Arkenstrone

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Entre sus sueños se había colado la luz del sol hacia sus párpados, el ruido de dos personas hablando por teléfono hacia sus oidos, de hecho una de ellas estaba gritando. Podía escuchar el tono enojado, las palabras que utilizaba, unas no muy agradables cabe decir, lo que más le sorprendía era que conocía su voz. No supo cuanto tiempo estuvo así, con la mente despierta y consciente pero el cuerpo no, en un tupo de letargo. Se despertó al reconocer ambas voces. Richard estaba siendo reprendido de nuevo por su padre, de la misma forma en la que siempre le gritaba. Lo había esuchado hacerlo cuando estaba en el restaurante con Richard.
-¡Deja de hacer idioteces!- el grito exaltó al rubio haciendo que se despertara definitivamente- ¡Regresarás en esté mismo instante!. ¡Eres demasiado idiota sí crees que te saldrá bien.
-No. No regresaré hasta acabar esto-. Martín pudo ver lo roja que estaba la cara de Richard.
-¡Escuchame!. Sí no regresas en este preciso segundo, te quitare de mi testamento, puedes despedirte de la presidencia, de los lujos que tantos años has tenido. Tus tarjetas y cuentas estarán congeladas. Te daré tiempo. Tienes un día para pararte frente a mí. ¿De verdad creías que no me daría cuanta? Ir de viaje de negocios ha Zurich. Eres un estúpido - ordenó más clamado pero con voz firme.
-No puedes hacerlo- declaró el ojizarco-.
-¿Qué?-.
-Sí no soy yo ¿Quién más?. ¿Thomas(Ferrin)?, ¿David(El padre de Fili y Kili)? O ¿A caso será Erin(Dis)?. Dean(Fili) jamás aceptara ese puesto y no dejara que Aidan(Fili) lo haga. Sólo te queda Billy(Dain), y el tampoco lo hará. ¿Sabes por qué? Porqué Thomas, David y mi madre murieron por tu culpa. Eso es lo que pasa cuando la gente ésta cerca de ti. Todos prefieren la muerte antes que a ti. Estoy tan contento de haberme llevado a Erin antes de que ella también muriera. Sí estoy vivo es para asegurarme de que nadie más caiga en tus asquerosas garras. Así que como soy la única persona que te queda, harás lo que yo quiero. Sí quieres que tu bendita empresa siga en pie, no me molestes más. Volveré cuando tenga que hacerlo.
-¿Y qué hay de aquel asunto?. Puedo destuirte tan rápido que ni siquiera te darás cuenta
-Sabes que no lo harás. "Ese asunto", como tú lo llamas, no me afectará. Ni tengo nada más que proteger, no puedes destruirme.- colgó su celular y lo arrojó hacia su cama. Sólo en ese momento se dio cuenta de los ojos grises que lo miraban.
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-¿Estás bien?- preguntó el ojigris mientras jugaba con su desayuno-.
-Claro que lo estoy- contestó con tono seco-.
-¿Seguro?. Aún pareces enojado. Si quieres hablar con alguien...- se calló al ver a los ojos al azabache, quien otra vez, con una sola mirada le dijo que se detuviera-.
-No hagas eso- dijo dando un bocado.
-¿Hacer qué?- preguntó sin comer aún. Ambos comían lo mismo, un omelete en la comodidad de su balcón.
-Mirarme con esos ojos tristes para que te diga todo. Siempre haces eso y siempre funciona, así que no lo hagas esta vez, porque no tengo ganas de contare sobre ello.-El rubio se quedo callado por un momento y comenzó a comer- Y ahora estas haciendo que me sienta mal.
-No lo hago- replico viendo su plato con el ceño fruncido-
-Tal vez conscientemente no, pero lo haces. No es necesario que lo hagan. No es necesario que me escuches. Con que estés aquí basta y sobra. Eres como la morfina, relajas sin necesidad de hablar, es sólo tu presencia. Eres sólo tú.- No debí haber dicho "morfina".
-¿A qué te refieres?- preguntó alzando la vista.- ¿Qué quieres decir con "sólo tú"?.
-A que eres el único que no ha huido. Todos lo hacen. Cada vez que ven quien soy lo hacen. A lo mejor es por eso. Todavía no sabes quien soy en realidad.
-Creeme. No hay nada que hagas que sea peor de lo que he visto.- sonrió amablemente-.
A pesar de haber sonreído también, en la mente de Richard habían dos dudas. La primera: ¿Qué era lo que el rubio había visto?. La segunda: ¿Cómo reaccionaria al enterarse de que es un drogadicto que actúa muy bien para ocultarlo?.
-Acaba rápido de desayunar. Iremos a un lugar.-comentó el ojizarco comiendo de su omelette-.
-¿A dónde?.
-Lo veras cuando estemos ahí.- sonrió de lado-.
Después de terminar de comer, ambos hombres salieron de su habitación, bajaron en el elevador para después salir del hotel y ingresar en el coche rentado, al mismo tiempo que un silencio, y pequeñas conversaciones los acompañaban.
La enorme esfera en la que estaban, tenía las plantas más verdes que había visto, algunas eran extrañas, otras bonitas, pero debía admitir que era una hermosa vista. El azabache fue muy ingenioso en llevarlo al : Jardín Botánico de Zurich.
Después de una pequeña explicación, mirar entretenidamente el espacio, la inspiración nació en Martín, la idea de un libro, muy lejano al que pensaba escribir en primer lugar, apreció en su mente en un segundo.
El helado era muy bueno, estar sentado mirando a las personas pasar también lo era. Estaban sentados en una pequeña banquita blanca. Martin lentamente se había acercado lo suficiente a Richard para recargarse en él levemente, y el ojizarco no había puesto resistencia. Para la desgracia... Mía, Richard decidió romper el momento.
-¿Cuando naciste?
-¿Por qué?
-Necesito ese tipo de datos para la solicitud de empleo. Tu nombre completo, lugar y fecha en la que naciste, padeces alguna enfermedad, nombre de tu madre y de tu padre. Y muchos más.
-Oh. Te lo contestaré en cuanto regresemos a la habitación.- contesto con su sonrisa afable de siempre. Aunque sentía que había sido un intento por parte de Richard para alejarlo.
El resto del día fue común para un turista. Al acabar el helado fueron a caminar mientras miraban las tiendas, después a comer, luego de nuevo a caminar, husmear en una galareia de arte para terminar en su alcoba pidiendo la cena.
-¿Qué quieres saber?- preguntó el ojigris-.
-Todo- contesto el ojizarco-.
Después de tardar no menos de media hora llenando la solicitud, los dos se dispusieron a ocupar sus respectivas portátiles. El rubio comenzó a escribir pequeños versos que le venían a la mente con relación a su nueva historia:
" y yo seremos como una fábula, pero no de aquellas que te enseñan lo correcto, sino de aquellas que te muestran que lo incorrecto tiene un sabor más dulce. Seremos la excepción en todo. y yo seremos la flora que se come a la fauna. Seremos una moraleja rebelde y juzgada por los demás. Nosotros seremos lo prohibido, pues todos saben que tú y yo no debemos estar juntos. Mientras nos miramos destruimos al mundo y se cae a pedazos por culpa de nuestro amor. y yo somos más que la lujuria y desnudos. Nuestro amor va más allá de lo terrenal".
Por otra parte, el azabache estaba arreglando los papeles que el ojigris llevaría y meditaba sobre el guión que diría. Sólo faltaba algo.
-Creo que lo tengo- dijo para sí mismo-.
-¿Qué tienes?- preguntó el escritor dejando su redacción. No recibió respuesta, puesto que el empresario estaba buscando algo en su maletín-.
-Esto- señaló el libro que sacó.
Shock. Shock era la única explicación. Un libro rojo con una mujer en el, debajo de esta el nombre de Sroo Apé. El rubio se quedó en shock al ver aquella escena. Su libro, su seudónimo, su obra, y todo lo que ello representaba, en manos del ojizarco.
-¿Qué es eso?- preguntó de nuevo-.
