Naruto - Nación del Nuevo Viento ✔️

7 - El secreto de la arena ~ Eres mi amigo (parte 2/2)

¡Feliz Cumpleaños! Felicidades, Naruto!" dice la madre. Su larga melena pelirroja susurra, con mechones sueltos, mientras se inclina hacia ella. Su sonrisa es amplia y abierta.

Sólo están ellos dos alrededor de la pequeña mesa, mirando la diminuta tarta con su única vela. La llama vacila. Naruto quiere a Madre, pero de algún modo esto no le parece suficiente.

"No ha venido nadie más", murmura. "Aunque les he invitado...".

Madre sigue sonriendo, pero Naruto cree que puede estar mintiendo. "¡Hora de soplar la vela!", dice alegremente. "¡Respira hondo!"

Cuando Naruto resopla y sopla, parece más bien un suspiro gigante. La madre aplaude y vitorea. "¡Ahora, pide un deseo!", anima. A Naruto le tiembla el labio.

"Ojalá tuviéramos un hogar de verdad", dice. Madre se queda quieta de repente, y él casi quiere retractarse. Pero ahora las palabras no dejan de salir. "Ojalá dejáramos de movernos. Ojalá encontraras un sitio lo bastante bueno y...".

Se sorbe los mocos, y es vergonzoso. Tiene seis años, ya no es un bebé.

La madre guarda silencio, y Naruto lo siente ahora. No se ha encontrado bien, y esto es muy importante para ella. Pero él no puede dejar de ser egoísta. Se le llenan los ojos de lágrimas y ruedan por sus mejillas.

"Lo encontraremos pronto", dice en voz baja.

"¡Mentirosa!" grita Naruto. "¡Siempre dices lo mismo! ¡Siempre dices que tenemos que encontrar un lugar que esté bien! ¿Qué hay de malo aquí? ¡Ningún sitio está bien porque nunca nos quedamos mucho tiempo en ningún sitio! Siempre seguimos buscando y buscando!"

"Naruto..." empieza Madre, acercándose a él.

Pero él no quiere que ella le consuele. Quiere una promesa. Salta de la silla y corre hacia la puerta. Corre hacia el exterior, pero hay demasiada luz, toda blanca, antes de oscurecerse lentamente y convertirse en algo familiar. Es el desierto. Es Arena Oculta. Naruto se frota las lágrimas de los ojos y se gira lentamente para mirar atrás. Ve la pequeña casa en la que se quedaron, pero sus rasgos están borrosos en su memoria. No tiene sentido. Nunca fue su hogar.

Su madre está en la puerta, con el rostro ensombrecido, pero puede ver su sonrisa.

"Lo has encontrado. Enhorabuena, Naruto", dice.

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Naruto se despertó con tierra en la boca. Qué sueño más raro", pensó. Empezó como un recuerdo, pero luego..." Sentado, hizo una mueca y estornudó. Cuando empezó a mirar a su alrededor, su mirada captó otra y se quedó inmóvil, mirando sorprendido.

"Um, ¿buenos días? ¿Gaara?" saludó Naruto, algo vacilante, con los pensamientos aún confusos. "¿Qué ha pasado? Anoche estaba entrenando... y creo que me quedé dormido aquí...".

"Aquí" era uno de los campos de entrenamiento de los alrededores de la aldea. Todo el paisaje de la zona había sido reorganizado por los esfuerzos de Naruto, pareciendo una zona de guerra. Su resistencia no era para tomársela a broma.

"¿Qué haces aquí? preguntó Naruto, saliendo de sus pensamientos y poniéndose en pie.

Gaara también se levantó de su cuclillas, sin dar señales de cuánto tiempo había permanecido en esa posición. "Baki quiere vernos", dijo.

"¿Os ha enviado a buscarme?", se preguntó Naruto. se preguntó Naruto. "¿Cuándo fue eso?"

"A las ocho".

"Pero ya ha pasado el mediodía".

"..."

Comprensiblemente, Baki no se impresionó cuando por fin llegaron al lugar de encuentro designado, pero tampoco se arriesgó a decir nada. Por muy tolerante que Gaara se hubiera mostrado últimamente, reñirle significaría la muerte, estaba seguro.