Naruto - Nación del Nuevo Viento ✔️

23 - Exámenes Chunin ~ Segunda ronda (parte 3)

Cuando los equipos genin que pasaban a la segunda ronda se dispersaron de la clínica -algunos para recoger provisiones, otros para descansar antes de partir, otros para salir inmediatamente-, Sasuke compartió una rápida mirada con Naruto, recibiendo a cambio una breve inclinación de cabeza, y se volvió hacia sus compañeros.

"Partiremos inmediatamente. No tiene sentido esperar, y es probable que los síntomas empiecen a reaparecer pronto", dijo a Said. Luego, a Hinata: "Puedes volver a la posada. No hace falta que sigas viniendo".

Los ojos de Hinata se abrieron de par en par, con sorpresa... y miedo.

Se trataba de una misión importante que le había encomendado el clan. Era su oportunidad de demostrar que no era una completa fracasada, de hacer por fin algo para honrar a los Hyuuga, había dicho su padre. Pero, ¿qué había conseguido hasta ahora? ¿Sólo llenar el tercer espacio?

Si volvía así... Si fracasaba en esta última oportunidad...

"No estoy de acuerdo", dijo Sai, atrayendo las miradas sorprendidas de sus dos compañeros. Era la primera vez que expresaba su opinión. "Dividir al equipo creará sospechas. Y sola, Hinata-san podría ser objetivo de otros equipos. Lo mejor sería permanecer juntos".

Sasuke frunció el ceño, considerando sus palabras. No había querido ser cruel con Hinata. En todo caso, pensaba que estaría más segura en la aldea. Tampoco estaba seguro de confiar en el razonamiento de Sai, no cuando Kakashi le había advertido que vigilara a Sai con cuidado.

"¡Por favor!" exclamó Hinata, armándose por fin de valor. Inclinó la cabeza en una reverencia. "¡Por favor, Sasuke-kun! ¡Quiero ayudar en esta misión! Haré todo lo posible para no retrasarte. Por favor, déjame ir...".

"De acuerdo", dijo Sasuke rápidamente. Nunca había sabido cómo tratar a las chicas y sus sentimientos. "Vámonos".

Preocupados, ninguno de ellos prestó demasiada atención a los tres genin que los observaban.

"¿Así que ésa es tu prima? Es... muy diferente a ti", comentó Tenten en voz baja, mientras el equipo de Sasuke salía rápidamente de la casa del herborista. Ella, Neji y Lee se habían quedado atrás, siguiendo el ejemplo de Neji que observaba al otro equipo de la Hoja.

"Hinata-sama es débil. Y por eso, su equipo es débil", afirmó Neji con frialdad.

Tenten suspiró. "Entonces, ¿supongo que no aceptarás formar equipo con ellos?", dijo. Eso era lo que había pensado sugerir.

"Hmph. No hay razón para cargar con los que están destinados a perder", declaró Neji. Pero sus ojos seguían fijos en la dirección que había tomado su primo.

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"¿Vas a estar bien viajando así?" preguntó Naruto, mirando a Gaara, que se había tapado un ojo para utilizar su jutsu del Tercer Ojo y seguir a Sasuke y a su equipo.

"No pasa nada", dijo Gaara con calma. Era la mejor forma de seguir a los demás, sin perder la distancia.

Recordando la facilidad con la que Orochimaru había detectado su propia técnica, el Kazekage había dedicado los últimos días a instruir a Gaara para que mantuviera el Tercer Ojo de forma más discreta, aunque podría haber sido una causa perdida. Lo mejor que podían esperar era que Orochimaru hiciera caso omiso de su cola e intentara atacar a Sasuke de todos modos.

Más memorable para Gaara fue la extraña forma en que su padre le miraba mientras entrenaban. Era... reflexivo y considerado. Todo el comportamiento del Kazekage había sido sutilmente diferente al de sus sesiones de entrenamiento anteriores, casi inseguro, como si no supiera muy bien cómo acercarse a Gaara. Eso, a su vez, había hecho que Gaara también se sintiera inseguro, y ambos acababan a menudo sumidos en un incómodo silencio. Era lo más incómodo que Gaara había experimentado nunca, impresionante dada la habitual falta de conciencia social de Gaara.