-Este es mi libro favorito de mi escritor favorito. ¿No lo has leído?- el menor negó con la cabeza- Es sobre una mujer que despierta en el bosque, se da cuenta de que secuestraron a su esposo e hija, más específico, que un ex-novio de la secundaria que esta obsesionado con ella lo hizo. Ella comienza a seguirles la pistas. Al final logra rescatarlos con un truco, finge que odia a su marido.-El contrario alzo los hombros es señal de duda, sin poder emitir palabra- Eso sera lo que harás tú. Le dirás a Cumberbatch que trabajase conmigo un mes y que me odias con toda tu alma. Él acepta a cualquier persona que le diga eso por alguna extraña razón. Te pondrá en un altar sí le cuentas algo malo sobre mí.
-¿Cómo qué?- se obligó a cuestinar- .
- Te lo diré llegado el momento- Contestó. Necesitaba pensar en algo que no fuera "soy un drogadicto que se acostado con todas las prostitutas de Londres"- Necesitaras ser convincente. ¿Puedes hacerlo?.
-Sí pude interpretar a el lobo feroz en el jardín de infantes podré hacer esto.- sonrió satisfecho al escuchar la pequeña risa de Richard. Necesita averiguar más sobre los gustos literarios de Richard.
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La empresa era enorme. El edificio tenia ventanas espejo que lo cubrían. Tan alto y perfecto que te mareaba y estas estaban señoreadas con el logotipo de "Arkenstrone" en un color plateado. La recepción no se quedaba atrás. La empleada combinaba perfectamente con el lugar. Una sonrisa blanca, un traje azul marino y un cabello recogido en un moño. Cada persona en ese lugar parecía ser rica. Martín se sintió incómodo, a pesar de que llevaba un traje que costaba no menos de lo que se gastaba en dos rentas, y que estaba hecho a medida ( regalo, obviamente, de Richard).
El elevador era transparente y mientras subía pudo observar el basto espacio. Al llegar al ultimo piso, osea el 38°, la caja de metal se detuvo un momento. Pudo sentir las miradas de todos. Se sintió como un adolescente al cuán su madre le encontró revistas playboy. Cuando por fin se abrieron, camino con la vista hacia abajo evitando cualquier contacto, tanto físico como visual.
Una enorme oficina lo recibió al ser presentado y anunciado. El hombre detrás de aquel escritorio negro lo miró como si lo analizara, más bien como sí pudiera leerlo. Sus ojos, su cara, su sonrisa, su forma de caminar, todo él era como un dragón. Se acerco con elegancia hasta tener al rubio en frente.
-Debe de ser el Sr. Freeman.- comentó con un ligero rose entre su lengua y sus dientes-.
-Si. Si, lo soy- contestó intimidado, no sólo por la altura, sino por el porte del contrario-.
-¿Me podría decir el por que de su renuncia a las empresas Armitage ó Erebor Company?- preguntó caminando alrededor del escritor con las manos en la espalda baja-.
-La verdad es... No voy a mentirle. El tal Richard, quien era mi jefe, era un completo idiota- el dragón sonrió levemente-.
-¿Sólo por eso?-.
- Hay otra razón.
~•~•~•Flash back•~•~•~
-Soy gay y me atraes fisicamente. No puedo resistirme a tus encantos - dijo el ojizarco con total naturalidad-.
-¡¿Qué?!- gritó desprevenido el ojigris-.
-Que le dirás a Cumberbatch que soy gay e intente ligarte.-Repitió mientras tomaba una soda.
-No asustes así a la gente- respondió el otro, el cual no sabía sí sentirse bien o mal porqué había sido una broma-.
~•~•~•Fin flash back•~•~•~
La risa de el de tez pálida invadió la oficina.
-Lo sabía. Sólo podía hacer eso. Intenta ocultarlo, pero es obvio- dijo entre dientes-.
-Si. Lo sé. Lo tuve que aprender a la mala.
-¿Qué fue lo que le hizo?- dijo mientras estaba de nuevo a su alrededor. Lo miraba un poco ¿celoso? ¿enojado?.
-I-intento, intentó besarme- comemento tratando calmarse-.
-Entonces. Le gustan los rubios- indicó el más alto. Ahí esta esa mirada de nuevo. Se dijo el rubio.
El de cabello negro regresó a su escritorio y señaló una silla enfrente se él para que el menor se sentará.
