Sí Thorin no hubiera muerto.~Thilbo Baggenshield ~(Yaoi.)

Sí Thorin No Hubiera Muerto.

Al principio no lo creía, después cayó en cuenta de que era verdad. Estaba tumbado en el suelo con la vista hacia el cielo. Creía estar en la comarca, que estos trece meses habían sido sólo un sueño. Gracias a Aulë que no lo es. Si, de tanto estar con los enanos, ya había hasta adoptado sus expresiones. Se recostó sobre sus codos. Estaba en la montaña. ¿Qué estaba haciendo?. La información vino de golpe. Después de ver a Fili morir en las manos de Bolgo, había ido con Thorin hasta que se separaron, entonces un Orco lo atacó...¡Thorin! Dios santo ¿Dónde estaba?. Gracias a su posición pudo divisarlo a lo lejos, peleando con Azog y este estaba apunto de matarlo.
En un movimiento y sin pensarlo fue a socorrer a Thorin. No podía dejar que muriera, no otra vez. Por su parte, el rey bajo la montaña sólo tenia un objetivo, matar al orco pálido.

Bajando rápidamente por la rucosidad de aquella elevación, Bilbo observaba a Thorin sin perderse ningún movimiento, esto causo que se resbalara y raspara su pierna en una filosa roca a tal punto de que se abriera y sangrara. No puedo seguir caminando, pensó, A este paso jamas llegare. Una idea algo arriesgada cruzó su mente, pero estaba dispuesto a todo por Thorin.

-¡Hey orco!.-grito y Azog lo miró-. ¿Me recuerdas?. Soy el mediano que casi te mata.

- Tú- dijo con una voz ronca-.  El saqueador de Escudo de roble-. Volvió la mirada hacia el antes mencionado quien tenía una notoria preocupación en su rostro.- Te matare primero a ti y después a Oakenshield - Gritó para Bilbo.

El hobbit no se movió ni un centímetro, aunque sus piernas temblaban. La vida de Thorin vale más que esto. Se dijo así mismo para darse valor. Con sus piernas clavadas en el suelo vio a Azog levantar su espada para marcharse, Thorin no podía seguirlo por el fuerte dolor que atravesaba su pie. El orco dio media vuelta y se encaminó hacia el hobbit. El saqueador deseaba que alguien viniera a su rescate ¿Dónde estaba el Mithrandir cuando se le necesitaba?.

-Bilbo-. Susurró Thorin viendo al saqueador en peligro. Nadie toca a mi ladrón. Pensó sin prestarle atención al mi. Con la fuerza que le quedaba se levanto y comenzó a andar por un camino más corto hacia Bilbo. No decayó ni siquiera por el dolor y cansancio de la guerra.

Tomando unas piedras que estaban a su alcance, apuntando y lanzándolas. El mediano esperaba defenderse o por lo menos retrasar su muerte, pero esto sólo hacia enfurecer más al orco. Con paso firme acortaba su distancia. Si mi vida ha de llegar a su fin que sea en lugar de la de un amigo. La palabra amigo resonó en la cabeza de Bilbo.¿Qué era Thorin para el?. ¿Un simple amigo o algo más que no se atrevía a pensar?.

Nadie toca lo que es mío. Se repetía una y otra vez. Ya había notado que declaraba abiertamente al hobbit como suyo, y lo era. En el momento en el que cruzó la puerta redonda, en el que escaneó al hobbit y sintió algo que no lo había sentido en mucho tiempo. Necesidad. Necesidad de proteger, cuidar y tener a alguien, pero negó y enterró sus sentimientos en lo profundo de su corazón, forzándose a sí mismo a tratar con indiferencia a aquel saqueador, para así no encariñarse más de la cuenta. Sus intentos fueron en vano al ser rescatado por el. No pudo resistir ver que él moriría con tal de salvarle, ahí cedió y cayó en los brazos de aquel comarqueño.

Ahora, mientras caminaba para rescatarlo, aceptó totalmente lo que sentía, era más que cariño, y estaba muy lejos del respeto; hace tiempo que había pasado esas barreras para darle paso a un sentimiento mucho más fuerte y del cual, sólo había oído hablar, pero se presento tan repentinamente que apenas lo notó al estar tan concentrado en la guerra.

Cada paso que el Orco daba era un martirio, significaba que la muerte se acercaba a él. Podía sentir como se le iba la vida con cada pisada y no podía hacer nada, solo dejarse ir.