Naruto - Nación del Nuevo Viento ✔️

20 - Interludio ~ Cuanto más cerca estás

¿Lo sabías?" preguntó Kankuro. Baki suspiró.

Kankuro había corrido a buscar a su jefe de equipo en cuanto consiguió salir de su estupor, tras la marcha de Naruto -y de "Kaze"-. Aún no podía creerse lo que había ocurrido. ¿Por qué, por qué se iría así el Kazekage, justo antes de una operación tan importante? ¡Y precisamente con Naruto!

"Si te refieres a la decisión de tu padre... entonces sí", dijo Baki, y su tono seco dejó claro lo poco de acuerdo que estaba con dicha decisión. "Informó al consejo de que estaría ilocalizable durante un tiempo, pero que volvería a tiempo para iniciar la operación. No dio ninguna explicación sobre su paradero durante ese tiempo, pero pude adivinarlo".

"¿Esto está realmente bien?" se preguntó Kankuro.

"El consejo dirigió la aldea antes, tras la desaparición del Tercer Kazekage", dijo Baki. "Tenemos poder suficiente para hacerlo, si es necesario". Sin embargo, sería mejor que no fuera necesario.

Suspirando pesadamente, Kankuro se pasó las manos por la cara, como si intentara borrar su cansancio. "¿En serio se supone que debemos esperar a que vuelvan?", murmuró. "Esto es... Naruto está loco, pero estoy de acuerdo, ¿sabes? No quiero ir a la guerra".

Pero, ¿qué puedo hacer? Si Naruto no puede hacer cambiar de opinión a Padre, nadie puede...' pensó Kankuro.

"El consejo tiene bastante poder", repitió Baki. Mirando a su alumno, sonrió con picardía. "No más que el Kazekage, por supuesto, pero... suficiente para ponerle las cosas muy difíciles. Demasiado difíciles para que merezcan la pena. No tengo intención de quedarme de brazos cruzados y esperar. No sé qué clase de locura consiguió infundir Naruto en el Kazekage, pero tenemos una oportunidad, mientras él no esté. Podemos movernos libremente, es nuestra oportunidad".

Kankuro le miró sorprendido. "¿Puede funcionar? Es decir, Padre debe haber convencido al consejo para poder seguir adelante con algo como invadir una de las cinco grandes aldeas", dijo. "No van a cambiar de opinión así como así...".

"No están convencidos, en su mayoría. Simplemente no querían causar inestabilidad en la aldea con disputas internas", dijo Baki, sacudiendo la cabeza. "Si los consejeros y el Kazekage están enfrentados, la aldea se debilitará aún más. Unos pocos están de acuerdo con la decisión de la Kazekage, en que ésta es la mejor y única opción que queda, unos pocos no están de acuerdo, pero el resto aún puede dejarse influir."

"Aunque no por ti ni por mí", señaló Kankuro, cruzándose de brazos. Si Naruto hubiera estado allí, ya habría acusado a su compañero de equipo de ser un deprimido malhumorado sin un ápice de alegría en su vida.

Baki no estaba en desacuerdo, pero tampoco parecía dispuesto a ceder. "¿Dónde está Gaara?", preguntó en su lugar.

¿Planeas hacer que les amenace para que cooperen? se preguntó Kankuro. '...Bueno, supongo que podría funcionar'.

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"No hace falta", declaró Gaara, después de que le explicaran su plan. "Naruto dijo que se encargaría de ello. No hay necesidad de hacer nada más".

Kankuro puso mala cara, mientras Baki volvía a suspirar. "Es bueno que tengas fe en tu amigo", dijo el jonin, y no era un pensamiento extraño que Gaara tuviera un amigo, "pero nosotros también tenemos que poner de nuestra parte. Es importante proporcionar todo el apoyo que podamos".

'Ese chico... su pasión y determinación son impresionantes, pero su capacidad de pensamiento y planificación son pésimas', pensó Baki. Si lo dejamos todo en sus manos, la aldea está condenada".

Gaara frunció el ceño. "Más tarde", dijo. "Ahora estoy ocupado".

"¿Haciendo qué? Estamos a la espera", señaló Kankuro. Y no era como si Gaara hablara con alguien que no fuera Naruto.