-Creo que podremos llevarnos muy bien señor Freeman-.
-Me puede llamar Martin ofreció-.
-Entonces, Martin, puedes llamarme Benedict.- cambió su cara a una más seria- Sólo una cosa más- El rubio trago en seco- ¿por qué eligió venir aquí?.
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Richard estaba esperando en un coche a dos calles de la empresa, bebiendo un café, intentando parecer una persona común y corriente cuando parecía un agente de la CIA espiando a alguien. No , no estaba stalkeando a su secretaria. Entonces, Martin llegó, abrió la puerta, entró y la cerró en un instante.
-¿Qué pasó?- preguntó el ojizarco al ver al otro pálido como un fantasma.
-No me dijiste que me preguntaría la razón por la que quise estar en su empresa- contestó mirando al frente-.
-¿Qué le respondiste?.
-Le dije que unos empleados me recomendaron venir aquí, ya que era una mejor empresa.
-Buena respuesta.- dijo intentando ocultar su sarcasmo.- Entonces, ¿Estas adentro?- cuestionó-.
-Oh si. Claro que lo estoy.- El rubio esbozo una forzada sonrisa, que fue lo suficientemente convincente como para que Richard se la creyera. No podía sonreír. Estar con ese hombre a solas, que le tocara la mano y sentir su mirada le daba nervios, pero no unos nervios que se podían controlar, estos eran incómodos, hasta sofocantes. El mismo tipo del que sintió cada vez que se quedaba a solas con su padre después del funeral de la tía Verónica.
El ojizarco sonrió agradecido. Nadie había hecho tanto por el en toda su vida. La persona que se suponía, debía de cuidarlo, jamás lo hizo. Estaba convencido de que sólo alguien le había amado de forma desinteresada y sincera, pero esa persona no estuvo con el mucho tiempo. 6 años no sirven para más que conocer superficialmente a alguien. Aun así, el sentimiento era recíproco y seguía amando a su madre... Y por supuesto, odiando a su padre desde que tenía memoria. Michael era el peor hombre sobre la faz de la tierra.
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-Es este- dijo Cumberbatch mientras le extendía un expediente a un hombre de traje que tenía rapada la cabeza.
-Parece un insecto inofensivo. Una simple mosca ¿Qué quieres que haga con él?- observaba atentamente aquellos papeles-.
-Siguelo. Quiero saber todo sobre él. Quien es, de donde viene, que quiere, que come. Quiero todo, hasta el ultimo dato.- contesto riclinado en su asiento- Y más sí esta relacionado con él.
-¿Y después?- .
-Harás lo que siempre te pido. Pero esta vez, sí es lo que yo pienso, tendrás un trabajo dobleobviedad, doble paga-.
-Estoy dispuesto a sacrificarme, Sr. Cumberbatch-.
Ambos hombres sonrieron de una forma sínica. Uno pesaba en lo fácil que le resultaría el trabajo, el otro, en que por fin se libraría de una molesta carga que comenzaba con "M" y terminaba con "L". Pero también pensaba en que podía tener un encuentro más profundo con el hijo de este.
Contratar a ese hombre le beneficiaba mucho. Nadie escapaba de él, ya que, siempre alcanzaba su objetivo y terminaba con broche de oro; sin dejar ningún cuerpo que profanar.
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Esta bien, esta bien. Lo acepto. Pueden arrojarme tomates o es que quieren, una sandía. que prometí actualizar dos semanas atrás, pero han ocurrido varios acontecimentos. Como ya saben, sólo tengo el jueves libre. Resulta que un jueves salí con mis amigos y el otro me fui a inscribir a la preparatoria. Eso me recuerda ¿Cuantos años piensan qué tengo?.
Quiero pedirles perdón por no dar señales de vida, pero oigan, es de las unicast veces en las que tengo vida social.
En fin.
tienen algún comentario, critica, sugerencia, amenaza de muerte o insulto no duden de dejarlo en los comentarios, y ya están en eso piquenle a la estrellara les gustó, y no, también.
Nos leemos luego. Bis bald.

Sí Thorin no hubiera muerto.~Thilbo Baggenshield ~(Yaoi.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora