Divididos ★spruan ★

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-Pelotudo si esta casa esta más quemada que- no pudo terminar por una mano, encontrándose con unos ojos que los veía seriamente, quito su mano y abrió la puerta de la casa (juan solo quería evitar que spreen dijiera algo fúnable), -wow vaya que es grande aún que si que huele mucho a quemado, juan dirigió su mirada a spreen quien se encontraba tapándose la nariz, en ese momento juan supuso que el olor irritaba la nariz del oso por lo cual realizo un hechizo que pasara por toda la casa haciendo que ese horrible olor desapareciera.

Juan decidió por fin curar su tobillo haciendo que pudiera caminar bien, no sabia como explicarlo pero en resumen ese lugar se le hacia tan conoció pero a la vez tan desconocido, explorando un poco más la casa pudieron encontrar cuartos con los que contaban con camas, eso era algo bueno para las dos así que se separando llendo a distintas habitaciones, juan quería seguir explorando la casa, en su corazon sentía una inquietud sabia que debía encontrar algo pero no podía pensar en que era lo que nesesitaba.

Pensó que lo mejor sería tomar aire por lo cual salió de aquella casa adentrándose en el bosque sin saber a donde ir solo seguía a su cuerpo, era como si estuviera atrapado en su mente sin él control de su cuerpo, cuando tomó conciencia vio a su alrededor notando que estaba parado frente a una fuente que seguía sirviendo y estando es perfectas condiciones .

De pronto aparecieron dos luces que lo cegaron obligandolo a cerrar los ojos para no quedarse ciego, las luces empezaron a tener una forma más humana y bajando su intensidad, abrió los ojos lentamente pero quedó boqui abierto con lo que estaba viendo.

Era nuvia y otra mujer de pelo negro y un vestido negro con toques rojos y un gran sombre que estaba sobre su cabeza, no dudo ni un segundo he ir a abrazar a Nubia, no le importaba si era una trampa la había extrañado tanto, Nubia le devolvió en abrazo, juan estaba apunto de llorar se separo de ella y vio a la otra mujer al ver sus ojos sintió una extraña conexión sentía que la conocía de toda la vida pero no lograba recordar, -Juan mi niño como haz crecido amor- dijo la extraña mujer con una voz cálida y suave.

Juan corrió a abrazarla fuertemente, esa voz no había duda era la de su madre las lágrimas salieron de sus ojos, tantas emociones sentía en ese momento que su única manera de expresarlas era llorando, sus días no habían sido fáciles y el lo sabía solo ocultaba todo mediante una sonrisa y chistes.

-Juan estoy muy orgullosa de ti, tienes un buen dominio de la magia pero aun te falta mucho que aprender, recuerda no te fíes de nadie se que lo ayudas por que así es tu corazón y eso es algo bueno eres una persona muy pura y espero que eso nunca cambie- dijo haciendo referencia al oso que en estos momentos se encontraba en su septimo sueño.

Nuvia se unió al abrazo -Juan ya te lo hemos dicho pero estamos muy orgullosas eres muy fuerte encerio, te amamos mucho- juan solo podía llorar no podía hablar no cuando sentía un gran nudo en su garganta, - Juan mi bebé hay algo que no te he contado en la casa encontrarás dos libros uno con hechizos y el otro donde te cuento todo lo que pasó por favor leerlos eso te servirá más de lo que cres cariño- xena beso la frente de su hijo una acción que fue repetida por nuvia así ambas desapareciendo elevándose -Recuerda juan siempre estaremos contigo cuando mires el cielo y veas dos estrellas brillando fuertemente seremos nosotras estando felices por ti- y así se esfumaron por completo.