Segunda Noche: El pacto con las sombras

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Una hora antes de este incidente, ocurrieron eventos que considero poco relevantes. Lo más destacado de aquel momento fueron detalles muy concretos. Al reunir el valor necesario para contratar a esos expertos, me vi envuelto en mucho papeleo y tuve que proporcionar toda mi información. ¿Qué tipo de criatura quería cazar y por qué decidí venir a este lugar? Finalmente, lo más importante fue hablar con el líder de este grupo.

Me llevaron a una oficina bastante grande y en una gran mesa estaba aquel hombre. Parecía medir un metro noventa, tenía una cicatriz encima de la ceja derecha, era pálido como un cadáver y su mirada... dicen que la mirada es la ventana del alma, pero en esos ojos solo había oscuridad. Ningún brillo salía de ellos y cada vez que me acercaba a él, la presión se volvía cada vez más abrumadora. Soy muy sensible a estas cosas y, por alguna razón extraña, sentía que para él, yo no era nada.

"Señor Qhawa, es un placer conocerlo. Mi nombre es Noir y soy el jefe de este escuadrón. Me informaron que tiene una petición para mi gente". En ese momento, asentí sin pensarlo.

Qhawa: Es un placer conocerlo. Nunca había visto a alguien como usted.

Noir: Imagino que sí. Es muy raro encontrar a personas como yo.

Qhawa: Esta es la primera vez que salgo de mi distrito, así que probablemente hay muchas cosas que me faltan por conocer y vivir. Y perdón si parezco descortés, pero, bueno... creo que mejor me callo.

No sabía qué me perturbaba más en ese momento. ¿El hecho de que estuviera en silencio? ¿Qué no parara de observarme sin pestañear? ¿O la carcajada que soltó mientras terminaba mi vergonzoso monólogo?

Noir: Jajaja, no se preocupe, yo entiendo. Esto tiene una explicación. En mi distrito, casi no llega la luz del sol. Existen criaturas fotosensibles que, para evitar morir por la luz, secretan gases de sus cuerpos, creando nubes artificiales completamente negras. Gracias a eso, mi gente es muy pálida. Solo en verano, si exterminamos a los suficientes, podemos tener algo de luz solar durante unos días. El hecho de ver el sol todo el tiempo me hace recordar que estoy lejos de casa.

Al darme esa explicación, noté lo que más incomodidad me causaba de este hombre. Hablaba de ello con un tono nostálgico, y entre más detallaba, más alegre parecía. No puedo creer que recuerde esas cosas con felicidad.

Noir: Bueno, basta de charlas triviales. Usted quiere que vayamos al distrito 4, entremos a un pueblo en cuarentena y matemos a todos los huéspedes que posea una abominación tipo parásito, ¿correcto? Quiero saberlo todo.

Qhawa: ¿A qué se refiere con saberlo todo?

Noir: Asumo que usted es de esas personas que dan la otra mejilla, si sabe a lo que me refiero. ¿Por qué quiere purgar específicamente ese lugar? No soy alguien que hace las cosas solo por dinero, ¿sabe? ¿Cuál es su motivo? ¿Cuál es su historia?

Qhawa: ¿Mi historia?

Noir: Sí, quiero entenderlo para poder darle las mejores soluciones. En mi pasado, encontré a mucha gente como usted. Personas que tenían metas o creían tenerlas, y una vez cumplido su objetivo, resulta que eso no era lo que los movía. Tómese todo el tiempo del mundo. Escucharé todo lo que diga.

Qhawa: ...

En ese momento, no sabía cómo reaccionar. Definitivamente, era un hombre aterrador. Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, me sentí insignificante. Pero sus palabras eran muy diferentes a su apariencia. A pesar de que sonaban como si estuviera leyendo un guion, de verdad quería entenderme, quería conocer mi historia. Una historia que he estado evitando para no romperme a mí mismo. Sé que esas personas ya no están conmigo, pero ¿y si hay algún sobreviviente? ¿Y si estoy perdiendo el tiempo? No debería, pero por alguna razón, no pude evitar llorar.

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