8- Soledad

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Román estaba ahí tirado sin moverse, yo lo miraba desde arriba, no podía creerlo estaba muerto?

Con una pierna lo empuje, sacudí un poco su cuerpo, nada, no se movía, tenía que comprobarlo y asegurarme de ello,

Me agache, puse mi cabeza sobre su pecho,se escuchaban sus latidos lentos pero fuertes, le había dado un frasco completo de tranquilizante cómo para matar a un toro y a un seguía vivo.
Si se despertaba estaba muerto, , tenía que acabar con el ahora que tenia la ventaja , me levanté abrí un cajón de la cocina, saque un cuchillo grande y afilado , terminaría rápido, era el o yo.
Lo mire indefenso, ahí dormido, me puse de rodillas encima de el, levante el cuchillo con mis dos manos, listo para acabar con todo esto.

No pude.

Empecé a temblar, baje el cuchillo, tenía que hacerlo si no lo hacia iba a terminar como el hombre flotando en un canal muerto, era él o yo, volví a levantar el cuchillo lo tome con fuerza tratando de no temblar, mire el rostro de Román,estaba tranquilo y sereno sus rasgos se suavizaron su cabello se despeinó, dándole un aura juvenil haciendolo ver casi inocente, solo tenía que apuñalar su corazón, y todo acabaría, me dejaría en paz, solo..

Solo..

Sentí mi pecho oprimido, me sentía mal ,ya había asesinado antes, porqué me era tan difícil ahora, mi respiración empezó a acelerarse, era ahora o nunca, empecé a llorar sin saber el motivo, deje de mirar su rostro así iba a ser más fácil , estaba decidido lo iba a asesinar aquí ahora, baje el cuchillo con fuerza directo a su corazón

Se escuchó un teléfono vibrando

Me detuve justo antes de llegar a herirlo, el cuchillo quedó a escasos sentimientos de su pecho, era el teléfono de Román, estaba en el bolsillo de su pantalón, lo saqué y junto con el teléfono se deslizó una tarjeta de un casino

Me quedé mirando la pantalla, apenas podia distinguir las letras en el, mis ojos estaban cubiertos de lágrimas,

-Llamada entrante de Dimitri

iba a colgar pero mis manos al estar tan temblorosas presione sin querer, contestar la llamada,

escuché la voz de un hombre, parecía estar borracho.
-Roman, te necesito no sabes cuánta falta me haces, vuelve a Rusia vuelve conmigo, desde que te fuiste no ha habido un solo día en el que no piense en ti, tu olor, tu mirada la forma en que me ves, me estoy volviendo loco, dejalo y ven conmigo, no te merece yo soy lo único que necesitas, siempre he estado ahí para ti, he estado contigo toda mi vida, eres todo lo que conozco y anelo, siempre he hecho todo lo que me has pedido he cumplido cada capricho y deseo tuyo, por qué lo eliges a el, por qué a él,- escuché cristal romperse del otro lado de la llamada, como si aventaran una botella a la pared
- te he dado todo de mi, cada parte de mi vida la he dedicado a ti, ya no puedo llamar a mi corazón mío por qué está tan lleno de ti que ya no me pertenece, me duele, duele mucho,Román yo... Yo..- se podía escuchar la respiración agitada del otro lado de la llamada, no sabía que decir o si debía colgar, sentía que no debía estar escuchando, me sentía como un intruso.

-Roman no está aquí - hubo Silencio total del otro lado de la llamada
-Donde está y Por que tienes su teléfono - la actitud que tenía el hombre al inicio había cambiado por completo, ya no había rastro de debilidad en su voz solo rabia contenida, me quedé callado vi a Román debajo de mi inconsciente, y el cuchillo en mi mano,
-Eres tu verdad, la perra que me lo quit-colgue la llamada, avente el teléfono a un lado, volvió a vibrar una y otra vez en la pantalla se leía

Llamada entrante de Dimitri.

Volvi a ver a Román, su rostro se movió a un lado, no iba a despertarse verdad?
me levanté rápido busque entre los cajones algo con que amarrarlo, no encontré nada fui a la mesa, estaban los tulipanes rojos y la bolsa de farmacia, la abrí, había vendas pomada antiséptica, guantes, hasta abajo había unas galletas de fresa, me quedé quieto mirandolas, por qué había traído ésto, no tenía sentido.

Con Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora