Narcisista por excelencia

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Soledad, ante todo lo que estaba ocurriendo, se sentía presa, su tristeza abarcaba más de lo que ella misma podía soportar y decidió irse por algunos días a un lugar donde poder encontrar algo de paz. La madre de Pepe, ante todo lo que había pasado, se acercó a Soledad. Ella vivía en un pueblo cercano a la playa y la invitó a quedarse por un tiempo. Sabía que Pepe estaba vivo, pero el Licenciado Marcano le pidió discreción, sobre todo con Soledad. Le explico la situación tan difícil y ella supo entender, pero quería acercarse a Soledad, contarle de Pepe y procurar que su imagen no se destruyera, que el recuerdo de su nuera fuera bonito y que pudiera ver algunas de sus fotos y algunas historias... el hermano de Pepe la verdad ni sabía lo que ocurría, era un viajero y seguía lejos en algún país de Asia.

Mientras tanto, Pepe hacía su último intento de hablar con Rosmery de forma razonable...

- Sabes que es y fue un error... - le dijo serio mientras trataba de controlar el impulso de gritarle.

- ¡Fuimos todo y podemos serlo... lo sabes!

- No. ¿Rosmery, para qué darle vueltas a algo que no existió? Tú realmente no estabas interesada en mí más que para la cama y divertirte en clubes y yo...

- ¿Vas a negar que me querías, Pepe Madero? ¿Vas a negarlo?

- Te quería. Llegué a pensar que eras tú quien me haría sentar cabeza... pensé incluso que podíamos construir algo juntos, pero desconfiaba, siempre supiste eso.

- Lo sé, pero...

- Tú muchas veces me hiciste dudar y me sentía burlado, controlado...

- Siempre volvías a mí...

Era cierto, Pepe tan mujeriego en aquellos tiempos de Rosmery se sentía turbado, como cuando terminas y vuelves y tienes en las entrañas esa sensación de que algo anda mal, pero simplemente no puedes salir de ahí... así fue su relación y él pensaba muy dentro de sí mismo si era así que terminaba la gente, con alguien que te causa ansiedad, que te mantiene pensando en ella, pero que te hace desconfiar del más mínimo detalle. Sentirse usado y manipulado y aun así no poder dar un paso atrás.

Sí, él tuvo muchas mujeres, pero nunca utilizó ningún juego mental, fue frontal, evitaba sentimientos y les dejaba claro las cosas... no es mejor o peor realmente, pero jamás pensó que alguien podría manipularlo de esa forma.

- Era un tonto, contigo pagué las veces que hice daño... y hasta más que eso.

- Realmente me odias...

- No... al principio sentí mucha rabia, pero ya no, sinceramente, estoy cansado, Rosmery, no te odio, pero no te quiero cerca y ya no sé qué más hacer para que entiendas.

- Estuviste casi muerto, en coma prácticamente y fui yo quien estuvo aquí...

- Sabes muy bien las razones... por dios, mi mujer me cree muerto, cree que la engañe contigo...

- Tu mujer es una estúpida... siempre desde niñas era la consentida de mis tíos, en el colegio era tan santa, tan buena...

- ¿Y tú? Rosmery, hasta donde sé, has sido popular, has tenido a tu padre enviándote dinero y tu tía también te crio, eres una resentida.

- ¿Resentida? En absoluto... siempre fui popular, mírame, como no serlo. Soledad siempre ha querido mostrarse como una santa, como si no le interesara la atención... sabes, yo siempre supe de su compromiso. Daniel siempre fue tan guapo, atento, nunca fue irrespetuoso y nunca lo tomó en serio, Soledad era una niña ilusa. ¿Crees que se le ha pasado? ¿Qué no lo sufre?

- Por dios calla...

- Te aseguro que contigo muerto, ella debe estar celebrando y buscando acercársele.

- Ella no es así... no es como tú.

- Eso no lo sabes...

- ¡Si lo sé! Por primera vez en mi vida lo sé... con toda la certeza lo sé, Soledad no tiene comparación contigo, ni con nadie y tú eres una envidiosa, no sabes querer.

- Yo, si la envidio... te tiene a ti. Pepe... por favor, abre los ojos y quédate a mi lado o te aseguro que serás un desdichado, me aseguraré de eso.

- Haz lo que quieras. Estoy en paz dentro de mí sabiendo que no eras nada de lo que yo necesitaba, estoy en paz porque he tratado de hablarte y de hacerte razonar. Allá tú lo que hagas.

Ella, con lágrimas en sus ojos, callaba. Por primera vez podía él sentir en su mirada una especie de desesperanza, odio... Rosmery era presa de toda su envidia, de su rabia al no poder tener lo que quiere, al sentirse disminuida, ignorada... Una cosa es ser odiaba y saber que estás presente de alguna forma, pero ya le da igual a Pepe y ella se alimenta del caos, así que por supuesto debía traer caos.

PXNDX Fanfic - El señor José Madero, un corazón salvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora