecida". Sin dejar de sonreír, Toki clavó los ojos en la otra líder, con una mirada orgullosa y feroz. "Sería el mayor honor mantener una alianza con quienes poseen tal espíritu".

El daimyo del Viento bajó la mano y entrecerró los ojos, pensativo. "Ciertamente, es como dices", murmuró. Abriendo bruscamente su abanico, añadió: "¿Podríamos saber los nombres de esos grandes shinobi?".

"Eran un escuadrón de cuatro, dirigidos por el jonin Yaiba no Baki. Los otros tres eran jóvenes genin prometedores: Kankuro, Naruto y Gaara".

Empezando imperceptiblemente, Temari miró sorprendida a la señora daimyo. '¿Eran ellos? No puedo creerlo'. Apartando la mirada, sonrió débilmente. Parece que me he perdido muchas cosas. Me pregunto si no habrá llegado el momento de volver a casa...'.

/~/~

En el mismo corazón de Arena Oculta, en el familiar punto de referencia de la cúpula principal del 風 ~viento~ del edificio administrativo, el consejo asesor estaba reunido bajo los ojos de piedra de las estatuas de los Kages anteriores.