Alastor se encontraba en la oficina principal por la mañana, comiendo un tazón de avena y lanzando un par de carcajadas de vez en cuando mientras leía el periódico, en cuya portada había una foto de un edificio en llamas y un encabezado que decía "¡No hay sospechosos aún!"
De fondo, se escuchaba una famosa canción de "the ink spots"¹, la cual se vio abruptamente interrumpida cuando de repente y sin tocar la puerta, Charlotte entró, vistiendo ropa elegante.
— Alastor —dijo con una expresión preocupada. Él en cambio se dio una pausa para ver el diario y luego a ella nuevamente.
— ¿Te importa? —contestó relajado— Estoy en medio del desayuno.
— Seré breve, ahora mismo debo partir, estaré ocupada todo el día con entrevistas —cerró la puerta detrás de ella— ¿Has hablado con Husk?
Él estaba a punto de recordarle lo que le dijo hace unos días. Pero pronto su sonrisa se tornó macabra cuando se dio cuenta de que todo ese interés por el gato podría jugar a su favor.
— Por su puesto que sí —el diario desapareció y caminó hacia ella con las manos en la espalda.
— En resumen, él se enojó conmigo —levantó los hombros— lo sé debí haberte hecho caso y no molestarlo.
— Entiendo... —asintió con la cabeza.
— Pero aún así, tengo que darle unas noticias —miró hacia un costado y luego directo a Alastor— ¿De casualidad ha mencionado algo que sugiera que sigue molesto conmigo?
Se acarició la barbilla mientras miraba al techo levantando una ceja, parecía estar recordando cosas, pero en realidad estaba pensando en alguna forma de que ella tome el camino más largo para darle a él más tiempo.
— No sé qué pudo ponerlo de mal humor —en realidad sí tenía una idea muy aproximada— pero ese gato siempre ha sido muy gruñón, así que es posible que realmente no haya sido tanto como crees.
— Entonces ¿Crees que ya se le pasó?
— Muy probablemente. Solo acércate, pregúntale como está y el resto saldrá solo —dijo eso a sabiendas de que a Husk le irritaba la presencia de Charlotte— haz como si nada hubiera pasado, él hará lo mismo.
— Está bien —lo abrazó— ¡Muchas gracias Al!
— Ningún problema, querida —dijo confiado, pero mientras la abrazaba, comenzó a sentirse incomodo por la forma en la que le había mentido. Aunque no lo demostraba.
Cuando ella se fue del todo, un amigo suyo apareció detrás de él.
— 'No quieres hacerlo' —comentó la sombra que vestía formalmente.
— No sé de qué hablas —contestó con una sonrisa relajada mientras volvía a su asiento.
— 'Intentas salir cavando de un pozo' —dijo decepcionado— 'Hace muchísimo tiempo que no veía a los demás tan sedientos de sangre. Y lo único que haces en respuesta es doblegarte a sus caprichos' —cuando Alastor lo escuchó, se detuvo en el lugar.
— Ellos no dictan mi actuar, querido amigo —dijo dándose la vuelta para verlo directamente, mientras la estática de radio sonaba detrás de su voz, lo cual hizo que la sombra se incline hacia atrás— ¡Lo que hago es mi propia decisión! —se acercó a él, mirándolo con los ojos en forma de aguja— ¡¡Todos ustedes no son más que simples sombras y tendrán que acomodarse a mi voluntad!!
— 'Q-quedó claro' —contestó la sombra, mirándolo aterrado.
— Maravilloso —contestó volviendo a la normalidad— en fin, tengo mucho en qué trabajar, así que si me permites... —ni bien terminó de decir lo último, la sombra desapareció.
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El sexto circulo
FanfictionCharlotte y Husk, un ship inusual, pero eso no nos va a detener. Ambos viajaron al sexto circulo para asistir a una entrevista patrocinada por sus gobernantes, pero obviamente no iba a ser tan fácil. Esta historia transcurre en el universo de "Aque...