Primera presa: El lamento del distrito 4

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Muchas veces he escuchado la icónica frase "Un cazador no es nada sin su presa", una sentencia que siempre me deja pensando debido a que, en cierto punto, tiene algo de sentido.

La finalidad de la caza puede variar dependiendo del contexto y la cultura. Históricamente, la caza ha sido una actividad importante para la supervivencia humana, proporcionando alimentos, pieles y otros recursos necesarios. En la actualidad, la caza puede tener diferentes propósitos, que van desde la conservación de especies hasta el deporte y la recreación. Algunas personas cazan para obtener carne orgánica y sostenible, mientras que otras lo hacen por el desafío y la conexión con la naturaleza. Esta práctica puede ser vista de muchas maneras, pero para la sociedad actual hay un solo propósito: la supervivencia.

Nuestra especie ha pasado de ser el depredador más mortífero en la historia a convertirse en una presa más del montón. El responsable de este cambio, que ha traído consigo grandes consecuencias, ha sido nuestra evolución: ésta se ha vuelto más lenta. Mientras tanto, en algunas especies, ha provocado que el proceso evolutivo se acelere, causando que muchas nuevas especies salgan a la luz. Estos organismos se han vuelto más grandes, más fuertes, más rápidos, capaces de razonar y organizarse, lo que conlleva una reducción significativa para nosotros como especie.

Esto ha causado que nuestra sociedad se divida en distritos. Cuanto menor sea el número del distrito, menor será la posibilidad de ser atacado por estas especies. Un distrito con un número pequeño equivale a una vida tranquila, buenas defensas y un sólido cuerpo de fuerzas armadas y organizaciones centradas en la exterminación de estas criaturas. Por otro lado, aquellos distritos con números más grandes significan lugares abandonados por el estado a su suerte, con pocos recursos y donde la gente común debe arreglárselas para sobrevivir día a día. Generalmente, solo dos organizaciones trabajan en estos lugares: el área de la salud y las organizaciones de caza, que suelen formarse en esos mismos lugares. Los asechadores, quienes tienen este deber autoimpuesto, son muy requeridos en los distritos menores, ya que se convierten en excelentes generales o estrategas al estar constantemente expuestos al peligro. Lamentablemente, muy pocos de ellos salen de sus distritos.

Me llamo Qhawa. No me molestaré mucho en darte un detalle de mi vida, ya que me da algo de vergüenza y soy algo torpe para estas cosas. Lo único que debes saber es que soy uno de esos cazadores ya mencionados. Vivía en el distrito 4 y llevaba una vida tranquila. Pertenecía a un escuadrón compuesto por gente muy cálida y tenía una familia que me quería. Sin embargo, perdí todo debido a que mi hogar fue asimilado por una abominación tipo parásito. Es una de las criaturas más raras que existen en nuestra sociedad y aparece poco. Este ser aberrante asimiló a todo mi pueblo, amigos, familiares y conocidos. Vi cómo las cabezas de mis compañeros fueron explotadas por esta cosa, vi cómo controlaba a las personas para que apuñalaran a los no infectados y así asimilarlos más fácilmente. Mi hogar ya no existía y mi distrito lo único que hizo fue ponerlo en cuarentena. No soy un hombre que lleve mucho tiempo en este ámbito, pero sé lo suficiente como para saber que una vez que se declara una zona en aislamiento, es cuestión de tiempo que este sector se dé por perdido.

Al saber que no encontraré la asistencia del estado, decidí buscar ayuda o, al menos, encontrar algún mentor que pueda instruirme y darle descanso eterno a todas esas personas que no son más que marionetas para ese ser grotesco.

Así fue como encontré una asociación de cazadores privada. Decidí revisar la información de los miembros afiliados. Al parecer, te dejan elegir qué escuadrón contratar para tu problema, y ahí fue cuando los encontré. Un escuadrón de 5 personas: cuatro hombres y una mujer. Dos hombres venían del distrito diez, uno era del distrito nueve, la mujer era del distrito once y el líder venía del distrito trece. Nunca había visto a un asechador que viniera de tan profundo. Sé que no lo mencioné, pero en mi país existen dieciséis distritos y del diez en adelante son considerados como futuras tierras perdidas. Alguien con esas capacidades podría ser la solución a mi problema.

Pensé que esto podría ser fácil, pero grande fue mi sorpresa cuando el líder, cuya especialidad parecía ser la exterminación de criaturas tipo parásitos, se negó.

Entre Sombras y CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora