Naruto - Nación del Nuevo Viento ✔️

15 - La Guarida de la Serpiente ~ Al Viento y a las Olas (parte 1)

En realidad, Naruto estaba bastante nervioso. En cierto modo, ésta era su primera misión como jefe de equipo. Es cierto que ese equipo estaba formado en su mayor parte por él mismo, y en cierto modo por el extraño jonin que le habían asignado básicamente para espiarle, el llamado "Kaze", pero seguía siendo un gran paso adelante respecto a ser un genin más, generalmente innecesario, en un equipo con Gaara y Baki.

Cuando Naruto pensó en ello, se preguntó si tal vez aquel jonin Kaze no había accedido a seguirle con demasiada facilidad. Naruto ni siquiera le había explicado nada, simplemente se había puesto en marcha a través del desierto. Ya habían viajado durante un día y acampado durante la noche, pero Kaze no había hecho ninguna pregunta, limitándose a observar a Naruto con una falta de expresión que los sentidos de Naruto, entrenados por Gaara, identificaron como algo parecido al desconcierto.

Por otra parte, no era como si a Kaze le importara realmente su éxito. Se limitaba a informar al Kazekage, que de todos modos quería que Naruto fracasara. Probablemente, el jonin se alegraba de pensar que Naruto sólo corría de un lado a otro como un pollo sin cabeza.

"¡Tengo un plan, sabes!" estalló Naruto sin previo aviso, señalando dramáticamente a Kaze sin romper el paso. "¡Es un buen plan!"

Kaze le lanzó una mirada fría y desdeñosa que hizo rechinar los dientes de Naruto. "Lo estoy deseando", dijo, en un tono que daba a entender que en realidad no lo estaba. Kankuro hablaba así a veces, cuando se sentía especialmente molesto.

"¡Bien!" replicó Naruto. Se dio la vuelta, enfadado, y no volvió a intentar hablar con el hombre.

~.~.~

Su destino era una ciudad en el extremo noreste de la Tierra del Viento, donde los viajeros y las caravanas curvaban su camino alrededor de la Tierra de la Lluvia -la mayoría prefería pasar por la Tierra de la Hierba, cuando viajaba entre la Tierra del Fuego y la Tierra de la Tierra, pero fuera como fuese, nadie quería atravesar los dominios de Hanzo la Salamandra-.

Los asentamientos de esa parte del país eran de los más animados y populosos, sólo igualados por los de la orilla sur del mar. Si querías conseguir buenos cotilleos o conocer a alguien del extranjero, ése era el lugar al que debías ir.

Naruto tenía en mente un destino muy concreto. Lo había buscado después de ver la entrada de Orochimaru en el Libro del Bingo, y afortunadamente había algo que ocurría en el momento justo, allí mismo, en el País del Viento.

Kaze... no estaba impresionado.

"¿Este es tu plan?", dijo, dubitativo. "¿Para hacer qué? ¿Comprar porno?"

Miró fijamente a la librería que tenían delante, como si quisiera hacerla desaparecer. El luminoso mostrador de la entrada anunciaba un acontecimiento muy especial: la firma de libros del mismísimo autor de Icha Icha.

"¡Claro que no!" protestó Naruto. "Mamá me dijo que nunca, nunca, nunca leyera esos libros. Sólo quiero hablar con el autor".

El autor: Jiraiya de los Sannin de la Hoja. Uno de los tres ninjas legendarios a los que había enseñado el Tercer Hokage. Un maestro del espionaje de cierto renombre. Un superpervertido. Cuál de ellos se consideraba el más importante seguía siendo objeto de debate.

Cuando Naruto se dirigía hacia la librería, una fuerte mano sobre su hombro le hizo retroceder. "Revelar los planes del Kazekage es traición", dijo Kaze en voz baja, inclinándose para asegurarse de que sólo Naruto le oyera.

El genin se giró para mirarle, con los ojos abiertos por la sorpresa, antes de entrecerrarse con rabia. "¡¿Qué?! ¿Por quién me tomas?" siseó Naruto. Su mano, cerrada en un puño, se crispó como si tuviera ganas de golpear al jonin. "¡Nunca traicionaría a nuestra aldea!"