Final

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El regreso a los entrenamientos fue duro principalmente por tener que estar lejos de su familia y chico pero era su sueño. Le tocó compartir habitación con las que mejor se llevaba en el equipo, no es que se llevase mal con alguna de ellas, pero sin duda con quien más amistad hizo era con las tres chicas con quién compartía sitio.

En la noche, tras un viaje agotador, todas las presentes se pusieron a contar lo que habían hecho durante aquellas vacaciones. Risas, golosinas y algo de beber mientras relataban las anécdotas.

—Y dinos CC, ¿algo nuevo en tu vida?—preguntó una de ellas agarrando uno de los regalices de la bolsa—venga, cuenta.

—Pues...estoy saliendo con un chico—respondió algo ruborizada mientras el resto dejaba escapar sonidos de silbidos y se juntaban más cerca de ella.

—¡Queremos saber todos los detalles!—exclamaron emocionadas.

—Bueno, pues...se llama Tn y...—empezó a contar todo.

La historia conmocionó a las chicas por el tema de perder a sus padres, pero sobretodo, soltaron algunos suspiros al escuchar como el joven la trataba de una manera tan princesa que parecía de película de amor de domingo. Dijeron que no lo dejase escapar, que no se encontraba alguien así tan fácilmente. Ella asintió.

—Lo sé...estoy con cierto miedo por...porque no lo nuestro no salga—confesó temerosa.

—Seguro que sí, ten fé—replicó una de las chicas—tienes su apoyo y sabía a lo que se exponía cuando empezó a salir con la superestrella del equipo.

CC soltó una pequeña carcajada, era cierto que todo el equipo la consideraba como la estrella del equipo. Pensó que eso le traería problemas de convivencia con el resto de jugadoras por tener celos de ella y eso era lo último que deseaba. Por suerte no fue así, su carácter afable, su coordinación en el campo y la forma de animar al equipo cuando no jugaba la hizo ganar el puesto de titular y capitana.

Estuvieron un rato así, charlando y CC les iba enseñando algunas fotos de ellos juntos hasta que llegó la hora de dormir pues debían madrugar para coger el autobús rumbo al primer partido.

El nivel era muy alto, CC se sorprendió, sabía perfectamente que podría resultar muy exigente, pero no tanto. Sin embargo, eso no hizo otra cosa que emocionarla. Cada partido provocaba en ella una  sensación de plenitud. Luchaba cada balón, entrenaba duramente y enseguida tomó la experiencia de ser una gran líder. La pequeña tigresa la apodaron pues era tan fuerte y letal en el área como una bestia.

—¡GOOOOOOL DE CC WALKER!—era ya algo que el público estaba acostumbrado a gritar.

Ella demostraba fuerza, carácter y destreza dentro del campo, como si de un campo de batalla se tratase...pero afuera, por la noche y cuando hacia videollamada con su chico...

—Te echo de menos terroncito de azúcar—decía con los ojos tristones.

—Y yo a ti, estoy orgulloso de ti, has logrado una gran victoria de nuevo—dijo feliz.

—Quiero una cita por todo lo alto—comentó.

—Y de paso algo de intimidad—escucharon decir a una de las compañeras.

—Esto es privado chicas—decía sonriendo y sonrojada.

La chica acababa tan cansada que por las noches lo único que lograba muchas veces mantenerla despierta era hablar con su familia.

Luego, se pusieron en la pantalla su familia con quien mantuvo un rato hablando hasta que...

—¿Vais a poder venir a la final?—preguntó ella.

—Lo siento cariño—respondió su padre—no podemos...el trabajo...

—Tranquilos, lo entiendo—dijo ella—al menos...¿me animaréis?.

Ellos se miraron y luego la miraron con una gran sonrisa.

—Eso por supuesto cariño—respondieron—¡a por ellos pequeña tigresa!.

Que su familia le dijera aquel apodo era algo vergonzoso, pero no le degustaba. Tras un rato más tocaron a la puerta, hora de dormir.

—Os quiero familia—dijo ella.

—¿Y yo qué?—preguntó Tn.

—Tú ya eres familia...y espero que mi futuro esposo—antes de que dijeran algo colgó y se tapó la cara por lo dicho.


El día de la final llegó y todo el público rugía como nunca. CC salió con el semblante serio, brazalete en su brazo, con energías de sobra y más centrada que nunca.

El partido fue tan exigente como se esperaba, CC había logrado empatar el partido en dos ocasiones, pero quedaba poco tiempo. Las defensas tapaban muy bien sus espacios, sabía de sobra que no podría llegar hasta el área. Haciendo unas señas a una compañera, prepararon la última jugada. CC caminó de vuelta a su campo desde el área rival para atraer a las defensas, una compañera le dio un pase largo.

—Eso es...—pensaba ella—en el momento que iba a recibir el balón, abrió las piernas dejando pasar el balón.

Esto sorprendió a todas. El pase iba tan fuerte que llegó a la compañera del lateral que era muy rápido y se plantó delante de la portera. CC, sabiendo lo buena que era ella, alzó los brazos y esbozó una sonrisa. Cerró los ojos para  simplemente escuchar el grito del público y el gol narrado por el comentarista.

Pronto sintió los brazos de sus compañeras levantarla por esa astuta jugada.

 Ella anotó dos goles y una asistencia, 3-2 fue el resultado final. Ella se fue con la copa por todo el campo acompañada por el resto del equipo cuando vio a sus padres y Tn en una de las gradas.

—No puede ser—se llevó las manos a la cara mientras lloraba—han podido venir.

Los familiares y amigos bajaron al campo para estar con las jugadoras. Ella abrazó a su familia fuertemente.

—Nuestra campeona—dijo su madre—estoy tan orgullosa.

—Si, has ganado hermana—comentó Wyatt.

—Lo has hecho de maravilla—su padre chocó los cinco.

Tras esto, ella se fue cara a Tn, se quitó la medalla y se la puso a él. Cuando fue a decir algo se acercó todavía más.

—Tú eres mi mayor premio en está vida—le susurró antes de besarlo con todo el amor del mundo.

Llevaba demasiado tiempo queriendo besar a su chico. El beso se alargó bastante hasta que fue reclamada pro el resto del equipo para unas fotos y una pequeña entrevista a pie de campo.

Después eso, vendrían muchos más éxitos de CC. Y Tn consiguió un buen trabajo, eso sumado a todo el dinero de su familia.

Situados años en el futuro, la pareja tenía una hija llamada Jess en honor a su madre. Tn jugaba con la niña en el jardín mientras CC, ahora entrenadora de éxito, observaba todo. Eso fue hasta que su marido la vio.

—Venga amor, ven a jugar—animó Tn.

—¡Mamá ven a jugar!.

Ella soltó una pequeña risa, se quitó las zapatillas y calcetines antes de pisar la hierba. Una sensación que llevaba tiempo sin sentir, que la llevó de vuelta a los momentos de su juventud. Ahora, al abrir los ojos, vio a su nuevo equipo, porque al final, los tres eran un gran equipo, y todos eran grandes estrellas.

—Os voy a enseñar que aún tengo calidad—decía entre risas tomando la pelota.

Y así, en este ambiente familiar y lleno de amor familiar...está historia de CC Walker llega a su final.

Muchas gracias por todo el apoyo mostrado  :D

El regreso de la estrella-CC Walker x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora