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"Gracias, Junhui!"
Ese era el mensaje de texto que le enviaste a tu novio después de que te dijera que te había comprado un libro en la ciudad en la que se encontraba de gira.
Le encantaba dar regalos y sabía que a ti te encantaban los libros, así que recorrió todas las librerías de la ciudad para encontrar el libro perfecto para ti. Con entusiasmo te envío una foto del libro que compró y esa fue tu respuesta.
Le hizo girar la cabeza con las razones de por qué podrías estar enfadada con el.
Llamarlo "jun" ya era una rareza en la relación, pero ¿junhui? no estaba seguro de que alguna vez lo hubieras llamado así.
'¿Estás enfadada conmigo?' respondió, yendo directo al grano
Te tomó casi 10 minutos responder, 10 minutos agonizantes para Jun.
'Para nada, te veré cuando llegues a casa' fue tu respuesta
Ahora esta respuesta lo puso absolutamente en espiral, menos mal que hoy regresaba a casa. Pero debido a tus respuestas, hizo algunas paradas adicionales antes de subirse al avión.
Cuando finalmente llegaste a casa del trabajo, abriste la puerta y te encontraste con tu tímido novio y lo que parecía una montaña de libros detrás de él.
"Babe! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y qué pasa con todos los libros?" exclamaste, saltando a sus brazos y abrazándolo fuerte
Jun quedó desconcertado por tu reacción, su mente se quedó atrapada en el pensamiento de que estabas enfadada con él. "Pensé que estabas enfadada con el libro que te compré... así que compré tantos como pude en mi equipaje para comprnsarlo", dijo, sus mejillas se pusieron rojas lentamente cuando se dio cuenta de que realmente no lo estabas. Ahora estaba enfadado con el mismo
Echaste la cabeza hacia atrás y lo miraste, "¿qué te hizo pensar que estaba enfadada?" preguntaste, alejándote y comenzando a recoger los diferentes libros que se amontonaban en la mesa ratona
"Me llamaste junhui..." susurro, decirlo en voz alta lo hizo sentir estupido, era solo un nombre, su nombre de hecho
"¿Estás diciendo que me compraste cien libros porque te llamé por tu nombre?" preguntaste, levantando una ceja
El asintió con la cabeza tímidamente.
"¡Eres demasiado lindo!" exclamaste dándole otro fuerte abrazo, "que conste, no te lo diría si estuviera enfadada contigo", te aseguraste de aclarar
"Está bien..." dijo suavemente, mirando la absurda cantidad de libros, "¿debería devolverlos todos ahora, o-" empezó a hablar antes de que lo interrumpieras
